Diario desde Líbano
(III)
Crónicas
de Manuel T. Espinar*
23
de octubre de 2006
CSCAweb. 3 de noviembre de 2006
Lunes, 23
de octubre
Recuerdos de Ein El-Hilweh Camp
Han pasado varios días
desde que visité el campo de Saida y aunque los nuevos
encuentros y vivencias han sido intensos, es dificil no recordar
Ein El-Hilweh Camp y los moradores con los que de alguna manera
tuve ocasión de compartir. No sólo fueron Cristina,
Mustafa o Abdel las únicas personas con las que tuve relacion
en el campo. Un doctor cirujano, un taxista que fue mi chofer
con el dirigente de la milicia de Hezbolá en el sur de
Líbano y un guardaespaldas con una pistola automática
de fabricación checa fueron personas con las que tuve
ocasión de compartir a diferentes niveles.
Al entrar en el campamento
me llevaron directamente hasta el hospital donde después
de presentarme al personal que trabajaba en él y de entrevistar
a Cristina, me presentaron al doctor Amer Al-Sammak con el cual
me dejaron a solas para poder debatir sobre los conflictos de
Oriente Medio. El doctor Al-Sammak es una persona la cual tiene
mucho prestigio dentro del Frente Popular por su capacidad de
análisis según me dijo Cristina y ciertamente que
lo creo. Durante más de dos horas hablamos y hablamos
sobre Palestina, Siria y el conflicto con Líbano por la
muerte de Hariri, la expansión de la influencia de USA
en Medio Oriente a través de Israel, la guerra de Irak,
etc... .Todos fueron temas que nos llenaron de pasión
y nos hicieron acercarnos el uno al otro a través de las
diferentes teorías que compartiamos mientras nuestros
ojos se encendían. Según este doctor, la perdida
de influencia en Medio Oriente del colonialismo americano a traves
de Israel por la derrota de la última guerra con Hezbollá
y por las dificultades que el ejército americano estaba
teniendo en Irak, estaba generando una nueva situacion de fortaleza
del mundo árabe: Nasralla en Líbano y su capacidad
de liderazgo, Al Assad en Siria y el respeto de su pueblo y Mahmud
Ahmadineyad en Iran, aunque sin capacidad militar de competir
con EE.UU., si tenían la capacidad de extender las ideas
de la resistencia a través de las fronteras como demostraban
las revueltas de Paris y los atentados de Madrid y Londres. Ciertamente
los dos compartíamos que la Unión Europea debía
de implicarse más con Medio Oriente ya que en el interior
de sus fronteras habitaban mas de veinte millones de musulmanes
y en cualquier caso son las fronteras más cercanas en
caso de extensión de conflictos. La responsabilidad en
la mediación de conflictos como el palestino poco a poco
debería de ir recayendo sobre Bruselas y dejar que Washington
pasase a la historia debido a su responsabilidad directa y apoyo
tácito a Israel. No sólo compartiamos esta visión
sino también el cómo en caso de que no hubiese
entendimiento entre la Comunidad Europea y los paises árabes
cualquier conflicto salpicaría sin lugar a dudas a la
fortaleza europea y no venido desde afuera sino desde su propio
corazón: nuestras capitales, como ya se vio en años
pasados.
Este hombre, intelectual consagrado
y no por casualidad, encendíaa sus ojos y a veces se trababa
por la pasión que mostraba al querer decir muchas cosas
a la vez y en más de una ocasión tuve que intentar
suavizar el debate para poder comprender todas aquellas palabras
que sin duda alguna no tenían desperdicio.
Tras la conversación
con Cristina llego el que sería mi guardaespaldas en el
campo, Samir, un joven de unos veinte y cinco años que
con una pistola automática en la cintura nos acompanaria
a Abdel y a mi por todos aquellos rincones a los que tuve acceso.
Según me decia Abdel, los jovenes aprenden antes a disparar
que a leer en los campos de refugiados y después de ver
como viven no extrana ya que tener un arma es garantía
de seguridad aunque yo pienso que también es garantía
de que en cualquier momento alguien te dispare.
Esta
foto -tomada de forma semiclandestina- es de uno de los accesos
al campamento
La tensión de que el
ejército libanés controlase las entradas y salidas
de la población y el conflicto que se vive entre las diferentes
facciones en la Palestina ocupada, hacían que mi seguridad
dependiese de la companía que llevaba, ya que serían
mis interlocutores en las diferentes áreas que atravesaríamos.
Nuestro guardaespaldas se mantenía a una distancia prudencial
de Abdel y de mi que mientras paseabamos hablábamos de
la manera de vivir en el campamento, los apaños que los
residentes debían de hacer para engañar al ejército
e introducir materiales de construcción en el campamento,
la violencia que generaba vivir en según qué zonas
por las alambradas de espino que rodeaban el campamento y la
presencia permanente del ejército, etc. Y mientras antes
de girar cualquier esquina, nuestro guardaespaldas se adelantaba
con la mano en la cintura a mirar el primero que o quien había
antes de llegar nosotros.
