MAESTROS Y RESISTENCIA POPULAR

Por el CIPOVAN

Cuando el 1 de mayo de 1980 los maestros iniciaron su lucha al grito de aumento salarial y democracia sindical, nunca se imaginaron que 26 años después estarían encabezando, lo que ya es en si, un movimiento popular cuyo reclamo principal es la destitución del gobernado ULISES RUIZ, que con creces a superado en represión a sus antecesores inmediatos: Diodoro Carrasco y José Murat.

Pero si bien las demandas del magisterio de ese entonces mantenía demandas estrictamente gremiales, el desarrollo de su propia lucha le fue dando una marcada influencia popular, incluso, algunas de sus instancias, como las coordinadoras de lucha, fueron inspiradas en los consejos de vigilancia que tienen las comunidades indígenas.

Desde los primeros momentos de la lucha, uno de los retos fue establecer mecanismos de funcionamiento y toma de decisiones lo mas amplios posibles. En estos espacios actúan una gama variadísima de ideas y posiciones, que van desde los partidos políticos hasta las organizaciones sociales, por lo tanto podemos afirmar que en el rumbo final del movimiento, todas las posiciones influyen, pero difícilmente una sola define o dirige.

Comentamos lo anterior porque se hace necesario desmentir el dicho del desconocido gobernador de Oaxaca, ULISES RUIZ, en el sentido de que la lucha magisterial esta en poder de grupos radicales como la COMPA y del CIPO, en estúpido afán por desconocer que ha sido el mismo quien ha logrado eso, con su forma violenta de gobernar y las injusticias cometidas en un solo año contra todos y cuyo saldo fue la reciente agresión del 14 de junio contra los profesores que pacíficamente protestaban y que causo la muerte de cuatro personas, entre ellas niños, centenas de heridos y 11 detenidos, actualmente libres.

Hay que decir que la agresión armada a los maestros inicio desde mucho antes del 14 de junio, y fue cuando toda la estructura gubernamental, lejos de atender las demandas de aumento salarial, vía la rezonificación por vida cara, dado que Oaxaca es un estado eminentemente turístico; desayunos, materiales y becas escolares para los niños, construcción de escuelas, etc., etc. El gobierno opto por el camino de la violencia.

La ofensiva contra el movimiento magisterial empezó por generar división al seno del magisterio, tarea que realizó eficientemente Alejandro Leal Díaz, ex secretario general del gremio, quien el pasado mayo constituyó un comité ejecutivo seccional paralelo en Oaxaca. Este fuerte golpe político contó con la complicidad de altos exdirigentes magisteriales, entre ellos: Joaquín Echeverría, Zurita, Humberto Alcalá, Siguenza, entre otros militantes de la corriente sindical COMAO y Coordinadora de Base.

Esta acción que algunos calificaron solo como maniobra de charros, nosotros la advertimos dentro de la lógica de destrucción del movimiento magisterial oaxaqueño y por ello, pese a nuestras críticas al Comité Ejecutivo Seccional y particularmente a la documentada corrupción de su Secretario General Enrique Rueda Pacheco, cerramos filas en torno a la defensa del gremio y su lucha.

Seguramente los orquestadores del golpe al magisterio consideraron que había condiciones para pasar a un nivel mayor de agresión, dada la fractura al seno del magisterio, el aislamiento del mismo de los movimientos sociales, el deterioro en la formación política de las nuevas generaciones de trabajadores de la educación, que en su mayoría desconoce el pasado oprobioso de su sindicato y por lo tanto, valora poco al que tienen ahora, que sin duda es mejor, pese a sus vicios, que el anterior.

Pero ¿Porque el gobierno ejerció la represión contra los maestros? ¿Por ingenuidad? ¿Por incapacidad? ¿Por vocación represora? Estas preguntas están relacionadas, pues mas bien lo que hay en la agresión a los maestros es un ejercicio de cálculo político, de capacidad de análisis, en el sentido de que el uso de la violencia generalizada tiene el propósito fundamental de imponer el terror en un movimiento de gran heterogeneidad donde lo que sobresale es una gran debilidad de sus representantes a ser doblegados por el miedo y la corrupción.

