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Testimonios
LÍBANO

* Manuel T. Espinar es miembro de la asociación humanitaria e internacionalista 'Haydée Santamaría', con sede en Leganés (Comunidad de Madrid)

Enlaces relacionados:

Diario desde Líbano (I)


Diario desde Líbano (II)

Crónicas de Manuel T. Espinar*

8 al 15 de octubre de 2006
CSCAweb. 16 de octubre de 2006

Recuerdos de Chatila

Hoy ya estoy de vuelta en Damasco. Tenia pensado haber estado en Libano hasta el martes pero la actividad frenética de los últimos tres días completó la recopilación de detalles que andaba buscando, no sólo eso ha acortado mi estancia, también el no querer alterar más de lo necesario la vida de los nuevos amigos que he encontrado en mi camino ya que no he dado un paso sin su ayuda.

Esta manana me desperté en el 'Palestinian Youth Center' de Chatila alrededor de las diez de la mañana y cual ha sido mi sorpresa al salir a la calle y ver que el barrio estaba inundado por completo. Durante toda la noche la lluvia ha estado castigando Beirut y las zonas nuevas de la ciudad donde el capital extranjero ha decidido invertir (esas que no bombardearán jamás), las canalizaciones del agua funcionan sin atascos ni problemas. En barrios-gueto como Chatila, con calles estrechas donde las paredes se susurran la una a la otra, el agua se apoderado de ellas.

Realmente no sabía muy bien qué hacer pues mi idea era salir a primera hora de la mañana destino Damasco, pero viendo el paisaje me era imposible moverme por los pequeños callejones que me sacarían del barrio. Las dos avenidas principales estaban colapsadas por la basura arrastrada en las riadas nocturnas, así que lo único que se me ha ocurrido fue coger mi camara de fotos y como he podido me he ido desplazando de una callejuela a otra tomando fotografias ante la indiferencia de los residentes, más preocupados en como hacer sus queaheceres diarios.

El agua llegaba en algunas calles a la altura de la cintura, inundando los coches en su interior. En otras partes, más destinadas a los peatones, el agua no bajaba del nivel de las rodillas. Como podia yo saltaba de un muro a otro para intentar retratar lo mejor posible lo que estaba viendo, al cabo de media hora había conseguido llegar a la tienda mi amigo Ali Samir.

La tienda se encontraba en un pequeño alto de la calle lo que había significado que no había entrado agua en ella, evitando así los desperfectos que sí había visto en otros sitios. A lo largo de la noche, los generadores que dan electricidad al barrio habían dejado de funcionar dejando Chatila a oscuras por completo.

Ali me ha invitado a desayunar un té y hemos hablado durante más de tres horas, haciendo tiempo para que bajara el nivel del agua aprovechando que había parado de llover torrencialmente alrededor de las ocho de la mañana, pero las alcantarillas a las once de la mañana seguían espulsando agua hacia el exterior. Mientras desayunabamos, he tomado mi primera clase de árabe con Ali aprendiéndome el alfabeto. Aparentemente parece sencillo pero ya veremos si cuando vuelva a España consigo recordarlo. También hemos hablado de la situación del barrio y de la fustración que Ali tenía por la falta de organización colectiva para remediar estos problemas ya normales todos los años.

Según él, si entre todos los vecinos que viven en Chatila se pusieran diez mil libras sirias por persona, se remediaría este problema de las inundaciones pero no sentía que se tuviese voluntad ya que los palestinos habían aprendido a vivir en la adversidad permanente, adaptándose a las peores circustancias de vida posibles.

Ciertamente eso pensaba yo también mientras el me comentaba su perspectiva. No me parecía normal que un pueblo que había sufrido tanto no tuviese unos mecanismos más fuertes de organización para paliar estos males. No es sólo el problema de las inundaciones, es la acumulación de basuras en las calles, la presencia de ratas como un animal domestico prácticamente: ratas tan grandes que los gatos las temen y es la falta de comunicación entre los propios vecinos a cerca de estas cosas.

Hay que reconocer los intentos de las diferentes asociaciones que tienen presencia en el barrio por intentar cambiar la mentalidad derrotista y desidiosa que muchos de estos palestinos con tanta guerra a sus espaldas han adquirido, pero el trabajo no es fácil y los medios escasos. Me llamaba la atención que para coger un arma no tenían problemas casi ninguno y todos entendían que el fin justificaba cogerlas, incluso yo lo entiendo, pero no puedo evitar ser crítico pues de alguna manera me he sentido decepcionado.

