Israel levanta un muro en mitad
de un colegio en Jerusalén-Este
El director de la escuela afirma
que los trabajos para erigir el muro en el patio del liceo comenzaron
el jueves sin advertencia previa
La
Jornada,
6 de octubre de 2005 / CSCAweb, 17 de octubre de 2005
"Nos
sentimos como en prisión. Ni siquiera tenemos ganas de
sonreír o de hablar (... ) Además, el ruido de
las excavadoras o de los martillos neumáticos nos impiden
estudiar. Los profesores deben gritar para que podamos escucharlos"
Alumnos
del colegio en Anata, en los suburbios de Jerusalén, extienden
una bandera palestina en protesta por el muro que ha levantado
el ejército israelí a mitad de su patio (Foto: Reuters)
Anata, Cisjordania, 5 de octubre.-
Sin poder salir aún de su conmoción están
los alumnos del colegio de Anata, en los suburbios de Jerusalén,
luego de toparse con un muro de concreto [hormigón] de
ocho metros de alto, levantado durante el fin de semana por Israel,
y que separa ahora en dos el inmueble escolar.
El muro pasa por el patio de
la escuela de hombres, aislando la cancha de fútbol y
de voleibol del edificio, y deja a los 800 alumnos un espacio
estrecho y limitado para el recreo o las actividades deportivas.
El muro forma parte de la barrera
de separación levantada por Israel en Cisjordania y en
la región de Jerusalén. Anata es un suburbio del
norte de Jerusalén-Este ocupado y anexionado por Israel,
y uno de los dos barrios de la Ciudad Santa por los que pasa
el muro del apartheid.
El director de la escuela,
Yussef Elayan, afirma que los trabajos para erigir el muro en
el patio del liceo comenzaron el jueves sin advertencia previa.
"Fuimos sorprendidos el jueves en la tarde cuando vimos
al ejército iniciar los trabajos en la mitad de la escuela.
Los trabajos siguieron en la noche y durante el viernes",
explicó Elayan. Según dijo el director, el jueves
se produjeron enfrentamientos entre los soldados israelíes
y los alumnos, algunos de los cuales fueron detenidos. La parte
de la escuela situada al otro lado fue anexada de hecho en beneficio
de la colonia judía de Pisgat Zeev, que se supone será
protegida por el muro.
Agresiones
a los alumnos
"Nos sentimos como en
prisión. Ni siquiera tenemos ganas de sonreír o
de hablar", comentó un alumno Hicham Mahmud, de 15
años. Su amigo Suleiman Karshan denunció que los
soldados les lanzaron granadas lacrimógenas o ensordecedoras.
"Además, el ruido de las excavadoras o de los martillos
neumáticos nos impiden estudiar. Los profesores deben
gritar para que podamos escucharlos", dijo.
Yasser Salameh, de 11 años,
afirma que el domingo los uniformados lo golpearon después
de haberlo sacado de la escuela. "Los soldados me sacaron
el domingo de los servicios de la escuela. Uno de ellos me levantó
antes de tirarme al piso con todas sus fuerzas, donde luego otro
me pisoteó. Me tuvieron detenido en su jeep durante cinco
horas", afirmó.
El gobierno israelí
aprobó en julio el trazado del muro de separación
alrededor de Jerusalén-Este, el cual debe ser terminado
en los próximos meses. Una vez construido, el muro pasará
por dos barrios palestinos, dejando a un cuarto de la población
árabe total, es decir 55.000 residentes de Jerusalén
Este, anexado y ocupado, completamente aislados en el lado oriental
(palestino).
El muro, que según Israel
es una "barrera antiterrorista" que se extiende por
más de 650 kilómetros, es calificado de "muro
del apartheid" por los palestinos. De hecho, y por su trazado,
anexa importantes porciones de territorio palestino en Cisjordania
y hace poco menos que imposible la creación de un Estado
palestino viable.
Según un veredicto del
9 de julio de 2004, la Corte Internacional de Justicia (CIJ)
declaró ilegal la construcción de este muro y exigió
su desmantelamiento. Otro tanto hizo la Asamblea General de la
Organización de Naciones Unidas. Demandas que Israel ha
ignorado.
|
Enlaces
relacionados