Las vergüenzas de los
hombres no se cubren con las telas, sino con la resistencia
Sobre las fotos
de Sadam Husein preso
Adel Samara*
Kana'an
Online
25 de mayo de 2005
CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 3 de junio de 2005
Traducido del árabe para CSCAweb por Jamal Halawa
¿Será
debido a una quiebra que una gran potencia recurra a la filtración
de una minucia como la publicación de las fotos del presidente
preso Saddam Husein vestido con parte de su ropa interior, o
lavando sus ropas? No es nada extraño que Saddam viva
una vida austera entre sus muchos enemigos: árabes, persas,
y sobre todo, sionistas. Tampoco lo es tener que lavar sus ropas.
Quien mejor sabe de esto son los revolucionarios árabes
y los de todo el mundo, expertos en campos de concentración;
es más, muchos de estos revolucionarios no pueden ni siquiera
lavar sus ropas dentro de las prisiones de la ocupación.
Hubo un día, en un centro de reclusión de un país
árabe muy regionalista, en que ni podíamos bañarnos
ni lavarnos la cara con toda la manada de piojos que teníamos
sobre nuestros cuerpos. En las prisiones de la ocupación
en Ramala, entre los años 1967 y 1968, tuvieron que rociarnos
con DDT para acabar con los piojos. No creo que Saddam haya podido
evitar la compañía de los piojos, pero los americanos
no lo publicarían para no ser desenmascarados aun más...
Sin embargo, entre los romanos
y los americanos existe una diferencia: puesto que cuando Abu
Firas Al-Hamadani (un príncipe, poeta y héroe árabe
de la edad media) "el príncipe prisionero" cayo
en manos de los romanos como preso hace más de mil años,
los romanos decidieron mantenerle con sus ropas y no vestirle
con la ropa del prisionero, aun así, les desafiaba con
ésta famosa estrofa:
Me reprochan el favor de
mantenerme con mis prendas, cuando éstas,
Las llevo, por culpa de sus sangres derramadas, rojizas.
¿Cuántos de nosotros
sabría cual es la diferencia entre éste príncipe
y los príncipes de hoy? ¿Y entre éste poeta
y los poetas de hoy? Y para que no se complazcan los occidentalizados
de nuestros intelectuales, acusando a ésta comparación
como un canto al salafismo, les diré que es una búsqueda
de la inspiración en un patrimonio cultural y no es ninguna
irritación salafista.
No es nada nuevo en la prensa
capitalista y occidental, dominada por los anglicanos en Bretaña
y EEUU en particular, y que somete a la religión al capitalismo
a través de una campaña de mentalización
étnico-confesional para mostrar el conflicto como si fuera
religioso, salvándose así (el capitalismo), de
las condenas por sus crímenes y perdiéndose en
vano las sangres de los pobres. The Sun ya había
publicado en más de una ocasión fotos más
despreciables que las del presidente Saddam. En su publicación
del 23 de enero de 1986, publicó las fotos del joven libio
Nizar Al-Hindawi, que había abandonado Gran Bretaña
después de la muerte de una mujer-policía británica
por disparos producidos alrededor de la embajada de Libia en
Londres. La policía británica ya acusaba a los
guardias de la embajada del asesinato, centrando dicha acusación
sobre aquel joven. Cuando volvió a Bretaña para
reunirse con su esposa británica Jane Mary, que estaba
embarazada en aquellos tiempos, le detuvo la policía.
El periódico The Sun, publicó su foto bajo
un titular destacado que rezaba lo siguiente: "The Sun
acecha a una rata árabe". Además, el 15 de
mayo del 1986, publicaron una caricatura con un comentario debajo
que decía: "Hasta los cerdos repudian llamarse árabes".
Y puesto que la caricatura no era sobre un suceso político
con una fecha concreta, ¿porque no incluirla dentro de
una coordinación de la inteligencia-cultural sionista
ya que el 15 de mayo es el día de la usurpación
de Palestina? Y siguiendo por ésta senda, el diario The
Daily Express, publicó un artículo para defender
The Sun el día 10 de agosto de 1986.
Lo que provoca aun más
risa es que Margaret Thatcher, la mujer que más odia a
los árabes sobre ésta tierra, había reprobado
lo que hizo The Sun (ver el diario londinense de Al-Sharq
al-Awsat con fecha del 8 de junio de 1986). Ahora, George
Bush hace lo mismo después de la publicación de
las fotos del presidente preso Saddam Husein. La misma escuela
y el mismo método, también las mismas posiciones
por parte de los gobernantes árabes, pero con algunas
diferencias, ya que Bush se duele por los golpes de la resistencia
iraquí que están sacudiendo a las fuerzas de ocupación
con un sable árabe pulimentado por el mismísimo
Saddam Husein, si no, ¿qué utilidad tiene tratar
de humillar al hombre después de dos años de presidio?
