La colonización de Palestina:
El distrito occidental de Jerusalén
Jairo Fernández
Fernández
CSCAweb: 7 de abril
de 2006
"En
las próximas semanas se presentarán en esta web
una serie de artículos que analizarán precisamente
este último caso, e intentarán contextualizarlo
dentro de la dinámica general del conflicto; para ello
se tomará en cuenta las implicaciones internacionales,
las estructuras culturales y las prácticas políticas."
La continuidad de la política unilateral de Sharón,
implícita en la elección de su sucesor directo
al frente de Kadima, Ehud Olmert como nuevo Primer Ministro de
Israel, augura no sólo una nueva etapa de desencuentro
e inestabilidad en la zona, sino también la prolongación
del sufrimiento de la población palestina.
Es bien cierto que los detalles
conocidos hasta el momento de su plan para la retirada de Cisjordania,
parecen indicar un desmantelamiento más amplio de las
infraestructuras de la ocupación que el diseñado
por el anterior Jefe de Gobierno, con el retorno más allá
de la frontera de entre 40.000 y 80.000 colonos. Tales medidas,
en caso de que se lleven a efecto, suponen, sin embargo, más
un nuevo reconocimiento del fracaso del Gran Israel en tanto
que proyecto nacional que un replanteamiento de fondo de las
actitudes tradicionales de la clase política israelí
ante el conflicto.
Imposibilitados por la realidad
de nuestro tiempo y por la propia resistencia palestina para
culminar el genocidio en su conclusión lógica de
expulsión o exterminio de la población local, se
busca una salida unilateral, rápida y definitiva al amparo
de los Estados Unidos, sin considerar a la otra parte implicada.
Su carácter de imposición ante una Autoridad Nacional
a la que no se reconoce como interlocutor válido -mucho
menos desde la victoria de Hamás en las últimas
elecciones-, la negativa a devolver los territorios ocupados
en 1967 tal cual se tomaron y a permitir el retorno de los refugiados,
garantizan el rechazo de los palestinos al plan y con ello su
nula viabilidad como instrumento para la paz.
El drama se sigue, y se seguirá
desarrollando por toda Palestina, aunque hay que reconocer que
afectará a unas zonas más que a otras, y que será
especialmente duro en aquella parte de los Territorios cuya devolución
es más que dudosa, como el valle del Jordán, o
cuya anexión se sigue considerando prioritaria, como Jerusalén
Este o el Distrito Occidental de Belén.
En las próximas semanas
se presentarán en esta web una serie de artículos
que analizarán precisamente este último caso e
intentarán contextualizarlo dentro de la dinámica
general del conflicto; para ello se tomarán en cuenta
las implicaciones internacionales, las estructuras culturales
y las prácticas políticas. El deseo que subyace
es el de ayudar a desenmascarar la verdadera naturaleza del Régimen
Israelí y el significado de la resistencia de un pueblo
como el palestino que lleva décadas luchando por sobrevivir.
Bien cierto es que nos unen lazos especiales con esta zona después
de nuestra última visita y que desarrollamos sobre el
terreno proyectos concretos de cooperación, pero también
lo es que nos implicamos porque consideramos esencial estar en
el punto donde más se necesita y más útiles
pueden resultar los esfuerzos.
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