La "farsa electoral"
del 30 de enero en Iraq
Gilles Munier
Amitiés
franco-irakiennes
CSCAweb (www.nodo50.org/csca), 10 de enero de 2005
Traducción para CSCAweb de Natalia Litvina
¿Qué
va a suceder en el futuro? Con elecciones o sin ellas, la resistencia
causará golpes cada vez más duros a las fuerzas
de ocupación. Si la consulta electoral se celebra, la
mayor abstención se dará particularmente en las
regiones de Mosul, Tikrit, Samarra, Bagdad, Hila, Faluya, Ramadi
es decir, sobre un espacio suficientemente grande y poblado como
para privar de legitimidad el escrutinio. Si las elecciones se
aplazan, será considerado como una afrenta por parte de
George W. Bush y como "una catástrofe inimaginable" por los simpatizantes
de Ali Al-Sistani, según sus propias palabras.
En una región del mundo
donde no existen elecciones de ningún tipo y si las hay,
son poco o nada democráticas -y que incluye a Israel-
las elecciones previstas para el 30 de enero en Iraq no serán
"el ejemplo a seguir" como lo imaginaban los neoconservadores
americanos, sino una "farsa electoral" como las llaman
numerosos movimientos de resistencia.
George W.Bush, el ayatolah
Ali Al-Sistani y sus seguidores hacen frente común para
que las elecciones legislativas se celebren antes de la fecha
límite fijada el pasado mayo de 2004 por la Autoridad
Provisional de la Coalición, sea cual sea la situación.
¿Lo conseguirán? Según el colombiano Carlos
Valenzuela, jefe de la misión de observadores de la ONU
en Bagdad, únicamente la falta de urnas y de boletines
de voto obligaría al "gobierno" iraquí
a posponer la fecha del escrutíneo. Para evitar los riesgos
de sabotaje, dice, se han fabricado fuera
En teoría...
Entonces, si las elecciones
no se "dejan" para días mejores, los iraquíes
elegirán "a cuota" 275 deputados y los miembros
de 18 consejos provinciales. En Kurdistán, "autonomía
obliga", los kurdos renovarán los 111 miembros del
Parlamento regional.
El número de electores
se estima en 13,9 milliones, cálculo basado en las cartillas
de racionamiento distribuidas por el gobierno iraquí durante
el embargo. Un millón de iraquíes expatriados podrán
votar en sus embajadas en caso de estar inscritos. Sin contar
las recientes deserciones, cerca de 6.000 candidatos repartidos
en un centenar de listas se presentarán a las legislativas.
Más de 7 500 candidatos competirán por un puesto
de consejero provincial.
Si los observadores locales
e internacionales aseguran que la consulta transcurre sin demasiados
problemas, la nueva "asamblea nacional", llamada constituyente,
nombrará a los miembros de un nuevo "gobierno".
La Asamblea redactará la nueva constitución iraquí
que será votada en un referéndum nacional cuya
fecha ya está fijada para el 15 de octubre de 2005. Dos
meses más tarde se volverán a celebrar elecciones
legislativas con el fin de elegir una asamblea nacional definitiva.
En fin, veremos si todo transcurre sin obstáculos, pues
la incertidumbre no falta.
Sobre el
terreno
La empresa Manpower-Suisse
-que elabora las listas electorales en Iraq- por ahora tiene
censados solamente a 3 millones de electores No es nada extraño,
puesto que las dificultades encontradas sobre el terreno son
prácticamente insalvables. Las cartillas de racionamiento
que sirven de referencia fueron distribuidas por hogar y no están
actualizadas. ¿Quién podrá comprobar si
algunas de las personas inscritas tienen hoy la edad de votar
o se borran los nombres de las que fallecieron?
Otro problema: en el Sur de
Iraq de mayoría chií ahora hay más electores
de lo previsto. Cientos de miles de iraquíes de origen
iraní e iraníes arabófonos se han instalado
en Nayaf, Basora o Kerbala. Se estima que su número se
eleva a un millón En su mayoría son simpatizantes
del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en
Iraq de Abdel Aziz Al-Hakim o del Partido Al-Dawa. Exigen
poder participar en las elecciones. ¿Quién puede
impedirselo? Aún peor: teniendo en cuenta la perspectiva
de que la lista unitaria patrocinada por el ayatollah Al-Sistani
obtenga la mayoría de votos, 600 personalidades
chiíes de las provincias el sur se han reunido en Nayaf
a primeros de diciembre de 2004 para exigir la creación
de la constitución de una región autónoma
chií.
