Espiados no vivían en Tláhuac
Reportero: Julio César López/Foto: EPR

 San Cristóbal de Las Casas, Chiapas > 09/12/2004   Desde la clandestinidad en que vive, Emilia Contreras Rodríguez, madre de los hermanos Cerezo Contreras, se deslindó de los hechos violentos registrados en Tláhuac, en el Distrito Federal, y condenó el linchamiento de los policías federales que presuntamente la investigaban por su supuesto vínculo con el Ejército Popular Revolucionario (EPR).

En una carta pública enviada a sus hijos, asegura que hace más de 15 años que no vive en la colonia Peña Alta, en el pueblo de San Juan Ixtayopan, y por tanto ignoraba que la Policía Federal Preventiva (PFP) vigilaba la casa donde nacieron los hermanos Cerezo Contreras, tres de ellos presos en el penal de Almoloya, acusados de pertenecer a las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP).

“No se preocupen, que no tienen nada de que avergonzarse de nosotros ya que ignorábamos hasta ese día que la PFP estuviera vigilando la Colonia Peña Alta, en el pueblo de San Juan Ixtayopan, lugar en donde los menores de ustedes nacieron y todos vivieron su infancia”; dice.

En la carta, Contreras Rodríguez lamenta la muerte del policía Cristóbal Bonilla Martín y la situación del herido, lo mismo que la pérdida de la libertad “de los jóvenes que son inocentes, chivos expiatorios que hoy sufren en prisión una acción arbitraria más del gobierno de Vicente Fox”.

Recuerda a los cientos de jóvenes desaparecidos y asesinados por el gobierno y dice que las madres de ellos también tienen el corazón destrizado, lo mismo que las madres de San Juan Ixtayopan “que impotentes se enfrentan a una injusticia más del gobierno”.

Contreras Rodríguez agrega que hace más de 15 años que salieron de la colonia Peña Alta, fundada entre otros por el papá de los Cerezo Contreras, donde construyeron “lazos de amistad basados en el trabajo, la solidaridad, la honradez y la sana diversión”.

Puntualiza que no pueden reprocharles nada, “ya que nunca cometimos un acto ilícito”, y dice que le acongoja saber que a la par de algunos culpables han detenido a personas inocentes.

La mamá de los Cerezo Contreras cuestiona el por qué de la vigilancia en Peña Alta “si el gobierno es sabedor de que ya no vivíamos” y comenta que si su papá hubiera estado ahí “no hubiera permitido tan lamentables hechos y si no le hubieran hecho caso los pobladores, hubiera sido capaz de dar su vida, por los policías”.

En la parte final, recuerda que sus hijos Antonio, Héctor y Alejandro son “prisioneros y rehenes del foxismo” y les pide que exijan que la comisión disciplinaria del penal de La Palma “dé a conocer públicamente el resultado de sus perfiles psicológicos”, para que el pueblo “establezca una comparación con el perfil psicológico de Miguel Nazar Haro, y juzgue por sí mismo la inexistencia del respeto hacia los Derechos Humanos en México con el gobierno del cambio”.

Remata: “Este es un cierre de año más como otros muchos en el que las carencias de nuestro pueblo se han agudizado y los Derechos Humanos en nuestro México continúan siendo rehenes del gobierno de Vicente Fox, como ustedes, sin embargo, no nos pongamos tristes, continúen preparándose como la prisión les permita y reciban besos y un fuerte abrazo de mamá.

Emilia Contreras Rodríguez”.
 

Debate Sur