Diario desde Líbano
(II)
Crónicas
de Manuel T. Espinar*
8 al
15 de octubre de 2006
CSCAweb. 16 de octubre de 2006
Recuerdos de Chatila
Hoy ya estoy de vuelta en Damasco.
Tenia pensado haber estado en Libano hasta el martes pero la
actividad frenética de los últimos tres días
completó la recopilación de detalles que andaba
buscando, no sólo eso ha acortado mi estancia, también
el no querer alterar más de lo necesario la vida de los
nuevos amigos que he encontrado en mi camino ya que no he dado
un paso sin su ayuda.
Esta manana me desperté
en el 'Palestinian Youth Center' de Chatila alrededor de las
diez de la mañana y cual ha sido mi sorpresa al salir
a la calle y ver que el barrio estaba inundado por completo.
Durante toda la noche la lluvia ha estado castigando Beirut y
las zonas nuevas de la ciudad donde el capital extranjero ha
decidido invertir (esas que no bombardearán jamás),
las canalizaciones del agua funcionan sin atascos ni problemas.
En barrios-gueto como Chatila, con calles estrechas donde las
paredes se susurran la una a la otra, el agua se apoderado de
ellas.
Realmente no sabía muy
bien qué hacer pues mi idea era salir a primera hora de
la mañana destino Damasco, pero viendo el paisaje me era
imposible moverme por los pequeños callejones que me sacarían
del barrio. Las dos avenidas principales estaban colapsadas por
la basura arrastrada en las riadas nocturnas, así que
lo único que se me ha ocurrido fue coger mi camara de
fotos y como he podido me he ido desplazando de una callejuela
a otra tomando fotografias ante la indiferencia de los residentes,
más preocupados en como hacer sus queaheceres diarios.
El agua llegaba en algunas
calles a la altura de la cintura, inundando los coches en su
interior. En otras partes, más destinadas a los peatones,
el agua no bajaba del nivel de las rodillas. Como podia yo saltaba
de un muro a otro para intentar retratar lo mejor posible lo
que estaba viendo, al cabo de media hora había conseguido
llegar a la tienda mi amigo Ali Samir.
La tienda se encontraba en
un pequeño alto de la calle lo que había significado
que no había entrado agua en ella, evitando así
los desperfectos que sí había visto en otros sitios.
A lo largo de la noche, los generadores que dan electricidad
al barrio habían dejado de funcionar dejando Chatila a
oscuras por completo.
Ali me ha invitado a desayunar
un té y hemos hablado durante más de tres horas,
haciendo tiempo para que bajara el nivel del agua aprovechando
que había parado de llover torrencialmente alrededor de
las ocho de la mañana, pero las alcantarillas a las once
de la mañana seguían espulsando agua hacia el exterior.
Mientras desayunabamos, he tomado mi primera clase de árabe
con Ali aprendiéndome el alfabeto. Aparentemente parece
sencillo pero ya veremos si cuando vuelva a España consigo
recordarlo. También hemos hablado de la situación
del barrio y de la fustración que Ali tenía por
la falta de organización colectiva para remediar estos
problemas ya normales todos los años.
Según él, si
entre todos los vecinos que viven en Chatila se pusieran diez
mil libras sirias por persona, se remediaría este problema
de las inundaciones pero no sentía que se tuviese voluntad
ya que los palestinos habían aprendido a vivir en la adversidad
permanente, adaptándose a las peores circustancias de
vida posibles.
Ciertamente eso pensaba yo
también mientras el me comentaba su perspectiva. No me
parecía normal que un pueblo que había sufrido
tanto no tuviese unos mecanismos más fuertes de organización
para paliar estos males. No es sólo el problema de las
inundaciones, es la acumulación de basuras en las calles,
la presencia de ratas como un animal domestico prácticamente:
ratas tan grandes que los gatos las temen y es la falta de comunicación
entre los propios vecinos a cerca de estas cosas.
Hay que reconocer los intentos
de las diferentes asociaciones que tienen presencia en el barrio
por intentar cambiar la mentalidad derrotista y desidiosa que
muchos de estos palestinos con tanta guerra a sus espaldas han
adquirido, pero el trabajo no es fácil y los medios escasos.
Me llamaba la atención que para coger un arma no tenían
problemas casi ninguno y todos entendían que el fin justificaba
cogerlas, incluso yo lo entiendo, pero no puedo evitar ser crítico
pues de alguna manera me he sentido decepcionado.