Igual que se coge un arma ¿no se puede mejorar la calidad de vida del espacio donde uno vive recogiendo la basura que se genera?. O simplemente ¿creando un fondo común para mejorar las canalizaciones del barrio para evitar todos los destrozos y problemas que ello genera?. Si el gobierno [libanés] sirio no se hace cargo porque dice que es problema de los palestinos y a los palestinos les da igual......¿Qué actitud debemos de adoptar nosotros ante esta problemática? Qué de dudas y contradicciones generan la vida real, el día a día.

Menos mal que siempre hay gente que te ayuda a resolverlas. Ali me comentaba que los palestinos que estan fuera de Palestina, viven a la espera permanente del regreso haciendo que sus condiciones del día a día les diesen más o menos igual pues ya tendrían que gastar las energias, cuando volviesen, en la reconstrucción de sus casas allá en su tierra. No me acababa de convencer pero algo de verdad tendría que tener pues no encontraba otra explicación.

Al final conseguí salir del barrio con Ali, que se ofreció a acompañarme a coger una "van" (pequena furgoneta que hace de minibús), alrededor de la una de la tarde. La 'van' me dejó justo en el puerto para coger un taxi colectivo con destino Damasco.

Atravesar Beirut con el taxi fue una aventura ya que la mayoría de los pasos por debajo de puentes estaban inundados y no fue sino en el segundo paso donde nos entró agua en el coche y el taxista se puso a bramar a Ala furioso. Segun remontabamos las montañas cercanas, los rios de agua se hacian mas debiles, pero imaginaba lo que había tenido que ser la carretera en la noche, practicamente intransitable.

Beirut está ubicada en la ladera de un macizo montañoso haciendo que en ocasiones, como la vivida la noche anterior, sus calles sean un autentico cauce fluvial.

Pasada una hora más o menos llegamos al primer puesto fronterizo Libanés donde conseguí el visado de salida sin problemas. En el siguiente paso, el sirio, tampoco tuve problema para entrar. Pero ese no sería el último, un par de kilometros más adelante nos encontramos con un vendedor de pan con una metralleta colgada al hombro sonriendo apaciblemente mientra nos ofrecia su mercancía. Me llamó mucho la atención ver un civil armado vendiendo pan....pero debia de ser algo normal ya que los otro cinco acompañantes del taxi ni se inmutaron. Pasado este personaje nos encontramos un control de lo que podríamos denominar inteligencia siria que se empeñaron en pedirnos la documentación a todos los que en el taxi viajábamos y de ver qué tipo de maletas llevábamos. A parte del susto, ya que todo el material que he grabado en Libano va conmigo y podrían habermelo requisado, no tuve mas problemas...

Ya en Damasco, volví a la calle del hotel donde me había alojado el martes pasado, pero elegí el hotel vecino buscando mayor confort para la llegada de Laura. Y creo que he acertado.

Despues de una siesta de cinco horas, un paseito por la parte vieja de la ciudad me ha servido para asimilar las andanzas por Libano y el valor de las fotografias y del material de video que llevo conmigo. Sentado en una terraza fumando en arguila y tomando un té, las ideas de lo que me gustaría que viniera en los días próximos iban tomando forma a la espera de la llegada de Laura.

Os adjunto algunas fotos más que me dieron en Saida... Son del bombardeo al campo de refugiados de Ein El-Hilweh Camp: coches destrozados (entre ellos el de Mustafá) y una muestra de los daños en el hospital donde trabajan Cristina y Mustafá.

Besos desde el corazon de la Resistencia Islamica.

Lunes, 16 de octubre, 2006
Tres millones de iraquíes exiliados en Siria tras la ocupación de Iraq

Hoy me encontré de casualidad con el primer iraquí en los días que llevo de viaje por Oriente Medio. Tawfik vivía en Bagdad con su familia hasta hace dos años que decidieron salir del país debido a la violencia a la que se enfrentaban diariamente en todos los aspectos de su vida. Decir que esta familia es de confesión católica.

En Bagdad regentaba un café en la parte sur de la ciudad donde los católicos eran minoría pero la situación de desestabilización del país tras disolver el ejercito y la policía, les hizo imposible la vida.

