Index | Palestina 2007
Actualidad
PALESTINA

Epílogo al libro ‘Textos antisionistas’ de Agustín Velloso

Santiago González

Comité de Solidaridad con la Causa Árabe. www.bajo-cero.org

Conocí a Agustín Velloso al comienzo de la segunda intifada. Había leído cosas suyas, habíamos hablado por teléfono, pero no habíamos tenido oportunidad de tratarnos mutuamente. Cuando lo hicimos, estábamos en la Comisaría de Moratalaz, en Madrid.

Él había sido detenido por la policía en el trascurso de una concentración delante de la infausta Embajada de Israel. Protestábamos en esos días finales, primeros días de septiembre y octubre del año 2000, contra la represión asesina que aconteció tras las protestas palestinas, incluyendo la de los palestinos, árabes-israelíes, del ejercicio de ocupación con la visita del candidato –en aquella época- Sharon a la Mezquita de Al Quds, sita en los Territorios Ocupados de Jerusalén.

Agustín, que para cualquiera que le conozca, tiene un semblante sereno, que respira tranquilidad y filantropía, había sido detenido por considerar como obstruccionista, su actitud dialogante y propositiva, tratando de convencer a las paredes-policía que por dignidad había que manifestarse, que su función era la de ayudar al ciudadano y no impedirle ejercer un mínimo testimonio de oposición a esos asesinatos impunes por parte israelí ante la complicidad –nuevamente- occidental, con una protesta firme, humanamente cercano a las víctimas.

Nos encontramos en esa Comisaría para interceder por él, unos compañeros suyos profesores de la Universidad, que también habían participado en la protesta, su Rector y unos amigos que fuimos desgranando lo que nos unía con el autor de este libro.

Ahí conocí su perseverancia en agarrar situaciones injustas y utilizando la palabra, textos y compromiso personal intentar cambiarlas. Y sus otras querencias y anhelos de justicia; Guinea Ecuatorial –donde tiene prohibida su entrada-, Palestina,...

Frente a planteamientos timoratos, equidistantes y un limitado progresismo, Agustín Velloso se adentra en el combate político y escarba en el plano moral.

Sí, el sionismo es racismo. No existe democracia en Israel, porque no la hay donde existe o mejor dicho se plantea doctrinalmente la no existencia del ‘otro’, la víctima, el originario ciudadano y sus descendientes palestinos.

No rehuye el problema moral de la muerte. Rebate y polemiza con el planificador de la destrucción colectiva del pueblo palestino y sus secuaces defensores.

Hay un hilo continuo en sus textos. Una argumentación construida ante la avalancha academicista, diplomática y mediática procedente de los propios sionistas y de ese Occidente que traiciona el derecho y la justicia. Porque Occidente –nuestro país, el Estado Español- es cómplice de Israel y aún más participa en el aquelarre.

¿Cuántas matanzas ha habido en Palestina a manos israelíes? ¿Cuántas condenas de la comunidad internacional ha habido? ¿Se han suspendido los Acuerdos internacionales entre Occidente, Europa, España con los hacedores de invasiones, conquistas y ocupación o por el contrario han sido fortalecidos y aumentados? ¿Se sigue apoyando ‘la normalización’ del criminal frente al despojo a las víctimas?

Agustín Velloso defiende la resistencia palestina, sea en forma de guerrilla, al preso, al mártir, al vengador, a todas las víctimas palestinas. Al pueblo palestino.

Esa es su actividad y compromiso humanitario. Esa es la dirección de su trabajo y este libro. Su aliento para ayudar a construir una alternativa humana, donde sólo hoy hay indiferencia ante la muerte del otro y complicidad para que continúe la barbarie.

Los textos de Agustín me han ayudado a explicitar mi propio pensamiento. Hay una disyuntiva moral, Palestina no existirá si existe Israel. Los que plantean la coexistencia Palestina-Israel saben que es una quimera, porque para que ocurriera tiene que desaparecer el presente Israel y el sionismo que son la misma cosa. Por lo que dejaría de existir esa dualidad. Pero, en todo caso, tendrían que luchar contra este Israel para poder dejar paso a una Palestina soberana. Por lo tanto, hay que seguir combatiendo a Israel y lo que significa.

Quizá a otras personas les ayude en sus propias reflexiones. Nadie podrá desconocer los argumentos de las opciones del autor del libro. Y todos podremos contribuir a luchar para restablecer la justicia de la causa palestina.