Leganés
(Comunidad de Madrid)
Basta de represión
contra los jóvenes y los movimientos sociales
Manuel Espinar
Asociación
Haydée Santamaria, Leganés 24 de septiembre de
2006
CSCAweb, Madrid, 24 de septiembre de 2006
El 17 de
octubre la Asociación Haydée Santamaria ha sido
citada a declarar ante los juzgados de Leganés por la
denuncia que la policía local hizo el día del festival
en solidaridad con Palestina el 4 de junio, en el que participó
entre otros, el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe.
La Asociación Haydée Santamaria ha ganado el juicio
al Ayuntamiento de Leganés por la persecución que
sufrimos en el año 2001. La sentencia sale cinco años
después.
Muy frecuentemente se comenta
en los bares y en algunas tertulias de los medios de desinformación
que los jóvenes en el Estado Español son unos pasotas
y que no se preocupan de la política y de defender sus
derechos. Incluso recordemos, lo que se decía, cuando
los estudiantes franceses salieron a la calle contra los contratos
basura que les querían imponer.
La realidad no es tal y como
nos la pintan, aquí también existe rebeldía
y lucha social, lo que pasa es que nuestra democracia es muy
poco democrática, empezando por los medios de comunicación
y el concepto de libertades publicas que tienen, tanto las propias
instituciones como las llamadas fuerzas de inseguridad del estado.
La calle, como espacio publico,
de encuentro, de reunión y de convivencia, lo han privatizado
y por lo tanto toda actividad social que se desarrolle en los
espacios públicos está sometida a la previa autorización
del ministerio del interior (la policía), por lo tanto,
el disfrute y uso del espacio publico esta sometido a la arbitrariedad
del poder de turno.
La policía. Venimos
de cuarenta años de franquismo, es decir de una policía
fuertemente ideólogizada, donde el enemigo a abatir
eran los rojos, los sindicalistas, todo aquel que cuestionase
el Régimen dominante. En la llamada transición
política no hubo depuración alguna, pero lo peor
es que no existió la gran transformación en la
formación en estos últimos treinta años.
Es muy corriente oír de boca de los policías que
asisten a las manifestaciones, frases fuertemente agresivas y
en sus actuaciones ensañarse pegando a los jóvenes,
sabiendo que tienen impunidad total. Solo hemos visto que un
juez ha condenado a unos policía a cinco años de
cárcel por interrogar a dos militantes del PP.
¿Qué investigación
han abierto los jueces por los abusos y tortura que sufrieron
los dos jóvenes de Mostoles por llevar una bandera republicana
y gritar viva la República?
Recordemos la actuación
de la policía en las manifestaciones contra la guerra,
¿Hay algún policía juzgado por aquellas
palizas en la calle Montera a jóvenes? No.
Ahora volvamos a los medios
de comunicación y su tratamiento con los jóvenes.
Durante un tiempo no se cansaron de sacar los famosos botellones,
asociaban a la juventud sólo con la diversión,
como jóvenes despreocupados de los problemas sociales.
Nos decían que mientras en Francia ocupaban las calles,
aquí solo pensaban en divertirse.
Pero llegó la convocatoria
por internet para concentrarse en las plazas de las ciudades
en defensa de una vivienda digna. La primera la sacaron por las
televisiones y hasta la dieron cierto bombo por la forma en que
se había convocado, y resaltando que ninguna fuerza política
estaba detrás.
El segundo domingo, esos maravillosos
jóvenes que empezaban a preocuparse por los problemas
sociales fueron brutalmente apaleados e insultados por esos policías
democráticos. Los medios de comunicación TV no
sacaron esas imágenes de la brutalidad policial, solo
era noticia en algunos periódicos. Ya cada domingo se
transformaba para la policía en la caza al joven, hubo
más de 20 detenidos, apaleados y pasados a disposición
judicial con atestados llenos de mentiras policiales que solo
buscaban criminalizar a una juventud que piensa y quiere buscar
otra sociedad con dignidad y no sometidos a vivir esclavizados
de por vida para los bancos y los especuladores inmobiliarios.
¿Dónde estaban
esos cínicos periodistas y políticos [a los que]
que tanto les gustaban los jóvenes franceses?
La realidad demuestra que prefieren
una sociedad dormida y sumisa para mantener sus privilegios.
