INDICADOR POLITICO

Narco vs. Estado; diputados cómplices

Cártel de abogados, familiares y EPR.

Por Carlos Ramírez

Tabasco HOY

México, D.F. 00:00 horas

Jueves 20 de Enero de 2005

No se trata de un luchador social. Es, más bien, todo lo contrario. Oscar Malherbe, uno de los poderosos lugartenientes del cártel del Golfo de Juan García Abrego y luego su sucesor, cayó preso por acusaciones fundamentadas no sólo de tráfico sino de crímenes. Se le conoce por su brutalidad. Nunca respetó las leyes. Se forjó a balazos. Ayer su esposa logró inusitadamente una audiencia especial en la Cámara de Diputados, al frente de casi dos centenas de familiares de narcos recluidos en La Palma, para denunciar violaciones a la Constitución.

El eje de la maniobra de presión social, callejera, de los delincuentes refundidos en el penal de máxima seguridad de La Palma, es Osiel Cárdenas, otro jefe del cártel del Golfo conocido como El Matamigos y creador del esquema de ventas al narcomenudeo. No se trata de un capo cualquiera. Es el más astuto y hábil. Logró una alianza estratégica con el secuestrador Daniel Arizmendi, el Mochaorejas, y con los hermanos Cerezo Contreras, presos por presuntamente pertenecer a la guerrilla del EPR. Y entre los tres han colapsado el penal de La Palma.

La queja de los familiares es que los abogados no tienen autorización para ver a sus clientes. Con ello se viola, dicen los familiares de los reos, las leyes que permiten la defensa de todos los inculpados. Pero no se trata de abogados cualquiera. Dice Jesús Blancornelas, director del semanario ZETA de Tijuana, experto en información del narcotráfico y agredido por el cártel de los Arellano Félix, que los abogados de los narcos se convirtieron en los correos criminales de las órdenes de asesinato y corrupción.

Los abogados, agrega en su texto publicado ayer en La Crónica, "son los únicos indicados para despachar sus sentencias de muerte". Sin un acceso libre a sus abogados, los narcos y delincuentes de La Palma rompieron sus comunicaciones al exterior. Los familiares de los reclusos serían considerados correos menores, pero forman parte del frente de protesta pública contra las medidas de restricción aplicadas por el gobierno federal.

Por tanto, familiares y abogados no son víctimas de sus maridos presos en La Palma sino parte de las redes del narcotráfico, no precisamente para la siembra, compra o comercialización, pero sí para debilitar políticamente al Estado. De ahí que sus protestas en contra de las medidas del gobierno busquen sobre todo impedir la anulación de la red de comunicación de los reclusos al exterior. Sin acceso libre a abogados y familiares, los capos estarán ahora sí aislados.

Peor aún, agrega Blancornelas, abogados y familiares son ya considerados parte de la red de comunicación de narcotraficantes y delincuentes recluidos en La Palma. Ante cualquier agresión en el exterior que pueda relacionarse con los reclusos internos, los primeros investigados serán abogados y familiares como presuntos sospechosos de actividades criminales relacionadas con los reclusos.

La movilización de los familiares fue producida por una operación militar para aislar La Palma y evitar la fuga de Osiel Cárdenas. Cuenta Blancornelas que no se iba a tratar de una fuga cualquiera sino de un verdadero asalto al penal. Por tierra atacarían Los Zetas, el grupo paramilitar formado por exsoldados de las fuerzas especiales del ejército, mientras un helicóptero llegaría por aire para sacar a Cárdenas del penal. Ello explicaría la presencia de tanquetas del ejército.

La confrontación con el narco, por tanto, ha asumido las características de una verdadera guerra regular de las bandas criminales contra los aparatos policiaco y militar del Estado. La fuga de Osiel Cárdenas estaba prevista para mediados del año pasado. Inclusive, la renuncia de Alejando Gertz Manero al cargo de secretario de Seguridad Pública federal ocurrió en el contexto de versiones sobre la fuga de Osiel Cárdenas. Las medidas de seguridad se apretaron en el segundo semestre y el asunto se colapsó a finales del año pasado.

Sin el apoyo de abogados y familiares, sin la complicidad de custodios y con el reacomodo de algunos presos de alta peligrosidad en otras prisiones, el cártel carcelario de Osiel Cárdenas quedó anulado. Ahora sí. Su debilidad provocará un agudizamiento de la guerra entre otros cárteles en la frontera norte, sobre todo contra la de Joaquín El Chapo Guzmán. Al final de cuentas, el verdadero cerebro del cártel del Golfo era Osiel Cárdenas, astuto como pocos, con sensibilidad para movilizarse políticamente, hábil para ganar el apoyo social en la calle. Hace poco repartió despensas en Coahuila para atender a damnificados de las lluvias. Las huelgas de hambre y protestas de reclusos y familiares el año pasado llevan su huella, aunque acreditan esas iniciativas a su relación con los hermanos Cerezo Contreras, presuntos miembros del EPR y expertos en movilizaciones sociales.

El problema en La Palma no es de violación de garantías individuales ni de afectación de derechos humanos. El asunto central radica en la utilización de abogados, familiares y custodios como parte de la red criminal de dentro del penal hacia afuera. Los legisladores, que han sido reacios a atender protestas masivas en la Cámara y que se tardan semanas en recibir a grupos disidentes, fueron demasiado complacientes con los familiares de los narcos. Legisladores del PRD a cargo de la comisión de derechos humanos de la cámara ayudarán a politizar las actividades criminales de familiares y abogados. Es decir, cayeron en el juego político de Osiel Cárdenas.

En el fondo, el temor de los narcos presos en La Palma radica en la posibilidad de ser extraditados y tengan que ser entregados a la justicia de Estados Unidos. Por eso usan las leyes para ampararse de esas decisiones, pero también por eso buscan fugarse del penal. Por eso, adicionalmente, decidieron jugarse el todo por el todo con sus huelgas, justo después de que el gobierno federal desarticuló la complicidad de custodios y limitó el contacto con familiares y abogados.

Frente a la movilización callejera de los narcos, el Estado se juega su sobrevivencia. La verdadera narcoguerra apenas ha comenzado.

www.indicador-politico.com.mx

cramirez@lacrisis.com.mx

http://www.tabascohoy.com.mx/th/nuevo/notas/notas.php?nid=69722