Con esta acción el gobierno busca que todos tengan miedo y para eso, que mejor que golpear al magisterio, pues de ese modo, todos pensaran: si golpearon al más grande y mejor organizado, pueden hacer lo que quieran con cualquiera. Y eso es justamente lo que quieren los gobernantes que la gente se convenza, para que pueda tener el control de todo.

Que nadie se engañe, aceptar la violencia sin que pase nada debe preocupar todos, porque se instalaría de facto una dictadura que nadie podrá frenar y que costara cientos de vidas humanas y mucho dolor en miles de los que luchan como bien pueden dar fe el CIPO-RFM, la COMPA, el diario Noticias, los ayuntamientos de San Blas Atempa, San Martín Itunyoso, etc., hasta los que no luchan sufrirían

Si la represión al magisterio no tiene como consecuencia la destitución del gobernador y se reduce a negociar reparación del daño, libertad de los presos e incluso el aumento salarial, lo sucedido a los maestros desalentará la participación de la gente y hará que poco a poco se deje la protesta como forma para resolver demandas, hasta de los mismos maestros. Mal haría el magisterio, en esta coyuntura que ha permitido el nacimiento de un movimiento popular, en sustituir su demanda de destitución del gobernador por solución a reclamos laborales, educativos y populares,

Por las formas de la represión usadas, el gobierno tiene imposibilidad material y logística para agredir a 20, o 50 mil maestros, de ahí que la mayor seguridad sea mantenerse compactos, no caer en las provocaciones, reforzar las medidas de seguridad internas, fortalecer la documentación e información de las agresiones, adelantarse a denunciar nacional e internacionalmente el hostigamiento y violencia psicológica, pedir visitadores de la comisión nacional de derechos humanos, abrir un abanico de visitantes nacionales e internacionales de intelectuales, artistas, desarrollar actividades con sus estudiantes, etc.

Entender que a déspotas como Ulises Ruiz no se les destituye en una mesa de negociación sino con la lucha generalizada es importante para no mantenerse inactivo y a la espera de las negociaciones. Para esto es fundamental que las organizaciones sociales, estudiantiles, indígenas, etc., participen para potenciar el movimiento y de manera simultanea a la instalación de las negociaciones: mientras el gobierno le apuesta al desgaste, la intimidación y corrupción, el movimiento debe comenzar a preparar la huelga general, o paro estatal, en todo el territorio oaxaqueño, pues cuando las negociaciones no van mas allá, eso es lo único que puede destituir a los tirarnos.

Hasta hoy el gobierno priista de Ulises Ruíz le apuesta al terror y la división, pero olvida que los pueblos tienen miedo un tiempo pero no toda la vida, que pueden mantener diferencias políticas entre ellos, pero ante la represión se unen para defenderse, por eso, pese a la evidente desorganización inicial del magisterio ante la embestida gubernamental, en términos reales son ahora el motor de esta lucha contra la violencia institucional.

Ojalá que todos los sectores que ahora conforman el movimiento popular puedan entender que la destitución de Ulises Ruiz es un asunto de vida o muerte y no desperdicien la gran movilización social en Oaxaca solo para solucionar sus demandas inmediatas, porque de hacerlo, se estarían derrotando ellos mismo.

Y mientras tanto, el compromiso de quienes como CIPOVAN somos parte de la otra campaña es hacernos parte de la lucha, colaborar en la difusión, presionar en las instancias internacionales, tal y como lo venimos haciendo, y que ya logramos paralizar las actividades del consulado en Vancouver por un día, justo la misma fecha que mas de 300 mil oaxaqueños marcharon en nuestra tierra y ahora mismo, estamos denunciando esta situación en el foro mundial urbano. Nuestro compromiso es pues, aportar lo que nos toca en esta gran lucha del pueblo oaxaqueño por sacudirnos a un narcotraficante, asesino y represor como Ulises Ruiz.

 

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