Proceso

CIDH asks Fox to protect Cerezo Contreras brothers, Jan 28 2002

La Cidh pide a Fox proteger a los hermanos Cerezo Contreras

José Gil Olmos

Amenazas de muerte, vigilancia policíaca y espionaje telefónico han sido las constantes de los hermanos Emiliana y Francisco Cerezo Contreras en las últimas semanas, al grado de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA solicito' al gobierno de Vicente Fox tomar urgentes medidas cautelares para proteger su vida y su integridad.

Ellos dos, y sus hermanos Héctor, Alejandro y Antonio -quienes se encuentran presos en Almoloya acusados de participar en los petardazos en sucursales de Banamex- son, en opinión de Francisco, rehenes del Estado para que sus padres se entreguen.

Y es que, de acuerdo con una investigación del Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (Cisen) que se realizo' el año pasado, los padres de estos cinco jóvenes, Francisco Cerezo y Emiliana Contreras, son presuntamente dirigentes del grupo guerrillero Ejército Popular Revolucionario (EPR).

La indagación del Cisen establece que los verdaderos nombres de esa pareja, cuyo paradero se desconoce, son Tiburcio Cruz y Elodia Canseco, originarios de Oaxaca y sumados a la clandestinidad desde la guerra sucia de los años setenta, cuando, según el Cisen, cambiaron de identidad.

Dice el Cisen que ellos fueron miembros del PROCUP hasta que ésta y otras 14 organizaciones guerrilleras integraron el EPR, en mayo de 1994, y que desde entonces forman parte de la dirigencia de esta agrupación.

Cuando sus hijos fueron aprendidos por el Ejército en su domicilio de Xochimilco (domingo 12 de agosto de 2001), la pareja no se encontraba en el
lugar y desde entonces no ha reaparecido.

Sin embargo, tres días después de la detención de los jóvenes, el 15 de agosto, la propia comandancia del EPR informo' en un comunicado: Estos tres jóvenes vivían con sus padres, quienes son militantes de nuestro PDPR-EPR, por lo que algunos documentos y materiales encontrados en dicho domicilio son propiedad del partido y se encontraban bajo la responsabilidad de nuestros militantes.

Héctor, Alejandro y Antonio son hijos de nuestros militantes, y no encontrándose (éstos) en el domicilio, (aquéllos) fueron detenidos con lujo de violencia por aproximadamente 70 elementos de la PGR y la Sedena (...)  El gobierno de Vicente Fox, la PGR y la Sedena se están cobrando con la detención de estos jóvenes el no haber podido capturar a sus padres, cebándose con ellos al torturarlos física y psíquicamente... Estos jóvenes no son delincuentes ni pertenecen a ningún grupo. Son inocentes y su único delito, si así' se le quiere nombrar, es que son hijos de militantes de nuestro partido que, por años, han sido perseguidos políticos...

Inclusive los hermanos Cerezo Contreras dicen ignorar esa historia de sus padres. Para ellos, sus progenitores son sólo un profesor universitario y un ama de casa que los formaron mediante una educación laica y a los cuales no les gusta ser fotografiados.

Francisco, de 28 años, el mayor de los varones, asienta: Yo siempre supe que mi papa' es Francisco Cerezo Quiroz, y mi mamá', Emilia Conteras Rodríguez. Son los nombres que siempre hemos tenido. Mi padre salía en las mañanas a trabajar como profesor de Filosofía de la UNAM y llegaba por la tarde. Sábados y domingos nos íbamos de paseo. A veces él se quedaba a trabajar, pero era una vida normal, absolutamente normal. Mi madre, en la casa, cuidándonos cuando éramos chicos. Nunca hubo un indicio de que se llamaran de otra manera.

Sorprendido por la información del Cisen, Francisco piensa que el gobierno de Fox, al tanto de esa supuesta historia de sus padres, los quería atrapar con un golpe espectacular, además de responder de ese modo a las FARP, grupo guerrillero que se adjudico' los bombazos en las sucursales de Banamex. Si se toma esta hipótesis -continúa Francisco-, lo que querían era detenerlos y, al no encontrarlos, aprendieron a mis hermanos. Bajo esta idea, mis tres hermanos recluidos en el penal, Emiliana y yo, seríamos rehenes del Estado con tal de presionar u obligar a mis padres para que se entreguen. A mis hermanos los tienen en Almoloya desde hace cinco meses y a nosotros nos amenazan y nos siguen.