Igual que se coge un arma ¿no
se puede mejorar la calidad de vida del espacio donde uno vive
recogiendo la basura que se genera?. O simplemente ¿creando
un fondo común para mejorar las canalizaciones del barrio
para evitar todos los destrozos y problemas que ello genera?.
Si el gobierno [libanés] sirio no se hace cargo porque
dice que es problema de los palestinos y a los palestinos les
da igual......¿Qué actitud debemos de adoptar nosotros
ante esta problemática? Qué de dudas y contradicciones
generan la vida real, el día a día.
Menos mal que siempre hay gente
que te ayuda a resolverlas. Ali me comentaba que los palestinos
que estan fuera de Palestina, viven a la espera permanente del
regreso haciendo que sus condiciones del día a día
les diesen más o menos igual pues ya tendrían que
gastar las energias, cuando volviesen, en la reconstrucción
de sus casas allá en su tierra. No me acababa de convencer
pero algo de verdad tendría que tener pues no encontraba
otra explicación.
Al final conseguí salir
del barrio con Ali, que se ofreció a acompañarme
a coger una "van" (pequena furgoneta que hace de minibús),
alrededor de la una de la tarde. La 'van' me dejó justo
en el puerto para coger un taxi colectivo con destino Damasco.
Atravesar Beirut con el taxi
fue una aventura ya que la mayoría de los pasos por debajo
de puentes estaban inundados y no fue sino en el segundo paso
donde nos entró agua en el coche y el taxista se puso
a bramar a Ala furioso. Segun remontabamos las montañas
cercanas, los rios de agua se hacian mas debiles, pero imaginaba
lo que había tenido que ser la carretera en la noche,
practicamente intransitable.
Beirut está ubicada
en la ladera de un macizo montañoso haciendo que en ocasiones,
como la vivida la noche anterior, sus calles sean un autentico
cauce fluvial.
Pasada una hora más
o menos llegamos al primer puesto fronterizo Libanés donde
conseguí el visado de salida sin problemas. En el siguiente
paso, el sirio, tampoco tuve problema para entrar. Pero ese no
sería el último, un par de kilometros más
adelante nos encontramos con un vendedor de pan con una metralleta
colgada al hombro sonriendo apaciblemente mientra nos ofrecia
su mercancía. Me llamó mucho la atención
ver un civil armado vendiendo pan....pero debia de ser algo normal
ya que los otro cinco acompañantes del taxi ni se inmutaron.
Pasado este personaje nos encontramos un control de lo que podríamos
denominar inteligencia siria que se empeñaron en pedirnos
la documentación a todos los que en el taxi viajábamos
y de ver qué tipo de maletas llevábamos. A parte
del susto, ya que todo el material que he grabado en Libano va
conmigo y podrían habermelo requisado, no tuve mas problemas...
Ya en Damasco, volví
a la calle del hotel donde me había alojado el martes
pasado, pero elegí el hotel vecino buscando mayor confort
para la llegada de Laura. Y creo que he acertado.
Despues de una siesta de cinco
horas, un paseito por la parte vieja de la ciudad me ha servido
para asimilar las andanzas por Libano y el valor de las fotografias
y del material de video que llevo conmigo. Sentado en una terraza
fumando en arguila y tomando un té, las ideas de lo que
me gustaría que viniera en los días próximos
iban tomando forma a la espera de la llegada de Laura.
Os adjunto algunas fotos más
que me dieron en Saida... Son del bombardeo al campo de refugiados
de Ein El-Hilweh Camp: coches destrozados (entre ellos el de
Mustafá) y una muestra de los daños en el hospital
donde trabajan Cristina y Mustafá.
Besos desde el corazon de la
Resistencia Islamica.
Lunes, 16
de octubre, 2006
Tres millones de iraquíes
exiliados en Siria tras la ocupación de Iraq
Hoy me encontré de casualidad
con el primer iraquí en los días que llevo de viaje
por Oriente Medio. Tawfik vivía en Bagdad con su familia
hasta hace dos años que decidieron salir del país
debido a la violencia a la que se enfrentaban diariamente en
todos los aspectos de su vida. Decir que esta familia es de confesión
católica.
En Bagdad regentaba un café
en la parte sur de la ciudad donde los católicos eran
minoría pero la situación de desestabilización
del país tras disolver el ejercito y la policía,
les hizo imposible la vida.
