...y en la calle codo a codo somos muchos más que dos...

"Codo a codo" para andar, ponernos en marcha en una suerte de éxodos, porque nos parece la mejor forma de señalar los andares como modo de desobediencia a los límites y los lugares asignados por el mercado; distancia y lejanía de la lógica del modelo social de consumo.

En la jungla de la información nos sentimos perdidas y perdidos: los grandes medios de comunicación imponen su lenguaje, sus temas, sus valores, dirigen el bombardeo de noticias creando una confusión mental progresiva, una enajenación política y cultural tal que quieren trasladarnos que una supraestructura militar puede ser la única garante de la paz, a pesar que desgarradamente los conflictos siguen reproduciéndose, y que la guerra es una suerte de catástrofe natural o una cruzada santa y protectora; quieren convencernos que los enemigos de los pueblos son los pueblos más pobres, que el despilfarro y la corrupción son nimiedades que pueden tolerarse, que el saqueo de los recursos naturales se justifica por la incuestionable voracidad del desarrollo, aplicable a todos los espacios y territorios.

Es por ello que las herramientas que la tecnología aporta, pueden y deben ser traducidas fuera de la dimensión de ganancias y de los intereses de los grandes monopolios.
La idea de este "Codo a codo" es construir puentes y senderos diferentes, ayudarnos en los atajos para los cuestionamientos, las propuestas, las iniciativas que hablen el lenguaje humano y no el mercantil; el utópico y no el acomodaticio, el solidario y no el caritativo, el grupal y no el individualista... fuera de los circuitos del envoltorio asfixiante del poder, dónde sólo anida la tristeza, la anulación de las esperanzas...

"Codo a Codo" es ansia de construir andares, desde los pasos que se andan por las aceras y calles de Madrid frente al modelo gallardonista de ciudad faraónica, elitista y privatizada, sostenida también por la administración regional, amén del apoyo del grupo PRISA.
Deseos de extender y ampliar la conciencia y el compromiso con este planeta nuestro, atacado, maltrecho y expoliado por la voracidad criminal del dinero.
Empeño de consolidar la legítima contención y rechazo a los embates permanentes de la barbarie, tomen la forma que tomen.
Sentimiento de especie en los éxodos que se estrellan en las alambradas y fronteras.
Rebelión al lugar de espectadores a la muerte diaria de obreros en accidentes laborales prevenibles.
Cansancio del cinismo con que se disfraza el “realismo”, asqueados del terrorismo del mercado, emprendemos este éxodo, este vagabundeo de resistencias, codo a codo.

Por todo esto -y por mucho más- nos convocamos en esta juntada de voces y de pasos.

Marzo, 2006