Sería parte del hostigamiento del Estado, ya que nuestro único delito sería haber sido hijos de quienes ellos aseguran que son. Este caso es una reedición de la guerra sucia, porque la familia nada tiene que' ver. Si nuestros padres fueran militantes o simpatizantes de un grupo, nosotros, como hijos, como estudiantes de la universidad, con vida propia, no tenemos por que' pagar los delitos de que acusan a nuestros padres.

Considera Francisco que la persecución y las amenazas de que son objeto él y su hermana Emiliana desde hace varias semanas pueden haberse originado en la mencionada información del Cisen.

A través de nosotros -puntualiza- creen que van a descubrir dónde están mis padres. Pensaron que íbamos a verlos en Oaxaca o que les hablaríamos por teléfono. Y las amenazas son tal vez para que no digamos que estamos siendo hostigados. Pero con todo lo que esta' ocurriendo, también hemos confirmado que mis hermanos están injustamente en la cárcel, que no tienen nada que' ver y que son rehenes del Estado.

Respuesta pendiente

La petición de la CIDH para proteger a los Cerezo Contreras de cualquier agresión contra su vida es la segunda que ese organismo internacional dirige al gobierno de Fox, luego de haber hecho otro tanto en el caso de la abogada defensora de los derechos humanos Digna Ochoa, quien semanas antes de ser asesinada también habría recibido amenazas de muerte.

Esta nueva cronología empezó' el 8 de enero de 2002, cuando la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh) envió' a la CIDH, al mismo tiempo que a la Presidencia de la República, a la Secretaría de Gobernación y a la PGR, una denuncia sobre la persecución y las amenazas que estaban recibiendo Emiliana y Francisco.

Dos días más tarde, la CIDH remitió' al gobierno mexicano su petición sobre los Cerezo Contreras, pero hasta el cierre de la presente edición, viernes 18 de enero, la administración foxista no habría emitido una respuesta, aunque, cabe aclarar, tiene 15 días de plazo para hacerlo.

No obstante, el jefe de la Unidad de Estudios Legislativos de Gobernación, Ricardo Sepúlveda Higuiniz, se comunico' con los hermanos Cerezo Contreras, el jueves 17, para confirmar que les habría llegado la recomendación de la CIDH por medio de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Otro funcionario de la misma área, Juan Carlos Galván, les pidió' que le enviaran por fax las peticiones de seguridad, lo cual se hizo el martes 23.

Emiliana y Francisco solicitaron línea directa de comunicación, teléfonos celulares, un sistema cerrado de seguridad y el acompañamiento de organismos internacionales, como Brigadas Internacionales de Paz.

Pero hasta el viernes 25, no se habría aplicado ninguna medida. Galván les dijo que se analizaban las peticiones. Mientras tanto, a través de su abogada defensora, Bárbara Zamora, les llego' una orden para comparecer ante la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada (UEDO), para valorar los riesgos de su seguridad.

La solicitud de la CIDH es muy clara: Sin prejuicio de otras acciones que a juicio de su ilustre Gobierno sean necesarias, la comisión considera la adopción de medidas concretas, con carácter de urgente, a efectos de la protección de la integridad física y la vida de Emiliana y Francisco Cerezo Contreras, Bárbara Zamora y los integrantes del Comité' Amplio por la Libertad de los Hermanos Cerezo Contreras en México.

Las medidas cautelares deberán acordarse en consulta con los interesados y tendrán una vigencia de seis meses, al final de los cuales la CIDH decidirá' si procede continuar con las mismas o archivarlas, siempre y cuando no se hayan levantado con anterioridad debido a informaciones recibidas durante este plazo.

La carta de la CIDH, organismo dependiente de la OEA y reconocido por el gobierno de México, tiene fecha del 10 de enero y da acuse de recibo de la denuncia presentada por Adrián Ramírez López, presidente de la Limeddh, quien desde el 7 de enero habría reportado tales amenazas de muerte ante la comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

Es en este escrito dirigido a la CNDH en el que se relatan en detalle las situaciones que han enfrentado Emiliana y Francisco: El día jueves 27 de diciembre del año 2001 -dicen-, viajamos al estado de Oaxaca, específicamente al pueblo Unión de Hidalgo. El viernes 28 de diciembre notamos que un automóvil Volkswagen sedán color blanco se estaciono' a media cuadra del domicilio donde pernoctamos. En él iban dos sujetos. Dicho automóvil estuvo (allí') desde la tarde de ese día hasta la tarde del sábado 29 de diciembre del 2001. Poco tiempo después se retiro'. Posteriormente, fuimos a una laguna, y una camioneta Ford modelo F250-XL de color blanco y con placas de circulación YCZ-7808 del estado de Veracruz, con dos sujetos, nos siguió' durante todo el trayecto y se estaciono' cerca de donde estuvimos. Posteriormente se fue. Cuando regresamos, otro automóvil café' de modelo antiguo, con dos sujetos también, nos siguió'.