Hemos conversado durante una
hora larga tomando un café sobre los riesgos de viajar
a Iraq ahora, sobre su nueva situación y sobre su punto
de vista de qué ha supuesto el cambio de situacion en
su país tras la ocupación. Tawfik se mostraba seguro
de sus palabras al afirmar que en Iraq, al igual que en el resto
de países árabes donde no ha habido intervención,
los católicos, los musulmanes, los judios y el resto de
confesiones minoritarias de la zona, vivían en paz bajo
el gobierno de Sadam Hussein hasta la intervención americana
y que esta intervención y la disulución de todo
lo que oliera a afines del antiguo gobierno habia generado el
kaos y el pillaje camuflado bajo las milicias de unos y otros
queriendo controlar las diferentes regiones de Irak. Tawfik también
se mostraba convencido de que los Estados Unidos apoyaban a todas
las milicias por igual, de manera no visible, ya que determinados
atentados solo podrían haberse fraguado en oficinas de
la CIA por los objetivos a los que se atacaban. Entre las milicas
iraquies (Sunies y Shiies), aunque rivalicen por las zonas de
influencia, según me ha dado a entender mi interlocutor,
existe una especie de acuerdo de respeto por los lugares de culto....los
atentados en las mezquitas en las cuales rezan los mulsumanes,
independientemente de la confesion (aunque el Iman tenga otra
diferente que le va a escuchar), sólo podrían haber
sido fabricados por los agentes distorsionadores. En la actualidad
viven en Siria cerca de tres millones de desplazados iraquies
y en Damasco concretamente los iraquíes se concentran
en la zona periférica: en Jaramna, en Parza y en Kudsia.
Tawfik me ha dado un par de direcciones en cada barrio para que
vaya a hablar con algunos amigos suyos que han perdido familiares
y amigos luchando contra la ocupación. En los próximos
días intentaré acercarme a hablar con ellos y haber
si me dejan entrevistarlos y que expresen su opinión sobre
la situación actual que vive su pais.
Aunque ya me dejó claro cual es el sentir generalizado
de los iraquies que se han tenido que marchar de su tierra: Americans
go home!
Después de esta tertulia
y aprovechando que estabamos en un cyber cafe, le he enseñado
la página de nuestra asociacion y realmente se ha emocionado
de ver los actos que hacemos en solidaridad con el pueblo iraquí.
Nos hemos despedido con un abrazo y con el compromiso de futuras
visitas a éste, su nuevo negocio en el exilio.
Miércoles,
18 de octubre, 2006
Damasco, destino de la
desesperación
Ayer pasé practicamente
esperando a Laura que llegaba a Damasco procedente desde Madrid,
en principio, al mediodia. El avión llegó con cinco
horas de retraso, lo que hizo que mi espera se hiciese eterna.
Ante tal eventualidad decidí observar a los pasajeros
que llegaban al aeropuerto desde otros destinos como Bagdad,
Janna, Kabul.... y al principio no sacaba nada en claro hasta
que comencé a observar más detenidamente.
Los pasajeros que procedían
de Bagdad, eran principalmente personas mayores que pasaban de
los cincuenta años la mayoría y niños. Familias
que traían consigo grandes maletas con las cuales llenaban
varios carros portaequipajes, salían de la zona donde
se recogían las maletas descalzos, con ropas sucias y
sin buscar a nadie que les esperase.
Desde los vuelos preocedentes
de Kabul oservaba las mismas escenas. En ambos casos, los unicos
ajenos a las causas de su migración eran los niños,
que tal vez seria la primera vez que tomaban un avión,
jugando entre ellos, desprendían algo de distracción
a los mayores.
En el camino hacia el aeropuerto
coincidí en el autobús con un iraquí, Hussein,
un profesor de diseño gráfico que hacía
dos años había abandonado Bagdad con su mujer y
sus dos hijos por la imposibilidad de desarrollarse profesionalmente
y por los riesgos que la violencia desentrañaba en todas
las partes del país. Hussein me habló de la época
de Sadam con añoro y de lo bien que vivían en aquel
entonces bajo su gobierno. Me describía el Bagdad de entonces
como la Damasco de hoy, donde todas las confesiones convivían
sin problemas. También me contó como en una ocasion
vio introducir un paquete en un coche a manos de un soldado norteamericano
y como a los doscientos metros el coche explotó con sus
cuatro ocupantes, siendo sus cuerpos volatilizados y el coche
de Hussein desplazado más de cinco metros por la onda
expasiva. Esta experiencia fue la detonante para tomar la decisión
de marcharse de Irak. No solo la violencia de las diferentes
confesiones es la que tienen que padecer los iraquíes
sino también la violencia de los ocupantes contra todo
lo que parezca árabe.