Realmente no sabía,
ni percibía la necesidad de tanta seguridad, al fin y
al cabo yo simplemente estaba alli de observador y para aprender,
pero como fue una circustancia que mis anfitriones consideraron
oportuna en ningún momento discrepé. En algunos
pasos donde las milicias tienen su control dentro del campo,
nuestro amigo hizo de enlace avisando (y pidiendo permiso deduje
yo) de y para qué nuestra presencia para evitar problemas.
En esto sitios las armas se hacían patentes en los milicianos:
metralletas de fabricación rusa y de fabricación
checa colgaban del cuello de las personas allí presentes
sin ningún pudor. Imaginaba que al fin y al cabo estaban
en su casa y me alegraba que al menos en este campamento, no
se reprodujese la violencia que se vivía en la Palestina
ocupada, donde los palestinos llevaban varias semanas matándose
entre ellos. Según me comentaba algún otro amigo
que hice en el campo, la matanza entre palestinos se debía
al calor que los sillones de la clase politica debían
de generar, matanza que el 90% de los palestinos desaprobaba
ya que no tenía nada que ver con la problemática
que los palestinos de a pie sufre diariamente: refugio forzoso
en otros países, carencia de necesidades básicas
cubiertas, etc.
Al llegar a la casa de Abdel
y Cristina después de un largo paseo para cenar, nuestro
guardaespaldas se despidió de nosotros dejándonos
dentro de la casa y sin emprender su camino hasta que la puerta
estuvo cerrada.
Después de la cena con
la familia de Cristina y Abdel, subimos a la terraza desde donde
los niños lanzaron unos cohetes a la casa del vecino y
tomamos un té charlando sobre la situación del
campo y sus antecedentes.
Hijo
menor de Abdel y Cristina desde la azotea donde me tenían
intimidado con tanto cohete
Incluyo algunas fotos del campo
y del sur de Libano ante las peticiones que voy recibiendo, aunque
aviso que cuando volvamos a Madrid podreis ver éstas y
muchas otras en el Centro Social Haydée Santamaría
en una exposición...
Los
así llamados "daños colaterales" del
bombardeo al campo: vehiculos, material sanitario, etc...
Como
véis, estaba lleno de armas este edificio: otro objetivo
militar
¿Qué
querrán decir los niños con la "V"? La
foto está tomada en uno de los muchos callejones del campo
¿Os
imagináis tener que cada vez que tengáis que ir
al super de turno tengáis que pasar por un control de
estas caracteristicas? Pues esto es lo que sufren diariamente
los habitantes de Ein El-Hilweh Camp
Los
cementerios han sido otro objetivo militar. ¿Será
que los muertos se levantan en periodos de guerra y hay que rematarlos?
Este es el cementerio de Marjayun y esto lo que queda de un espacio
de intimidad familiar
Cuando pueda seguiré
colgando más fotografias y escribiendo nuevas crónicas
desde el mundo árabe, que por lo que estamos viviendo
aqui, es pionero en lo que algunos entendemos por hospitalidad.
Más
fotos del sur de Libano
Más fotos de los regalos
que hizo el ejercito sionista a la poblacion rural del sur del
Líbano...
Esta
[bomba] pesaba mas de 30 kilos y me era prácticamente
imposible sujetarla en vilo con una mano. Un miembro del Partido
Comunista libanés la guardaba de recuerdo junto con otras
que habian caido en Nabatiyeh y alrededores
¿Alguien
sabría decirme que contienen estos artefactos de semejante
tamaño? Esta bomba fue soldada por dos milicianos de Hezbolá
para que los visitantes como yo pudiésemos observar el
tamaño de los presentes. Debe ser que lejos de
explotar, se abren en el aire mientras caen
Esto
es una escuela cerca de Qana. Clarisimo objetivo militar.
Como se ve, despues de dos meses siguen los trabajos de reconstrucción
de los elementos basicos de cualquier entorno social. Hay que
decir que desde el primer dia del alto el fuego comenzó
el trabajo de normalización
Ali
Mohamed, miembro del partido comunista libanés nos enseña
otro de los artefactos encontrados en el área de Nabatiyeh
Entre
estas bombitas, ¿cual os gustaría que atravesase
las paredes de vuestra casa?
Un trabajador de la construcción
las había recogido entre las ruinas de una fábrica
destruida en las afueras de Khiam y las exhibía en la
entrada de su negocio.
La
base de los soldados españoles en Marjayun. Después
de un rato hablando con ellos me autorizaron a fotografiarles.
Parece que están teniendo mejor experiencia en Líbano
bajo bandera de la ONU que en Iraq bajo la estadounidense
Esta tarde o mañana
intentaré publicar algunas fotos más para que os
hagáis una idea de la intensidad del viaje.
La
bienvenida al espacio liberado por Hezbollá. Cerca de
Nabatiyeh
Bomba
de racimo en un campo de patatas. Como ésta, miles que
quedan por ser explosionadas y de las cuales -fui testigo- nadie
se hacía cargo
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