Hemos conversado durante una hora larga tomando un café sobre los riesgos de viajar a Iraq ahora, sobre su nueva situación y sobre su punto de vista de qué ha supuesto el cambio de situacion en su país tras la ocupación. Tawfik se mostraba seguro de sus palabras al afirmar que en Iraq, al igual que en el resto de países árabes donde no ha habido intervención, los católicos, los musulmanes, los judios y el resto de confesiones minoritarias de la zona, vivían en paz bajo el gobierno de Sadam Hussein hasta la intervención americana y que esta intervención y la disulución de todo lo que oliera a afines del antiguo gobierno habia generado el kaos y el pillaje camuflado bajo las milicias de unos y otros queriendo controlar las diferentes regiones de Irak. Tawfik también se mostraba convencido de que los Estados Unidos apoyaban a todas las milicias por igual, de manera no visible, ya que determinados atentados solo podrían haberse fraguado en oficinas de la CIA por los objetivos a los que se atacaban. Entre las milicas iraquies (Sunies y Shiies), aunque rivalicen por las zonas de influencia, según me ha dado a entender mi interlocutor, existe una especie de acuerdo de respeto por los lugares de culto....los atentados en las mezquitas en las cuales rezan los mulsumanes, independientemente de la confesion (aunque el Iman tenga otra diferente que le va a escuchar), sólo podrían haber sido fabricados por los agentes distorsionadores. En la actualidad viven en Siria cerca de tres millones de desplazados iraquies y en Damasco concretamente los iraquíes se concentran en la zona periférica: en Jaramna, en Parza y en Kudsia. Tawfik me ha dado un par de direcciones en cada barrio para que vaya a hablar con algunos amigos suyos que han perdido familiares y amigos luchando contra la ocupación. En los próximos días intentaré acercarme a hablar con ellos y haber si me dejan entrevistarlos y que expresen su opinión sobre la situación actual que vive su pais.
Aunque ya me dejó claro cual es el sentir generalizado de los iraquies que se han tenido que marchar de su tierra: Americans go home!

Después de esta tertulia y aprovechando que estabamos en un cyber cafe, le he enseñado la página de nuestra asociacion y realmente se ha emocionado de ver los actos que hacemos en solidaridad con el pueblo iraquí. Nos hemos despedido con un abrazo y con el compromiso de futuras visitas a éste, su nuevo negocio en el exilio.

Miércoles, 18 de octubre, 2006
Damasco, destino de la desesperación

Ayer pasé practicamente esperando a Laura que llegaba a Damasco procedente desde Madrid, en principio, al mediodia. El avión llegó con cinco horas de retraso, lo que hizo que mi espera se hiciese eterna. Ante tal eventualidad decidí observar a los pasajeros que llegaban al aeropuerto desde otros destinos como Bagdad, Janna, Kabul.... y al principio no sacaba nada en claro hasta que comencé a observar más detenidamente.

Los pasajeros que procedían de Bagdad, eran principalmente personas mayores que pasaban de los cincuenta años la mayoría y niños. Familias que traían consigo grandes maletas con las cuales llenaban varios carros portaequipajes, salían de la zona donde se recogían las maletas descalzos, con ropas sucias y sin buscar a nadie que les esperase.

Desde los vuelos preocedentes de Kabul oservaba las mismas escenas. En ambos casos, los unicos ajenos a las causas de su migración eran los niños, que tal vez seria la primera vez que tomaban un avión, jugando entre ellos, desprendían algo de distracción a los mayores.

En el camino hacia el aeropuerto coincidí en el autobús con un iraquí, Hussein, un profesor de diseño gráfico que hacía dos años había abandonado Bagdad con su mujer y sus dos hijos por la imposibilidad de desarrollarse profesionalmente y por los riesgos que la violencia desentrañaba en todas las partes del país. Hussein me habló de la época de Sadam con añoro y de lo bien que vivían en aquel entonces bajo su gobierno. Me describía el Bagdad de entonces como la Damasco de hoy, donde todas las confesiones convivían sin problemas. También me contó como en una ocasion vio introducir un paquete en un coche a manos de un soldado norteamericano y como a los doscientos metros el coche explotó con sus cuatro ocupantes, siendo sus cuerpos volatilizados y el coche de Hussein desplazado más de cinco metros por la onda expasiva. Esta experiencia fue la detonante para tomar la decisión de marcharse de Irak. No solo la violencia de las diferentes confesiones es la que tienen que padecer los iraquíes sino también la violencia de los ocupantes contra todo lo que parezca árabe.