Siria se ha convertido en el
refugio de todos aquellos que huyen de la desesperacion, no sólo
de los países vecinos sino también de aquellos
que siendo árabes, quedan más lejos de sus fronteras
como pueda ser Afganistán. Mas de tres millones de iraquíes
residen en Siria y esta cifra solo hace incrementarse diariamente.
En los próximos días tendré un encuentro
con Hussein que nos introducirá en uno de los barrios
de Shiitas iraquíes de Damasco y nos facilitara algunas
entrevistas.
Esta mañana nos hemos
reunido de nuevo con Abu Khalil, el representante de asuntos
internacionales del FPLP, en su sede de Damasco. Le hemos hecho
una entrevista como al miembro de Hizbola y asi poder tener una
comprensión mayor de la situación de Oriente Medio
y las diferentes tendencias frente a la imposición de
la hegemonía estadounidense en la zona.
Han sido muchas las preguntas
que le hemos hecho a esta persona cariñosa y entrañable
pero las respuestas convergían en el mismo punto: derecho
a la autodeterminación, derecho al retorno, soberania
de la Nacion Árabe y no ingerencia de la comunidad internacional.
Sobre el papel de la Comunidad Europea en los conflictos del
mundo árabe ha reprochado el seguidismo de Europa a EE.UU.,
al ir dos pasos por detras de los Estados Unidos siempre. Ha
reconocido el liderazgo de Zapatero en Europa en los asuntos
que conciernen a Oriente Medio y ha agradecido que haya sido
el gobierno español quien primero haya criticado los ataques
sionistas a Libano. Ciertamente este reconocimiento nos lo hemos
encontrado allá donde hemos ido.
Hoy dormiremos en Palmira y
mañana saldremos en direccion a Dayr Az Zor y seguidamente
a la frontera con Irak en Abu Kamal, con la idea de observar
los flujos migratorios que se pudieran dar y recoger algún
testimonio que podamos traer con nosotros de vuelta a Madrid.
Seguiremos informando.......Saludos.
mas de media hora para poder editarla junta con la entrevista
que le hice a Ali, el...
Sábado,
21 de octubre, 2006
Visita a Abu Kamal, Mari, Deir Ezor y Alepo
Estos tres últimos días
han sido muy intensos, especialmente para Laura por el hecho
de ser mujer. En Palmira tuvimos un rato muy agradable con Cristopher,
un canadiense que era profesor de literatura y trabajaba en Arabia
Saudi, en Janna, a través de él nos pudimos hacer
una idea de que era ese país y de la desgracia de ser
extranjero, mujer o inmigrante en el pais mas restrictivo del
mundo. El nos contó su experiencia personal como trabajador
allí, la cual me parece interesante de trasmitir por lo
que se pueda dilucidar de ella.
Los trabajadores extranjeros
con una formación específica residen en hoteles
de cinco estrellas con todo lo que puedan necesitar pero no tienen
opcion de hacer vida social fuera de su entorno. El contacto
o la participacion social es imposible. La sociedad saudí
con las mujeres tampoco es excesivamente flexible: no pueden
conducir, no pueden mostrarse, ni tan siquiera salir sin el permiso
de sus maridos. Vamos que una joyita de país en el cual
solo los hombres saudíes son los participes de cualquier
actividad social.
Los extranjeros son recluidos
en celdas de oro, oro que no se come ni alimenta y las mujeres
son esclavas de su propia condicion.
Tambien intercambiamos varios
puntos de vista sobre política internacional ya que Cristopher
me preguntó a cerca de mi opinión sobre las pruebas
nucleares de Corea del Norte y después de un repaso por
Cuba, Venezuela, Colombia, Irak y Siria los dos convenimos que,
por los antecedentes, de quien teníamos que estar alerta
era de EE.UU.
Deir Ezor es una ciudad a la
orilla del Eufrates que desde que uno entra en ella se asombra.
Después de varias horas en autobús por un desierto
hostil donde todavía veíamos desde el autobús
a los beduinos vagando por él, llegamos a Deir Ezor encontrándonos
a su entrada una especie de montaña sembrada de tumbas
sin recinto alguno que las acotase. Nos preguntabamos si, en
caso de fallecer harían un agujero en cualquier espacio
libre de la montaña y nos dejarían all con una
laápida a modo de diminuta cúpula. Algo así
debía de ser el protocolo porque por más que recorrimos
el pueblo no encontramos otro cementerio. Deir Ezor es la ciudad
más grande de la mitad este de Siria. Desde ella, uno
se podía comunicar con Bagdad en algo menos de 10 horas
por carretera atravesando el desierto antes de que cerrasen la
frontera debido a la actual guerra y es la ciudad por donde cualquiera
que desde Siria quiera acceder al Kurdistán debe de pasar.
