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MUNDO ÁRABE / EGIPTO


Llamamiento de solidaridad con el Centro de Estudios Socialistas de Egipto

Centro de Estudios Socialistas, 30-01-05
CSCAweb, 18 de febrero de 2005

El pasado viernes 28 de enero de 2005, en la Feria Internacional del libro en el Cairo, las fuerzas de seguridad detuvieron a una militante del Centro de Estudios Socialistas, Marwa Faruk, abogada en el bufete de al Shalakani, junto con una compañera que no era de nacionalidad egípcia (Baho Abdallah, estudiante de la Universidad Americana del Cairo) delante del café cultural de la Feria, acusándolas de "propaganda falsa contra los órganos de poder". Apenas una hora más tarde, los oficiales de policía golpeaban violentamente a Ibrahim al Sahari, un militante del Centro de Estudios Socialistas, y le detenían con el mismo pretexto, añadíendo la acusación de "agredir a un oficial de policía en servicio"(¡!) Durante esas detenciones, la policía redactó un informe, en el que se mencionaba un ejemplar de un nuevo libro publicado por el Centro, titulado "Vía Socialista hacia el cambio: un punto de vista socialista militante para el cambio en Egipto" (el libro tiene un número de depósito legal: 864/2005) y un ejemplar del último número (nº7) de la revista "Hojas socialistas" publicada por el Centro, al igual que algunos panfletos del Centro. Se menciona también el llamamiento a una manifestación pacífica contra un nuevo mandato del Presidente Hosny Mubarak y contra la transmisión hereditaria de poder a su hijo Gamal Mubarak, manifestación que la Campaña Popular para el Cambio decidió organizar en el marco de la Feria el día 4 de febrero 2005.

Todos los detenidos fueron conducidos a la sede de la Seguridad General, que tomó la decisión de detenerles de manera provisional durante 15 días.

El pasado domingo, 30 de enero, las Fuerzas de Seguridad confiscaron todos los ejemplares del libro "Vía socialista hacia el cambio" del puesto de la Feria (Editorial Merit, pabellón 4) donde estaban expuestas las publicaciones del Centro, al igual que todos los ejemplares del último número de la revista "Hojas socialistas" que contenía un dossier sobre el cambio en Egipto. Todo ello a pesar de que las publicaciones estaban autorizadas y tenían un número de depósito legal.

Esos violentos ataques contra el Centro de Estusios Socialistas no tienen otro origen que el derivado de la posición clara e inquebrantable del Centro contra la actual dictadura del poder en Egipto y sus reivindicaciones a través de las publicaciones escritas y las declaraciones en público, por la democrácia para las masas y el pan para los pobres. La represión puesta en marcha por el poder, que no dispone de ningún otro método para conservar su trono, es, en realidad, la consecuencia directa de la participación activa del Centro de Estudios Socialistas en campañas que se están creando para protestar contra un nuevo mandato del presidente, contra la transmisión del poder por "herencia" y para alcanzar la democracia en Egipto.


La represión contra los militantes del Centro y la confiscación de sus publicaciones es, en relidad, una señal a todos aquellos que están luchando por la democracia en Egipto, un gesto destinado a aterrorizar a aquellos y aquellas que se agruparon con el mismo objetivo urgente: el derecho de su pueblo a gobernarse por sí mismo, tras un cuarto de siglo de leyes de excepción, de encarcelamientos, de estado de emergencia, de torturas en las comisarias de policía y en las sedes de la Seguridad de Estado. Defender el Centro de Estudios Socialistas y su derecho a militar por la democrácia es, según nuestro punto de vista, un deber para todos aquellos que reivindican la libertad en Egipto y en el mundo y es indisociable de la campaña por la democracia en la que participa una larga lista de fuerzas políticas de oposición en Egipto.

El Centro de Estudios Socialistas hace un llamamiento a todas las fuerzas democráticas en Egipto y también a los militantes del movimiento contra la globalización, la guerra y las dictaduras en todos los países del mundo a solidarizarse con ellos frente al poder que promueve esta represión y confiscaciones. Esa batalla no es sólo del Centro de Estudios Socialistas, es de todas las fuerzas democráticas en Egipto y en el mundo. Habrá que llevarla hasta el final. Porque la libertad no se otorga, se consigue.