Siria se ha convertido en el refugio de todos aquellos que huyen de la desesperacion, no sólo de los países vecinos sino también de aquellos que siendo árabes, quedan más lejos de sus fronteras como pueda ser Afganistán. Mas de tres millones de iraquíes residen en Siria y esta cifra solo hace incrementarse diariamente. En los próximos días tendré un encuentro con Hussein que nos introducirá en uno de los barrios de Shiitas iraquíes de Damasco y nos facilitara algunas entrevistas.

Esta mañana nos hemos reunido de nuevo con Abu Khalil, el representante de asuntos internacionales del FPLP, en su sede de Damasco. Le hemos hecho una entrevista como al miembro de Hizbola y asi poder tener una comprensión mayor de la situación de Oriente Medio y las diferentes tendencias frente a la imposición de la hegemonía estadounidense en la zona.

Han sido muchas las preguntas que le hemos hecho a esta persona cariñosa y entrañable pero las respuestas convergían en el mismo punto: derecho a la autodeterminación, derecho al retorno, soberania de la Nacion Árabe y no ingerencia de la comunidad internacional. Sobre el papel de la Comunidad Europea en los conflictos del mundo árabe ha reprochado el seguidismo de Europa a EE.UU., al ir dos pasos por detras de los Estados Unidos siempre. Ha reconocido el liderazgo de Zapatero en Europa en los asuntos que conciernen a Oriente Medio y ha agradecido que haya sido el gobierno español quien primero haya criticado los ataques sionistas a Libano. Ciertamente este reconocimiento nos lo hemos encontrado allá donde hemos ido.

Hoy dormiremos en Palmira y mañana saldremos en direccion a Dayr Az Zor y seguidamente a la frontera con Irak en Abu Kamal, con la idea de observar los flujos migratorios que se pudieran dar y recoger algún testimonio que podamos traer con nosotros de vuelta a Madrid.

Seguiremos informando.......Saludos. mas de media hora para poder editarla junta con la entrevista que le hice a Ali, el...

Sábado, 21 de octubre, 2006
Visita a Abu Kamal, Mari, Deir Ezor y Alepo

Estos tres últimos días han sido muy intensos, especialmente para Laura por el hecho de ser mujer. En Palmira tuvimos un rato muy agradable con Cristopher, un canadiense que era profesor de literatura y trabajaba en Arabia Saudi, en Janna, a través de él nos pudimos hacer una idea de que era ese país y de la desgracia de ser extranjero, mujer o inmigrante en el pais mas restrictivo del mundo. El nos contó su experiencia personal como trabajador allí, la cual me parece interesante de trasmitir por lo que se pueda dilucidar de ella.

Los trabajadores extranjeros con una formación específica residen en hoteles de cinco estrellas con todo lo que puedan necesitar pero no tienen opcion de hacer vida social fuera de su entorno. El contacto o la participacion social es imposible. La sociedad saudí con las mujeres tampoco es excesivamente flexible: no pueden conducir, no pueden mostrarse, ni tan siquiera salir sin el permiso de sus maridos. Vamos que una joyita de país en el cual solo los hombres saudíes son los participes de cualquier actividad social.

Los extranjeros son recluidos en celdas de oro, oro que no se come ni alimenta y las mujeres son esclavas de su propia condicion.

Tambien intercambiamos varios puntos de vista sobre política internacional ya que Cristopher me preguntó a cerca de mi opinión sobre las pruebas nucleares de Corea del Norte y después de un repaso por Cuba, Venezuela, Colombia, Irak y Siria los dos convenimos que, por los antecedentes, de quien teníamos que estar alerta era de EE.UU.

Deir Ezor es una ciudad a la orilla del Eufrates que desde que uno entra en ella se asombra. Después de varias horas en autobús por un desierto hostil donde todavía veíamos desde el autobús a los beduinos vagando por él, llegamos a Deir Ezor encontrándonos a su entrada una especie de montaña sembrada de tumbas sin recinto alguno que las acotase. Nos preguntabamos si, en caso de fallecer harían un agujero en cualquier espacio libre de la montaña y nos dejarían all con una laápida a modo de diminuta cúpula. Algo así debía de ser el protocolo porque por más que recorrimos el pueblo no encontramos otro cementerio. Deir Ezor es la ciudad más grande de la mitad este de Siria. Desde ella, uno se podía comunicar con Bagdad en algo menos de 10 horas por carretera atravesando el desierto antes de que cerrasen la frontera debido a la actual guerra y es la ciudad por donde cualquiera que desde Siria quiera acceder al Kurdistán debe de pasar.