En Deir Ezor conocimos a Sara
y a Lina, dos estudiantes de inglés provenientes de una
aldea cercana a Mari. El recorrido por esta ciudad lo hicimos
con la mochila a cuestas así que nos era imposible pasar
desapercibidos. Lina se dirigio a nosotros en un casi perfecto
ingles preguntándonos por nuestro origen y en ese momento
comenzamos a caminar juntos por la calle y a compartir entre
los cuatro. A Laura la regalaron dos Cd's de música árabe
y algo más tarde nos invitaron a ir a su casa. Antes de
entrar nos invitaron a dos refrescos e intuyo que le pidieron
permiso al tendero para introducirnos en su casa (de alquiler)
ya que la tienda pegaba con lo que era su residencia, y al parecer
no hubo problema. El problema vino una vez en la puerta de su
casa ya que tenian que pedir permiso a una señora mayor
que también vivía en la casa y desde fuera vivimos
una situación muy tensa al escuchar muchos gritos que
creíamos de desacuerdo y no nos habíamos equivocado,
a los dos minutos Lina salió de la casa pidiéndonos
disculpas y diciéndonos que nos olvidasemos de ella visiblemente
avergonzada por la situación.
Para rebajar la tensión,
yo la intenté transmitir tranquilidad diciéndola
que sabíamos que el Islam, para estas cuestiones especialmente
relacionadas con la mujer, era una religión muy restrictiva
y que entendíamos la situación y que no se preocupase.
Se ofreció a buscarnos un taxi y antes de irmos nos regaló
unas pastas de te que más tarde nos comeríamos
Laura y yo comentando lo vivido. Para nosotros era una situación
nueva y que nos había surgido y ambos estabamos de acuerdo
que para Lina y para Sara, nosotros eramos viento fresco del
cual querían respirar, viendo su inquietud cortada por
el entorno en el cual residían. En cualquier caso, les
dimos nuestros emails y nuestros teléfonos invitándolas
a venir a Espana cuando quisieran donde en ningún caso
se encontrarían situaciones de este tipo, al menos con
nosotros.
De Dier Ezor nos dirigimos
a Abu Kamal llegando ya por la noche. Cenamos algo en un pequeÑo
comercio vecino a la estaciÓn de autobuses y emprendimos
camino a lo que serÍa el centro del pueblo. A mitad de
camino y pasando justo frente a la puerta de lo que debía
de ser una estación de policia, y señor con bigote
y bajito nos pidió la documentación algo sobresaltado
por nuestra presencia. Comencé una breve discusión
con él de por qué, cómo, quién era,
etc. y en pocos minutos Laura y yo nos vimos rodeados de varios
policias. Nos identificamos y nos recomendaron volver a Deir
Ezor a dormir, consejo ante el cual hicimos oidos sordos....y
aunque la visita a Abu Kamal fue un calvario, me alegro de lo
vivido por lo enriquecedor de la experiencia. Lo que esperaba
encontrarme en Abu Kamal, refugiados iraquíes, resistentes
anti-americanos, etc., y si lo había pasó completamente
desapercibido para nosotros.
Nos ibamos acercando al casco
urbano y tanto Laura como yo nos dabamos cuenta de que todas
las mujeres iban con el rostro cubierto con velos negros impidiendo
ver no sólo su rostro sino también sus manos. Los
hombres llenaban los cafés fumando en arguila, mientras
las mujeres hacian compras en tiendas de ropa, comestibles, etc.
Según entrábamos más en el centro de la
ciudad, las miradas hacia nosotros se hacían más
hostiles, especialmente para Laura por parte de otras mujeres.
Conseguimos llegar al hotel
y ya en la habitación tuvimos una crisis por la presión
social a la que nos habiamos sometido, llegando a la conclusion
que en pequeños pueblos como este donde lo mas radical
del Islam hace sus nidos, sería mejor que ella llevase
un panuelo en la cabeza con el fin de intentar pasar lo más
desapercibidos posibles. Laura paso un mal momento sintiendose
incomprendida y no respetada en su integridad y sus creencias
pero ´¿cómo explicar y a quién que
existen mujeres liberadas en el mundo y que la religin no determina
su existencia?
