Demandan libertad de presos políticos

Señora directora: Los padres de familia de estudiantes universitarios y miembros de la sociedad civil mucho agradeceremos la publicación de la presente en el Correo Ilustrado.

La crisis económica por la que atraviesa el país, producto del neoliberalismo implantado por los gobiernos priístas y continuado por el gobierno foxista, ha generado un creciente malestar entre los diversos sectores de nuestra sociedad, particularmente en los más vulnerables como los obreros, campesinos, indígenas y trabajadores no asalariados. La reducción del gasto público, el subejercicio en el campo y en otras áreas vitales, el creciente desempleo y la amenaza de una miscelánea fiscal que pretende imponer el IVA a alimentos y medicina, así como la reciente aprobación de la reforma a la ley indígena Bartlett-Cevallos han generado las condiciones para el desarrollo de expresiones desesperadas de nuestra sociedad, como las de los cañeros y cafetaleros. El involucramiento de estudiantes de la UNAM con los petardos que estallaron en las sucursales de Banamex forma parte de un plan perverso del gobierno que pretende amedrentar la participación en la resistencia contra el neoliberalismo, justificar la redición de la guerra sucia contra grupos y personas críticas del sistema y desprestigiar a la UNAM en un nuevo intento de privatizar la educación superior.

La sospechosa rapidez con que la Procuraduría General de la República y el Ejército descubrieron a los supuestos guerrilleros, así como sus contradicciones en las declaraciones, evidencian que los acusados son inocentes. Fueron detenidos mientras dormían (no en fragancia), secuestrados, desaparecidos y torturados durante horas; sin embargo, el juez que les dictó auto de formal prisión los exoneró de daños en propiedad ajena y manipulación de explosivos, con lo que queda claro que ellos no participaron en la colocación de los petardos.

La PGR amenaza con nuevas detenciones argumentando que son nombres que aparecen en la información supuestamente incautada. En esa lista seguramente hay activistas de diferentes organizaciones democráticas democráticas y estudiantes que participaron en la huelga de 1999, muchos de los cuales fueron presos políticos.

Convocamos a la sociedad civil de todo el país a permanecer alerta, ante esta nueva ofensiva contra la UNAM y sus estudiantes que la defienden y luchan por una educación superior científica, gratuita y popular.

Exigimos la libertad inmediata y respeto irrestricto a las garantías individuales de los hermanos Héctor, Alejandro y Antonio Cerezo Contreras, así como de Sergio Galicia Max y Pablo Alvarado Flores.

Atentamente

Silvia Ramos, Raymundo Priego, Marcos Fuentes, Miguel Armada, Blanca Ibarra, Jorge Díaz, Benjamín Becerra y 93 firmas más

http://www.jornada.unam.mx/2001/sep01/010903/correo.html