Se pueden enviar cartas de apoyo al Centro de Estudios Socialistas al siguiente e-Mail:

socialistcenter@yahoo.com

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Se intensifica la represión contra el movimiento por la renovación democrática en Egipto

Campaña Popular para el Cambio / CSCAweb, 18 de febrero de 2005

"No es de extrañar, que el gobierno egipcio se vea presionado de nuevo por EEUU e Israel, al amparo del reciente acuerdo comercial, y con el fantasma de un supuesto programa secreto nuclear egipcio esgrimido como herramienta de coacción, para acallar todas las voces disidentes en el país; al igual que está ocurriendo en Jordania con la represión y amenaza de ilegalización de la Unión de Asociaciones Profesionales, las organizaciones críticas y progresistas de Egipto están adquiriendo una cierta relevancia incluso en el plano internacional (precisamente al amparo de esas exigencias de democracia cosmética impulsadas desde el "Fórum del Porvenir"). Sus críticas al imperialismo y la ocupación de Iraq y Palestina comienzan a enlazar escandalosamente con otros movimientos antiglobalización del mundo, y los gobiernos-títere locales (Egipto en este caso) lanzan una nueva ofensiva represiva para rebajar el nivel de las protestas"...

En una declaración pública emitida el pasado 29 de enero, la Campaña Popular para el Cambio (CPC) denuncia el acoso al que se ve sometida por parte de la administración Mubarak.

En el comunicado se denuncia el arresto y la violencia física (golpes) ejercida contra tres miembros del Centro de Estudios Socialistas, entidad integrada en la CPC: las activistas Bahu Bakhsh y Marwa Faruk, y el periodista Ibrahim al-Sahari [1]. Los hechos se produjeron en el contexto de la Feria del Libro de El Cairo, evento de carácter internacional, cuando los tres militantes repartían panfletos contrarios a una nueva legislatura del presidente Mubarak, convocando a una manifestación el próximo 4 de febrero, a celebrar en la misma Feria. Tras sufrir la agresión, los militantes han sido condenados por la fiscalía del Estado a 15 días de reclusión, acusados de "actuar contra la seguridad general".

El llamado Comité Popular para el Cambio pide modificaciones en la Constitución que posibiliten que la ciudadanía egipcia pueda elegir a su presidente mas allá de un solo candidato, la reducción de los poderes de la Presidencia, el final del estado de emergencía (vigente desde hace más de veinte años en el país), y la liberación de los presos politicos y de conciencia. Estas demandas son solicitadas por once grupos políticos, quince comités y organizaciones populares, y mas de dos mil individualidades, entre las que se encuentran personalidades públicas, profesores universitarios, periodistas, escritores, artistas, abogados, sindicalistas, ingenieros y estudiantes. Todos estos actores conforman la CPC, iniciativa que ha adquirido una importancia relevante en los últimos meses, sobre todo desde el pasado 15 de diciembre, cuando se convocó una manifestación que denunciaba los abusos del Partido Nacional Democrático ( el del presidente Mubarak, en el poder durante cuatro legislaturas, desde 1981) y el evidente nepotismo demostrado con la previsible sucesión en la presidencia de Gamal Mubarak, hijo del actual presidente.

Algunos de los más recientes abusos del gobierno egipcio vinieron dados por la política represiva desatada en el Sinaí en el contexto de la investigación desarrollada respecto a los atentados de Taba, el pasado 7 octubre. El brutal proceso de detenciones y torturas a gran escala fue reflejado en CSCAweb, con la publicación de los informes y testimonios de las víctimas que facilitaron varias de las organizaciones que integran la CPC. El pasado 28 de enero, y tras más de tres meses de detención, maltrato e incomunicación de las personas sujetas a interrogatorios, se celebró una manifestación, convocada y nutrida por familiares de los detenidos (sobre todo mujeres) de la ciudad de al-Arish, junto con diversas agrupaciones jurídicas y de derechos humanos (integrantes de la CPC), que deseaban saber el paradero y estado de sus parientes y amigos. La manifestación fue duramente reprimida, resultando heridas diez personas.