A la mañana siguiente
habíamos decidido salir temprano para ahorrarnos más
experiencias como la de noche anterior y a las seis de la manana
ya estábamos cogiendo un taxi con destino a las ruinas
de Mari. Fuimos los primeros en llegar (y seguramente los únicos
del día) y nos encontramos con dos niñas, las cuales
eran las responsables de vender las entradas al recinto, un yacimiento
arqueológico que había comenzado a trabajarse en
el año 1923 a manos de una expedición francesa
(no era dificil que fuera francesa ya que en estas fechas Siria
estaba ocupada por Francia) y a día de hoy habían
conseguido rehabilitar gran parte de lo que debía de haber
sido una ciudad de grandes muros de barro donde sus residentes
debían de sentirse como hormigas.
Después de la visita
y viendo lo temprano que era, decidimos pedir un desayuno en
la casa de las niñas, las cuales nos sirvieron encantadas
dando pié a una semi conversación entre los cuatro
y ante la cual decidí apartarme dando opción a
que Laura pudiese intimar de alguna manera con aquellas niñas
de velo negro y vestidos preciosos. Cuando volví de darme
un paseo, Laura tenia puesto un velo de colores que las niñas
la habían ayudado a ponerse y estaban intercambiando idiomas
de manera afable. Nos despedimos y emprendimos camino a Alepo
en una furgoneta colectiva.
En Alepo dormimos en la parte
vieja con vistas a la "ciudadela", el monumento mas
famoso y tal vez el mas llamativo de la ciudad. Esta mañana
lo hemos visitado y la verdad es que nos ha impresionado: era
como revivir una pelicula de romanos y en cada hueco, hoy vacio,
ver un pequeño comercio, una pequeña mezquita,
o unos baños árabes. La ciudadela da sentido al
resto de esta ciudad que poco a poco ha ido creciendo en forma
de anillos, siendo todo lo que la rodea, la parte vieja de la
ciudad. El trabajo de reconstrucción de esta joya y del
resto de piedras preciosas que tiene Alepo, está llevándose
a cabo entre una fundación de origen alemán y lo
que debe de ser otra que protege el patrimonio historico, ya
que visitando otros espacios de gran valor arquitectónico,
hemos podido ver esta asociación de intereses.
El día en Alepo ha dado
mas de sí, como por ejemplo conocer a Nicolai, un señor
de origen sirio que ya ha pasado a ser ciudadano del mundo habiéndose
asegurado su vejez y la de sus sobrinas (ya que es un solterón).
Cudadano del mundo porque se lo ha recorrido casi todo en los
ultimos nueve años y lo de asegurarse su vejez es porque
ha sido joyero y ha tenido poder dentro del gremio permitiéndole
obtener grandes plusvalias. Nos ha contado la ruta árabe
del oro y de las piedras preciosas. Del Congo o Sudafrica a Suiza
o Londres donde se limpian, cortan y pesan cualquiera de los
materiales preciosos para luego distribuirse en el resto del
mundo. Nicolai era uno de los joyeros mas prestigiosos de Siria
y dueño de varias joyerias en Damasco y en Alepo aunque
ya retirado desde hace nueve años así que realmente
sabía de lo que nos hablaba.
Como véis no hemos perdido
el tiempo y aunque en algunos días no hayamos tenido una
plenitud en satisfaccion, reconozco que nos hacia falta sentir
ese choque cultural y de visión del mundo entre oriente
y occidente. Me gustaría saber como Zapatero plantea lo
de la Alianza de Civilizaciones, porque no es algo facil y ya
hemos comenzado nosotros a planificarla, incluso cambiándola
el nombre y buscando connotaciones históricas que refuercen
nuestra propuesta. La llamaríamos la Alianza del Mediterráneo
y estaría basado en nuestros lazos históricos de
relaciones con el resto de países con los que compartimos
aguas ya que en este viaje estoy llegando a convencerme de que
el temperamento de los árabes es muy similar al nuestro,
reconociendo que la religión hoy en día para ellos
es tan importante como en su día fue para nosotros el
Cristianismo.
Mañaana salimos destino
Latakia y dormiremos en Tartus a ver si vemos algo de bosque
que el desierto nos ha dejado la mirada plana.
Nuestra ruta por si no podemos
escribir en algún momento es Tartus, Monasterio de Marmusa,
Damasco y Amán. En Damasco y en Amán nos esperan
nuevas entrevistas con palestinos e iraquíes, así
que ya os las enviaremos por aquí para que sigáis
extendiendo la idea de los derechos de autodeterminación
y de la soberanía.
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