En Deir Ezor conocimos a Sara y a Lina, dos estudiantes de inglés provenientes de una aldea cercana a Mari. El recorrido por esta ciudad lo hicimos con la mochila a cuestas así que nos era imposible pasar desapercibidos. Lina se dirigio a nosotros en un casi perfecto ingles preguntándonos por nuestro origen y en ese momento comenzamos a caminar juntos por la calle y a compartir entre los cuatro. A Laura la regalaron dos Cd's de música árabe y algo más tarde nos invitaron a ir a su casa. Antes de entrar nos invitaron a dos refrescos e intuyo que le pidieron permiso al tendero para introducirnos en su casa (de alquiler) ya que la tienda pegaba con lo que era su residencia, y al parecer no hubo problema. El problema vino una vez en la puerta de su casa ya que tenian que pedir permiso a una señora mayor que también vivía en la casa y desde fuera vivimos una situación muy tensa al escuchar muchos gritos que creíamos de desacuerdo y no nos habíamos equivocado, a los dos minutos Lina salió de la casa pidiéndonos disculpas y diciéndonos que nos olvidasemos de ella visiblemente avergonzada por la situación.

Para rebajar la tensión, yo la intenté transmitir tranquilidad diciéndola que sabíamos que el Islam, para estas cuestiones especialmente relacionadas con la mujer, era una religión muy restrictiva y que entendíamos la situación y que no se preocupase. Se ofreció a buscarnos un taxi y antes de irmos nos regaló unas pastas de te que más tarde nos comeríamos Laura y yo comentando lo vivido. Para nosotros era una situación nueva y que nos había surgido y ambos estabamos de acuerdo que para Lina y para Sara, nosotros eramos viento fresco del cual querían respirar, viendo su inquietud cortada por el entorno en el cual residían. En cualquier caso, les dimos nuestros emails y nuestros teléfonos invitándolas a venir a Espana cuando quisieran donde en ningún caso se encontrarían situaciones de este tipo, al menos con nosotros.

De Dier Ezor nos dirigimos a Abu Kamal llegando ya por la noche. Cenamos algo en un pequeÑo comercio vecino a la estaciÓn de autobuses y emprendimos camino a lo que serÍa el centro del pueblo. A mitad de camino y pasando justo frente a la puerta de lo que debía de ser una estación de policia, y señor con bigote y bajito nos pidió la documentación algo sobresaltado por nuestra presencia. Comencé una breve discusión con él de por qué, cómo, quién era, etc. y en pocos minutos Laura y yo nos vimos rodeados de varios policias. Nos identificamos y nos recomendaron volver a Deir Ezor a dormir, consejo ante el cual hicimos oidos sordos....y aunque la visita a Abu Kamal fue un calvario, me alegro de lo vivido por lo enriquecedor de la experiencia. Lo que esperaba encontrarme en Abu Kamal, refugiados iraquíes, resistentes anti-americanos, etc., y si lo había pasó completamente desapercibido para nosotros.

Nos ibamos acercando al casco urbano y tanto Laura como yo nos dabamos cuenta de que todas las mujeres iban con el rostro cubierto con velos negros impidiendo ver no sólo su rostro sino también sus manos. Los hombres llenaban los cafés fumando en arguila, mientras las mujeres hacian compras en tiendas de ropa, comestibles, etc. Según entrábamos más en el centro de la ciudad, las miradas hacia nosotros se hacían más hostiles, especialmente para Laura por parte de otras mujeres.

Conseguimos llegar al hotel y ya en la habitación tuvimos una crisis por la presión social a la que nos habiamos sometido, llegando a la conclusion que en pequeños pueblos como este donde lo mas radical del Islam hace sus nidos, sería mejor que ella llevase un panuelo en la cabeza con el fin de intentar pasar lo más desapercibidos posibles. Laura paso un mal momento sintiendose incomprendida y no respetada en su integridad y sus creencias pero ´¿cómo explicar y a quién que existen mujeres liberadas en el mundo y que la religin no determina su existencia?