O ¿es una respuesta a las humillaciones que Saddam dirigió
a Bush y a Rumsfeld, cuando éste último trató
de negociar con él en su última visita a Iraq sacarle
del presidio a cambio de un llamamiento a la resistencia para
que depongan las armas? Aquí Saddam Husein adoptó
la posición de Abu Firas al-Hamadani; sin embargo, la
fabulación popular en la tierra ocupada repite la creencia
de que al detener a Saddam los americanos le llevaron a la Casa
Blanca para saciar al presidente Bush. Y cuando el presidente
preso y maniatado se encuentra con el presidente poseedor de
las armas nucleares, Bush insulta a Saddam, a lo que éste
responde con un escupitajo en la cara del otro, entonces uno
de los guardias le golpea en la cabeza. ¿Ha sido esto
una fábula o una realidad?, no lo sabemos.
Escándalos
en la prensa amarilla
No es nada extraño ni
nuevo para la prensa del capitalismo buscar cualquier cosa para
la ganancia, especialmente The Sun, que es un diario de
escándalos. Pero la cuestión no se trata tan solo
de los escándalos, ya que convertir a los árabes
en su blanco es un gran proyecto de inversión para éste
tipo de prensa, es decir, que deben de cobrar del lobby capitalista
del sionismo que está en una continua campaña en
contra de los árabes.
Pero no se trata de cobrar
por publicar los escándalos, si fuera así de sencillo,
The Sun hubiese publicado las fotos del ex presidente
Clinton cuando gobernaba y metía un puro en algún
lugar del cuerpo de la señorita Lewinsky, asunto por el
cual, ningún "movimiento femenino norteamericano
se ha movilizado nunca", siendo él el presidente
galardonado con el premio Nóbel y que en estos días
está siendo recibido y agasajado en Jordania y siendo
él quien destruyó Bagdad en 1998, porque además
de eso, lo que realmente se persigue detrás de publicar
éste tipo de escándalos, es alimentar la parte
confesional y cultural en la guerra para ocultar su verdadera
causa y que es el capitalismo.
El presidente americano que
dijo que éstas fotos no acrecentarían la resistencia
en Iraq porque los resistentes son terroristas, salafistas, etc...,
se balancea entre la mentira y la ignorancia porque éstas
fotos provocan a cualquier ser humano en el mundo mientras éste
siga siendo ser humano y que, sin duda alguna, van a acrecentar
el odio de los árabes y de los musulmanes hacia EEUU.
Así que lo que el presidente Bush quiso decir es que todos
los árabes son terroristas, y puesto que esto es así
¿para qué no iba el presidente americano a torturarles,
disfrutando con la publicación de dichas fotos? Ésta
es la ceguera del presidente de la gran potencia.
Si descubrir las vergüenzas
fuese un complejo en la cultura de alguna gente, ésta
no sería la árabe sino los herederos de la cultura
y el fundamentalismo de las vergüenzas de Noé, es
más, los herederos de su maldición. El presidente
de EEUU se está retorciendo de dolor por descubrir éstas
vergüenzas que en aquellos tiempos aún no habrían
alcanzado la era de la ropa interior. Sin embargo, y sin duda
alguna, existe una raíz sionista en éste asunto
puesto que al sionismo le conviene activar la parte salafista
de los árabes y de los musulmanes, movilizándoles
y provocándoles en el plano emocional para que la contradicción
aparezca como si fuera de origen religioso y as, nos atrincheramos
detrás de la religión sin darnos cuenta de que
lo que a nosotros parece defensa de la confesión, facilita
a los enemigos el interpretarlo como fanatismo para aumentar
nuestros enemigos.
He ahí la importancia
de la precisión y la toma de cautelas a la hora de tratar
y responder a estos asuntos no con una interpretación
confesional básicamente, sino con una interpretación
económica en primer lugar. Los norteamericanos ocupan
Iraq y toman como prisionero a Saddam, pero no lo hacen por el
cristianismo sino por el capital, es más, por el capital
de las grandes multinacionales norteamericanas que succionan
la sangre de los pobres y de los obreros de todo el mundo. No
hay más respuesta a todo ello que la resistencia y la
revolución en el desarrollo y en la cultura, descartando
el fanatismo religioso.
Y para terminar, las vergüenzas
de los hombres no se ocultan bajo metros de telas, muchos son
los gobernantes que se cubren con decenas de metros de telas
en forma de mantos o trajes europeos, sin embargo, cada uno de
ellos, en sí mismo, es una vergüenza.
|