Según denuncia en su comunicado la CPC , la seguridad del Estado intenta "silenciar las voces de la oposición desde el día en que dio comienzo la Campaña" el pasado 9 de diciembre de 2004. Esta presión se intensifica cada vez más según se acerca la fecha de la proclamación del presidente Mubarak como "único" candidato a la Presidencia. Simplificando, en Egipto, las "elecciones" presidenciales se basan sobre todo en un referéndum popular donde los ciudadanos aprueban o no a un único candidato designado por el parlamento. El parlamento está dominado por el partido gobernante desde los años 70, momento en el que se legalizaron algunos partidos políticos.

Este movimiento de creciente oposición se desarrolla en un clima de renovación generacional de las élites del pais, y dentro del margen propuesto en el llamado "Fórum del Porvenir", un encuentro celebrado a principios de diciembre en Marruecos, impulsado por EEUU y el G-8 , y cuyo objetivo homogeneizador es la creación de una zona estable para el sistema de mercado libre ( y cierto maquillaje democrático) de Marruecos hasta Afganistán. Algunas de las medidas económicas que ha tomado Egipto en este nuevo-pero-viejo marco afectan de manera muy directa a una de las industrias mas importantes del país, la del algodón, lo que ha provocado la frustración y la protesta de los trabajadores del sector, quienes no pueden hacer frente a las exigencias de la globalización neoliberal, presentes en la competencia de la producción textil de India y China, cuyos productos son mucho más baratos. Tal problemática pretende resolverse con ciertos acuerdos comerciales sin precedentes entre Israel y EEUU, que obligarían a la producción textil de Egipto a dar prioridad a estos dos países sobre otros posibles importadores, como la Unión Europea. Tal medida ha sembrado el descontento en el país y en el sector, y la CPC ha sabido recoger el clamor popular. Frente a esta situación de dependencia, algunos de los integrantes de la CPC, como el abogado Mohammed Okeil, han declarado abiertamente: "El gobierno no está interesado en la gente. No se trata de un gobierno realmente egipcio, ya que no es ni democrático ni representativo. Es un gobierno que representa los intereses sionistas y de EEUU. Sólo es válido para que continúe el sufrimiento de egipcios, palestinos, iraquíes y árabes".

Es de señalar aquí la próxima celebración (24-27 de marzo 2005) de la tercera Conferencia de El Cairo, que se desarrollará bajo el lema "Con la resistencia en Palestina e Iraq. Contra la globalización, el imperialismo y el sionismo", y que está promovida por algunas de las organizaciones que conforman la CPC. Éste es otro factor que también ayudaría a explicar la creciente intensidad de la represión sobre las organizaciones críticas que se aglutinan en la CPC. No es de extrañar, que el gobierno egipcio se vea presionado de nuevo por EEUU e Israel, al amparo del reciente acuerdo comercial, y con el fantasma de un supuesto programa nuclear egipcio secreto esgrimido como herramienta de coacción, para acallar todas las voces disidentes en el país; al igual que está ocurriendo en Jordania con la represión y amenaza de ilegalización de la Unión de Asociaciones Profesionales, las organizaciones críticas y progresistas árabes de oriente medio están adquiriendo una cierta relevancia incluso en el plano internacional (precisamente al amparo de esas exigencias de democracia cosmética impulsadas desde el "Fórum del Porvenir"). Sus críticas al imperialismo y la ocupación de Iraq y Palestina comienzan a enlazar escandalosamente con otros movimientos antiglobalización del mundo, y los gobiernos-títere locales (Egipto en este caso) realizan una nueva ofensiva represiva para rebajar el nivel de las protestas.

Fuentes: Elaboración propia, Middle East Times, Al Ahram Weekly y comunicados de la CPC.

Nota de CSCAweb:

[1] A fecha de la publicación del presente texto, 18 de febrero, Ibrahim al-Sahari, tras ponerse en huelga de hambre, fue liberado la pasada semana.