A la mañana siguiente habíamos decidido salir temprano para ahorrarnos más experiencias como la de noche anterior y a las seis de la manana ya estábamos cogiendo un taxi con destino a las ruinas de Mari. Fuimos los primeros en llegar (y seguramente los únicos del día) y nos encontramos con dos niñas, las cuales eran las responsables de vender las entradas al recinto, un yacimiento arqueológico que había comenzado a trabajarse en el año 1923 a manos de una expedición francesa (no era dificil que fuera francesa ya que en estas fechas Siria estaba ocupada por Francia) y a día de hoy habían conseguido rehabilitar gran parte de lo que debía de haber sido una ciudad de grandes muros de barro donde sus residentes debían de sentirse como hormigas.

Después de la visita y viendo lo temprano que era, decidimos pedir un desayuno en la casa de las niñas, las cuales nos sirvieron encantadas dando pié a una semi conversación entre los cuatro y ante la cual decidí apartarme dando opción a que Laura pudiese intimar de alguna manera con aquellas niñas de velo negro y vestidos preciosos. Cuando volví de darme un paseo, Laura tenia puesto un velo de colores que las niñas la habían ayudado a ponerse y estaban intercambiando idiomas de manera afable. Nos despedimos y emprendimos camino a Alepo en una furgoneta colectiva.

En Alepo dormimos en la parte vieja con vistas a la "ciudadela", el monumento mas famoso y tal vez el mas llamativo de la ciudad. Esta mañana lo hemos visitado y la verdad es que nos ha impresionado: era como revivir una pelicula de romanos y en cada hueco, hoy vacio, ver un pequeño comercio, una pequeña mezquita, o unos baños árabes. La ciudadela da sentido al resto de esta ciudad que poco a poco ha ido creciendo en forma de anillos, siendo todo lo que la rodea, la parte vieja de la ciudad. El trabajo de reconstrucción de esta joya y del resto de piedras preciosas que tiene Alepo, está llevándose a cabo entre una fundación de origen alemán y lo que debe de ser otra que protege el patrimonio historico, ya que visitando otros espacios de gran valor arquitectónico, hemos podido ver esta asociación de intereses.

El día en Alepo ha dado mas de sí, como por ejemplo conocer a Nicolai, un señor de origen sirio que ya ha pasado a ser ciudadano del mundo habiéndose asegurado su vejez y la de sus sobrinas (ya que es un solterón). Cudadano del mundo porque se lo ha recorrido casi todo en los ultimos nueve años y lo de asegurarse su vejez es porque ha sido joyero y ha tenido poder dentro del gremio permitiéndole obtener grandes plusvalias. Nos ha contado la ruta árabe del oro y de las piedras preciosas. Del Congo o Sudafrica a Suiza o Londres donde se limpian, cortan y pesan cualquiera de los materiales preciosos para luego distribuirse en el resto del mundo. Nicolai era uno de los joyeros mas prestigiosos de Siria y dueño de varias joyerias en Damasco y en Alepo aunque ya retirado desde hace nueve años así que realmente sabía de lo que nos hablaba.

Como véis no hemos perdido el tiempo y aunque en algunos días no hayamos tenido una plenitud en satisfaccion, reconozco que nos hacia falta sentir ese choque cultural y de visión del mundo entre oriente y occidente. Me gustaría saber como Zapatero plantea lo de la Alianza de Civilizaciones, porque no es algo facil y ya hemos comenzado nosotros a planificarla, incluso cambiándola el nombre y buscando connotaciones históricas que refuercen nuestra propuesta. La llamaríamos la Alianza del Mediterráneo y estaría basado en nuestros lazos históricos de relaciones con el resto de países con los que compartimos aguas ya que en este viaje estoy llegando a convencerme de que el temperamento de los árabes es muy similar al nuestro, reconociendo que la religión hoy en día para ellos es tan importante como en su día fue para nosotros el Cristianismo.

Mañaana salimos destino Latakia y dormiremos en Tartus a ver si vemos algo de bosque que el desierto nos ha dejado la mirada plana.

Nuestra ruta por si no podemos escribir en algún momento es Tartus, Monasterio de Marmusa, Damasco y Amán. En Damasco y en Amán nos esperan nuevas entrevistas con palestinos e iraquíes, así que ya os las enviaremos por aquí para que sigáis extendiendo la idea de los derechos de autodeterminación y de la soberanía.