En nuestro pueblo, Leganés,
no estamos fuera de esta realidad. El 4 de junio, la Asociación
Haydée Santamaría en colaboración con la
Concejalía de Cooperación desarrollaron una jornada
de solidaridad con el Pueblo Palestino, en un lugar cerca de
la 'Cubierta'. La actividad comenzó a las 12 de la mañana
y tenía que terminar a las 24 horas.
A las 00.12 se personó
un coche de la policía municipal exigiendo que se terminase
el concierto, se les manifestó que eso era imposible,
que se admitía que se iba con una hora de retraso pero
que entendieran que una actividad de 12 horas, donde había
habido conferencias, teatro, cine, cuenta cuentos, una comida
de más de 300 personas y ahora el concierto, era muy difícil
ajustarse al cien por cien al horario, más de 3000 personas
habían pasado a lo largo del día por el recinto
ferial.
Desde las siete de la tarde
del sábado amigos y miembros de la asociación
estuvieron montando la carpa, los escenarios y las barras para
poder empezar el domingo temprano la actividad, pero esa noche
un fuerte viento desmontó casi todo lo que se había
hecho por la tarde, lo que ocasionó en parte el inicio
de las actividades del domingo.
A pesar de nuestras explicaciones
el policía municipal seguía con su exigencia de
que se suspendiera el concierto, el presidente de la asociación
le entregó su documentación para que actuase como
correspondiera ante sus superiores y les rogó que se fuesen.
La sorpresa fue impresionante
cuando el lunes se le notifica a la asociación que ha
sido denunciada ante el juzgado por insultos y tirada de objetos
a la policía. Así como que desde el escenario se
intentase increpar para que la gente se volviese contra la policía.
Todo es una gran mentira construida
por un policía que lo único que buscaba era provocar
para justificar una intervención policial y ante su frustración
ahora pretende criminalizar a una asociación que no hace
otra cosa en nuestro pueblo que intentar llevar una lucha consecuente
en defensa de la Paz y la solidaridad con todos los pueblos.
Es intolerable que un policía,
"UNO", pueda enturbiar el trabajo solidario de muchos
ciudadanos de este pueblo.
Lamentamos las molestias que
hayamos podido causar a los vecinos por nuestro ruido, pero nos
parece mucha casualidad que siempre nos toque a nosotros. Ya
nos ocurrió en el II Festival de Interpueblos, en el año
2001 en el recinto Egaleo, ahora ha salido la sentencia de
la denuncia que nuestra asociación puso al ayuntamiento
por aquel año de represión que sufrimos y donde
nos negaron todos los proyectos subvencionables. Su justicia
nos da la razón y anula los acuerdos del Pleno municipal
donde se aprobaron las subvenciones.
A nosotros ya nada nos resuelve,
solo la victoria moral de que teníamos razón.
Ahora el día 17 tenemos
que volver a declarar ante el juez por la denuncia de este policía
el día del festival de junio. Otra mentira, pero nos obliga
a tener que dedicar energías a defendernos de la represión,
pero estamos seguros que volveremos a ganar.
En nuestro pueblo como en todos, son muchas las actividades que
se hacen a altas horas y además de muy variado sector
social.
Vivir en democracia es que
todos podamos expresar nuestra cultura y nuestra forma de vivir
la vida.
No queremos ningún privilegio, solo queremos tener el
mismo derecho que tienen otros a desarrollar nuestra sensibilidad
y a usar los espacios públicos para fomentar la cultura
solidaria.
No es la primera vez que nuestra
asociación y nuestros militantes sufren el acoso policial,
Ya nos hemos visto en varios juicios y todos los hemos ganado,
lo que demuestra que de forma sistemática la policía
ha actuado de forma ilegal y mentirosa.
Son muchos más los testimonios
de abusos policiales que cada dia llegan a nuestro conocimiento,
fundamentalmente contra la juventud y las entidades sociales
que reivindicamos la calle como forma de socialización
y de relaciones sociales fuera de esos monstruosos Centros Comerciales
y de las redes consumistas que el actual sistema nos quiere imponer.
También hay que denunciar
las dificultades que se nos ponen a los movimientos sociales
para poder expresarnos y comunicar nuestras actividades en nuestro
municipio. Sistemáticamente somos denunciados por la
policía local por pegar carteles. No tenemos radios,
no tenemos prensa, no tenemos TV y los sitios que en principio
están para pegar propaganda, lo ocupan las empresas privadas.
Es hasta llamativo que la llamada prensa local solo acude a
dar información si es institucional.
¿Qué nos queda
de democracia para la sociedad civil?
Por la libertad de expresión,
no más represión.
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