En los días subsecuentes, dicha camioneta con placas del estado de Veracruz nos seguía a todos lados donde estábamos, dentro del mismo pueblo.
Posteriormente, el 30 de diciembre, fuimos al pueblo de Juchitán, donde nos encontramos a dicha camioneta cerca del pueblo. Preguntamos a que' pertenecía el edificio donde estaba, y nos refirieron habitantes del lugar que es la sede de la Policía Judicial de Oaxaca en ese pueblo.

El viernes 4 de enero de 2002, fuimos a Matías Romero, Oaxaca, para tomar un autobús hacia la Ciudad de México. Durante todo el trayecto nos siguieron dicha camioneta Ford blanca y un jeep Wrangler color gris.

El sábado 5 de enero, al regresar a nuestro domicilio, encontramos tres mensajes intimidatorios de muerte en contra de la familia Cerezo Contreras. La voz es de una mujer, al parecer en estado de ebriedad, y se puede apreciar que alguien le esta' dando instrucciones: Mensaje 1: ..que lo único que quiero es decir es que toda la familia váyase a chingar a su puta madre. Atentamente, Los Vatos. Mensaje 2: - ?Ahora si' que' hago...? -Rápido -dice otra voz-. Hijo de tu puta madre, van a chingar a su madre todos los de los... de parte de Los Vatos, de Los Vatos Locos, de Los Vatos Locos...  ?eh? De los.... Chinguen a su puta madre los... de parte de Los Vatos Locos, chinguen a su madre. Mensaje 3: Sólo quiero decirles a esos hijos de su pinche madre, a toda la familia que dice eso, que los voy a ir a matar. Ya me se' su numero telefónico y también me se' su clave que es 01800557 (3155 -se oye de otra persona que le sigue dictando), 3155, que los voy a ir a matar por pinches ojetes, y a su hija y su hijo me los dio, así' que chúpame la verga, putos...  Y por último: Chinguen a su madre, putos. Una porra para esa familia:  !Chinguen a su madre, putos!. (La última frase fue dicha en coro.)

La preocupación de los hermanos Cerezo es que en el tercer mensaje se proporciona un numero telefónico que es confidencial y del cual sólo tenían conocimiento la propia familia y las autoridades del penal de Almoloya. El numero habría sido contratado recientemente para que las llamadas de sus hermanos desde el penal de máxima seguridad fueran más baratas.

Creemos que se trata de una intimidación de la PGR, de la Secretaría de Gobernación y de la Presidencia. Hacemos responsables de nuestra integridad física y de la de nuestros hermanos Alejandro, Antonio y Héctor Cerezo Contreras, a sus titulares: Rafael Macedo de la Concha, Santiago Creel y Vicente Fox, advierten Francisco y Emiliana en la carta que fue enviada a la CNDH.

Los hechos también fueron denunciados ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (AE65/0062/02-01 B), en donde se consigno' la intervención ilegal del teléfono, la violación de correspondencia y las amenazas de muerte.

Pero no únicamente amenazas han recibido los hermanos Cerezo Contreras. A Emiliana, doctora en psiquiatría egresada de la UNAM, se le rescindió' su nombramiento provisional del Centro Comunitario de Salud Mental Cuauhtémoc, de la Secretaría de Salud, a partir del primero de enero. Y su hermano Antonio Cerezo, preso en Almoloya, fue agredido sin razón aparente, el 21 de noviembre, por otro interno, Fermín Ávila, quien le rompió' la nariz. Francisco, como reflexiona en voz alta sobre la vida de sus padres: Pues si fuera cierto (lo que se les atribuye), hay un sentimiento de contradicción.

Siente uno miedo por las consecuencias que esto tiene, pero también admiración porque no cualquiera se mete en esta lucha y es consecuente en su vida. Pero no se vale que nosotros, como hijos, tengamos que pagar por las acciones de nuestros padres.