Publicado el 12-10-2004

México del Norte - Nuestro terrorismo

Normalmente no nos meteríamos con temas como el de San Juan Ixtayopan, Tláhuac, donde la población linchó a tres policías el mes pasado, pero hemos caído en la provocación.

Jorge Mújica Murias

Normalmente no nos meteríamos con temas como el de San Juan Ixtayopan, Tláhuac, donde la población linchó a tres policías el mes pasado, pero hemos caído en la provocación. Ésta vino en el mensaje semanal de Vicente Fox a los mexicanos en Estados Unidos, cuando prefirió hablar del linchamiento sin que a nosotros nos incumbiera. Dijo Fox que lo hacía porque la situación era “muy bochornosa, muy vergonzosa”… “algo que nos apena y es algo que merece una intervención directa, rápida y eficaz de parte del Gobierno Federal”.

Nos anunció que “la Procuraduría General de la República tomó cartas en el asunto” y terminaba su discurso pidiéndonos confianza porque “el Gobierno Federal va a actuar decididamente para hacer justicia en este caso”.

Como los lectores sabrán, Víctor Mireles y Cristóbal Bonilla murieron después de ser linchados, y Edgar Moreno aún está herido de gravedad. Más de 30 “presuntos responsables” están en la cárcel, y además de usar su mensaje a los mexicanos en el exterior para hablar del caso, Fox usó sus “poderes especiales” para seguir jodiendo al Jefe de Gobierno del Distrito Federal, despidiendo al titular de la policía metropolitana.

Lo que nuestro lector a la mejor no sabe es que los linchados pertenecían a la Coordinación de Inteligencia para la Prevención de la PFP, adscritos a la Dirección de Terrorismo.

Del terrorismo mundial al terrorismo criollo

Los últimos tres años se ha hablado mucho de terrorismo internacional. Los migrantes hemos sido víctimas indirectas de los ataques a las Torres Gemelas y de las políticas anti inmigrantes desatadas como consecuencia. Aún se discute si la frontera entre México y Estados Unidos puede ser “usada por los terroristas internacionales” para pasar armas y los políticos con más imaginación nos hacen pensar en tres árabes cargando un misil por el desierto de Sonora después de pagarle a un coyote por la pasada.

México cayó en la ridícula idea y el presidente de la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados Julián Angulo, del PAN, dice que no quiere que la frontera sea “vía de acceso para terroristas hacia ese país”. Ya prepara una iniciativa de ley para remediarlo. Reconoce además que en el pasado hubo “servicios de inteligencia que eran el terror del ciudadano, porque sólo se investigaban casos que tenían tintes políticos”.

Y ahí volvemos al tema. De 500 acusados de “terrorismo” en el sexenio de Ernesto Zedillo, diez fueron sentenciados por ese crimen y 30 por sabotaje o violación a la Ley de Armas de Fuego. Los demás quedaron libres sin que la Procuraduría pudiera probar sus acusaciones.

En este sexenio, los hermanos Alejandro, Héctor y Antonio Cerezo fueron acusados de terrorismo por ponerle petardos a tres sucursales de Banamex. Su padre, el profesor Francisco Cerezo, era investigado por la Dirección de Terrorismo de la Procuraduría Federal... en San Juan Ixtayopan, Tláhuac. Eran dirigentes de los colonos de San Juan hace 20 años. Contra ellos, y contra el gobierno del Distrito Federal, Fox “toma cartas” en el asunto y “actúa rápida y eficazmente”.

Pero nunca lo vimos actuar en el caso de Jesús Corona, de 10 años, acusado de “terrorista potencial” en su escuela de Los Ángeles, por hacer un dibujo con aviones y bombas. Ni tampoco en la defensa de cinco jóvenes mexicanos del Bronx, algunos de ellos inmigrantes indocumentados, pandilleritos de poca monta conocidos como los St. James Boys, primeros oficialmente acusados de terrorismo bajo la ley estatal de Nueva York aprobada el 17 de septiembre de 2001.

Ni lo vimos “tomar cartas” y actuar ni rápida ni eficazmente contra las previsiones anti inmigrantes de la Ley de Seguridad a discusión en el Congreso gringo, que impediría el reconocimiento de nuestras matrículas consulares y la obtención de licencias de manejo para los indocumentados.

No queríamos, pero ya que nos metieron en el tema, le diremos a don Vicente que deje de hacer terrorismo de estado en sus mensajes semanales y mejor nos hable de asuntos de mayor importancia para nosotros.

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