En Kurdistán, la presión
independentista es tal que los dirigentes kurdos consideran ahora
la posibilidad de celebrar un referéndum al mismo tiempo
de las elecciones a fin de obtener respuesta a la pregunta: ¿Quereis
o no la independencia para Kurdistán?". Si este proyecto
se hace realidad, la secesión de la región es inevitable.
En Kirkuk, Masoud Barzani y Jalal Talabani hicieron ratificar
la limpieza étnica anti-árabe y anti-turcomana
en curso desde hace un año. Ahora amenazan con boicotear
a nivel local las elecciones si los árabes "transplantados"
son autorizados para votar.
Puesto que las elecciones son
por cuota, los americanos cuentan con los embajadores iraquíes
en el extranjero para que el millón de expatriados inscritos
elijan diputados liberales o sunníes pro-occidentales.
Sabiendo que más de 3 millones de iraquíes abandonaron
su país en los últimos 14 años, es fácil
imaginar las "manipulaciones" que ocurrirán
en los consulados.
Peligros
en el horizonte
Sea en Palestina o en Iraq,
elección no rima con ocupación, pero sí
con liberación. El pasado 7 de diciembre Vladimir Putin
declaraba a Iyad Allaoui, "primer ministro" iraquí,
que no se podía "imaginar cómo se pueden organizar
unas elecciones en condiciones de ocupación total de un
país por tropas extranjeras". Operaciones
llevadas por la Resistencia, represión indiscriminada
por parte de las tropas americanas, ejecución de colaboracionistas,
atentados indiscriminados, son hechos que de por sí no
incitan a acudir a las urnas y las amenazas de muerte lanzadas
por el "Ejército Islámico de Iraq", el
"Ejército de Ansar al-Sunna" y el "Ejército
de Muyaidines" todavía menos. Para esas tres organizaciones
votar equivale a "apostatar", y cada voto es "una
puñalada en la espalda".
Hoy día el miedo entre
los candidatos es tal, que algunos exigen que ni su nombre ni
su foto aparezcan en las listas electorales. Esto llevará
a situaciones grotescas y poco democráticas: los electores
no sabrán a quién van a elegir, o no podrán
diferenciar algunos partidos políticos con nombres y objetivos
similares. El lado surrealista de la situación no se le
escapó a Hazim Al-Chaalan, "ministro" iraquí
de Defensa a quien el diario Al-Sharq Al-Awsat preguntaba sobre
las medidas previstas para proteger a los candidatos y a los
electores. Simplemente respondió: ninguna, porque los
iraquíes "no saben quién es candidato y quién
es elector".
En el campo de la resistencia
chií, Moqtada Al-Sadr anunció que él no
votará, lo que equivale a una llamada al boicot de las
elecciones. En un mensaje leído por el Sheij Abdul Zahrah
Al-Suwayi en la mezquita Al-Muhsin de Bagdad, Al-Sadr insistía:
"por negaros a participar os condenarán como
enemigos de la democracia, pero el hecho de participar os hará
caer en una trampa de la que no podréis salir nunca más".
Cientos de miles de electores del barrio de Sadr-City y los
chiíes sorprendidos por la duplicidad mostrada por Ali
Al-Sistani durante la batalla de Nayaf seguirán su ejemplo.
¿Qué va a suceder
en el futuro? Con elecciones o sin ellas, la resistencia causará
golpes cada vez más duros a las fuerzas de ocupación.
Si la consulta electoral se celebra, la mayor abstención
se dará particularmente en las regiones de Mosul, Tikrit,
Samarra, Bagdad, Hila, Faluya, Ramadi es decir, sobre un espacio
suficientemente grande y poblado como para privar de legitimidad
el escrutinio. Si las elecciones se aplazan, será considerado
como una afrenta por parte de George W. Bush y como "una
catástrofe inimaginable" por los simpatizantes
de Ali Al-Sistani, según sus propias palabras. La Hawza
de Nayaf, la autoridad suprema para la mayoría de
chiíes de Iraq, efectivamente a elevado la obligación
de votar a nivel de la oración y el ayuno, dos de los
grandes principios del Islam
En ambos casos, la imagen de
la democracia occidental y del proyecto americano del Gran Oriente
Medio sufrirá un golpe. Pero no exageremos, la administración
americana sobrevivirá a ello. No le faltan escenarios
de repuesto. Otros peligros se avistan ya en el horizonte. Se
conocen como balkanización, partición, guerra civil.
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