Las medidas que tomó
Blair son instigadoras también
Abdel Bari Atwan
Al-Quds
al-Arabi,
10 de agosto / CSCAweb 19 de agosto de 2005
Traducción del árabe de Jamal Halawa para CSCAweb
"El
terrorismo que ha golpeado Bretaña no fue a causa de los
predicadores musulmanes extremistas ni a causa de las páginas
web yihadistas en internet, sino, a causa de las fracasadas
políticas de Tony Blair que empujaron a Bretaña
hacia una guerra inmoral e ilegal en Iraq y que ha causado el
asesinato de al menos cien mil iraquíes"
No creo que las medidas que
Tony Blair anunció para confrontarse al terrorismo y blindar
a Bretaña de sus peligros vayan a realizar los objetivos
deseados, es más, creo que van a provocar unos resultados
contrarios debido a la naturaleza provocativa y racista de dichas
medidas. Está claro pues, que el tono utilizado por el
premier británico en la rueda de prensa organizada con
prisas muestra al hombre actuando de forma confusa y ciega queriendo
retorcerle el cuello a las verdades y, desviar las miradas sobre
las verdaderas causas que expusieron a Bretaña a estas
acciones terroristas. Blair no ha actuado como un hombre de Estado
con un temple firme que dirige la crisis a la que se enfrenta
su país de forma científica y civilizada, sino,
actuó como un caudillo del tercer mundo que cambia las
leyes como quien cambia de calcetines, consagrando así
su dictadura, la concentración de los poderes en su mano
y asfixiando aun más a sus ciudadanos.
La Sra. Margaret Tatcher, la
ex líder de los conservadores y dama de hierro, se enfrentó
a circunstancias peores que las de Blair, habiendo sido ella
misma, víctima de un intento de asesinato cuando una célula
del IRA quiso explotar su suite en un hotel de Brayton, sin embargo,
ella no perdió la razón lanzando una campaña
racista contra los irlandeses residentes en Bretaña y
su capital, tampoco impuso nuevas leyes para delimitar su libertad,
deportarles o retirarles la nacionalidad. Tony Blair dijo que
se legislarán leyes y normas para garantizar e impedir
que se instigue a favor del terrorismo, sin embargo, el mismo
está practicando la peor de las instigaciones contra los
hijos de la comunidad islámica al adosarles, aunque sea
de forma indirecta, la acusación del delito de terrorismo
y de la deslealtad, dando así la cobertura, tal vez sin
quererlo, a las agrupaciones racistas británicas de la
ultra derecha para atacar a los hijos de ésta comunidad.
Los Estados civilizados, no
se caracterizan por castigar a más de dos millones de
personas a causa de unas acciones cometidas por un puñado
de extremistas engañados tal como se está sucediendo
ahora mismo con la comunidad musulmana en Bretaña. Es
lamentable que ello suceda durante el periodo de un gobierno
laborista que había aglutinado el apoyo de esta comunidad,
pensando ésta, que éste gobierno sería más
comprensivo y menos racista. La comunidad islámica en
Bretaña vive en un estado de horror en estos momentos
y la mayoría de sus hijos sienten estar bajo sospecha,
indeseados en el país donde nacieron y participaron activamente
en su desarrollo económico, añadiéndole
una nueva y luminosa dimensión a su multiculturalidad.
Algunos periódicos y
cadenas de televisión británicos, practicaron unas
operaciones de instigación intensivas en contra de los
musulmanes, bien sea de forma directa o indirecta y a través
de su cobertura de las explosiones y las persecuciones de los
implicados en ellas. Es doloroso ver que Blair fue uno de los
más destacados a la hora de corresponder a dichas campañas
de instigación, sometiéndose a las presiones de
los escritores racistas y rencorosos y apresurándose a
hablar de las vergonzosas y precipitadas medidas a tomar. Los
musulmanes en Bretaña se han convertido en un objetivo
de los actos de destrucción y agresión por parte
de los extremistas a causa de las referidas operaciones de instigación,
las mezquitas se queman, las mujeres ataviadas con el velo se
exponen a todo tipo de insultos y molestias y se golpea a los
chicos jóvenes. Vi con mis propios ojos como un joven
británico escupe en la cara de un anciano musulmán
entre las risas de sus colegas.
Es natural que los regimenes
árabes saludasen las medidas represivas tomadas por Tony
Blair y las loaran, resarciéndose por lo ocurrido en Bretaña
y mostrándose alegres por el mal ajeno que ha tocado a
las instituciones constitucionales y judiciales que no habían
practicado, hasta entonces, métodos terroristas como
lo hacen dichos regimenes en contra de sus ciudadanos, es decir,
retirar la nacionalidad y deportar a los que exponen una opinión
diferente. Teníamos grandes esperanzas por el flamante
nuevo líder laborista Tony Blair de que iba a presionar
a los regimenes de represión árabes en aras de
introducir los valores democráticos, imponer las leyes
que respetan los derechos humanos y reformar la justicia, sin
embargo, lo que ha ocurrido ha sido todo lo contrario, ya que
el líder de la más grande de las democracias en
la era moderna ha sido sometido a las presiones de los regimenes
de la represión árabes y ha adoptado sus mismas
medidas, coartando las libertades y licitando la violación
de los derechos humanos.
El terrorismo que ha golpeado
Bretaña no fue a causa de los predicadores musulmanes
extremistas ni a causa de las páginas Web yihadistas
en internet, sino, a causa de las fracasadas políticas
de Tony Blair que empujaron a Bretaña hacia una guerra
inmoral e ilegal en Iraq y que ha causado el asesinato de al
menos cien mil iraquíes. Los predicadores siempre han
estado ahí ofreciendo los mismos sermones, pero nunca
antes de la guerra de Iraq ha habido ningún joven musulmán
que amenazara la seguridad de Bretaña, lo cual no quiere
decir que estemos de acuerdo con los referidos predicadores ni
con sus extremistas sermones. El pueblo británico es víctima
de las políticas de su gobierno, y no es tan solo víctima
de un puñado de extremistas musulmanes; en cuanto rectifiquen
estas políticas y retiren sus tropas de Iraq, no tendrían
porque sacrificar con sus valores democráticos y sus libertades
civiles, tal como quiere hacer el actual premier en una reacción
precipitada y crispada ante las últimas explosiones terroristas.
Bretaña tiene grandes intereses en el mundo islámico,
existen miles de sus hijos trabajando con seguridad y tranquilidad
en muchos países árabes, por ello, su gobierno
debe conservar estos intereses y fortalecerlos a través
de la conservación de los derechos de la comunidad islámica
en su tierra, porque los hijos de dicha comunidad son embajadores
de Bretaña en sus países de origen y puentes de
reencuentro cultural y humano. Lo que nos tranquiliza como hijos
de ésta comunidad es la existencia de voces razonables
y sabias dentro de las instituciones y fuera de ellas entre jueces,
periodistas, escritores, parlamentarios y activistas de la sociedad
civil que se opusieron a las medidas que tomó Blair y
advirtieron de sus peligros, no para salvaguardar a la comunidad
islámica tan solo, sino para salvaguardar a los valores
y a las libertades civiles y a la paz social en su propio país.
Tony Blair es un fenómeno
pasajero, su existencia es temporal, pero los valores sobre la
justicia, la democracia y los derechos humanos que siempre han
distinguido a Bretaña son permanentes, lo mismo ocurre
con los demás países occidentales, aunque en menor
medida, que se distinguen de los Estados de la represión,
del retraso y de la opresión que existen en más
de una ubicación en el mundo, particularmente, en nuestra
desgraciada nación árabe.
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