Boletín
electrónico rebelde y autónomo del
Consejo Indígena Popular de Oaxaca “Ricardo
Flores Magón”
Ñuu nKanta’a nombre en mixteco que significa
“Pueblo que pelea”
Época:
Magonista Año: Libertad No. 3
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¿Por qué no se olvida el 2 de octubre?
Ricardo Flores Magón
En síntesis todos los movimientos estudiantiles
previos al 68 surgieron por la necesidad de democratizar la educación y que los
pobres tuvieran la oportunidad de continuar sus estudios.
Miles de esperanzas de
libertad y justicia coincidieron en la lucha del 68, en donde hablaron todas
las voces. Se escuchó el dolor y el coraje callado por muchos. Siendo la lucha
estudiantil del 68, una lucha que abarcó los intereses de pueblo explotado. El
movimiento del 68 está vivo, sigue en nuestros corazones la rebeldía, la rabia
contenida en contra del mal gobierno de
aquel entonces y del actual gobierno entreguista.
El mal gobierno llama
antinacionales a los indígenas, magonistas, zapatistas; antipatriotas a los y
reaccionaron a los que se rebelan contra la opresión; ilegales a los que luchan
contra leyes impuestas por el gobierno, los ricos y los partidos políticos que
son simples títeres de intereses trasnacionales. ¡Nos llaman antinacionales,
ilegales, antipatriotas y reaccionarios porque las fronteras de los poderosos
no son nuestras fronteras. Porque su nación burguesa, no es nuestra nación.
Porque su patria es el dinero. Porque sus leyes son para encarcelar nuestra
rebeldía.
Nosotros
los jóvenes magonistas, los indios de la ciudad...somos grito, somos fuego,
somos sol, somos montaña, somos agua, somos patria. El 2 de octubre los indios de la ciudad marchamos, fuimos puño,
tomamos por asalto la ciudad de la soberia e intolerancia. Aunque los medios de
comunicación al otro día nos acusaron de actos vandálicos.
Desde este espacio nos deslindamos de los actos
violentos, el anarquismo, el magonismo no es violencia irracional, nosotros
marchamos con otros hermanos jóvenes pacíficamente, si hubo actos de violencia
pero en manos de provocadores. Los magonistas no tenemos en nuestra práctica la
violencia con otro hermano de lucha. Los magonistas estamos conscientes que
queremos cambiar el rostro de la tirania, luchamos por la armonía, luchamos
contra la injusticia. Pero nuestras prácticas se han caracterizado por su creatividad.
Jóvenes magonistas del Consejo Indigena Popular de Oaxaca Ricardo Flores
Magón
El revolucionario viejo y el
revolucionario moderno se encontraron una tarde marchando en diferentes
direcciones. El sol mostraba la mitad de su ascua por encima de la lejana
sierra; se hundía el rey del día, se hundía irremisiblemente, y como si tuviera
conciencia de su derrota por la noche, se enrojecía de cólera y escupía sobre
la tierra y sobre el cielo sus más hermosas luces.
Los dos revolucionarios se miraron frente a frente: el viejo, pálido,
desmelenado, el rostro sin tersura como un papel de estraza arrojado al cesto, cruzado
aquí y allá por feas cicatrices, los huesos denunciando sus filos bajo el raído
traje. El moderno, erguido, lleno de vida, luminoso el rostro por el
presentimiento de la gloria, raído el traje también, pero llevando con orgullo,
como si fuera la bandera de los desheredados, el símbolo de un pensamiento
común, la contraseña de los humildes hechos soberbios al calor de una grande
idea.
-¿Adónde vas?, preguntó el viejo.
- Voy a luchar por mis ideales, dijo el moderno; y tu,
¿adónde vas?, preguntó a su
vez.
El viejo tosió, escupió colérico el suelo, echó una mirada al sol, cuya
cólera del momento sentía él mismo, y dijo:
- Yo no voy; yo ya vengo de regreso.
- ¿Qué traes?
- Desengaños, dijo el viejo. No vayas a la revolución: yo también fui a
la guerra y ya
ves cómo regreso: triste, viejo,
maltrecho de cuerpo y espíritu.
El revolucionario moderno lanzó una mirada que abarcó el espacio, su
frente resplandecía; una gran esperanza arrancaba del fondo de su ser y se
asomaba su rostro. Dijo al viejo:
- ¿Supiste por qué luchaste?
-
Sí, un malvado tenía dominado el país; los pobres sufríamos la tiranía
del Gobierno y la tiranía de los hombres de dinero. Nuestros mejores hijos eran
encerrados en el cuartel; las familias, desamparadas, se prostituían o pedían
limosna para poder vivir. Nadie podía ver de frente al más bajo polizonte; la
menor queja era considerada como acto de rebeldía. Un buen señor nos dijo a los
pobres: “Conciudadanos, para acabar con el presente estado de cosas, es
necesario que haya un cambio de gobierno; los hombres que están en el Poder son
ladrones, asesinos y opresores. Quitémoslos del Poder, elíjanme Presidente y
todo cambiará”. Así habló el buen señor; en seguida nos dio armas y nos
lanzamos a la lucha. Triunfamos. Los
malvados opresores fueron muertos, y elegimos al hombre que nos dio las armas
para que fuera Presidente, y nos fuimos a trabajar. Después de nuestro triunfo
seguimos trabajando exactamente como antes, como mulos y no como hombres; nuestras
familias siguieron sufriendo escasez; nuestros mejores hijos continuaron siendo
llevados al cuartel; las contribuciones continuaron siendo cobradas con
exactitud por el nuevo Gobierna y, en vez de disminuir, aumentaban; teníamos
que dejar en las manos de nuestros amos el producto de nuestro trabajo. Alguna
vez que quisimos declararnos en huelga, nos mataron cobardemente. Ya ves cómo
supe por qué luchaba: los gobernantes eran malos y era preciso cambiarlos por
buenos. Y ya ves cómo los que dijeron que iban a ser buenos, se volvieron tan
malos como los que destronamos. No vayas a la guerra, no vayas. Vas a arriesgar
tu vida por encumbrar a un nuevo amo.
Así habló el revolucionario viejo; el sol se hundía sin remedio, como si
una mano gigantesca le hubiera echado garra detrás de la montaña. El
revolucionario moderno se sonrió, y repuso:
─Compañero: voy a
la guerra, pero no como tú fuiste y fueron los de tu época. Voy a la guerra, no
para elevar a ningún hombre al Poder, sino a emancipar mi clase. Con el auxilio
de este fusil obligaré a nuestros amos a que aflojen la garra y suelten lo que
por miles de años nos han quitado a los pobres. Tú encomendaste a un hombre que
hiciera tu felicidad; yo y mis compañeros vamos a hacer la felicidad de todos
por nuestra propia cuenta. Tú encomendaste a notables abogados y hombres de
ciencia el trabajo de hacer leyes, y era natural que las hicieran de tal modo
que quedaras cogido por ellas, y, en lugar de ser instrumento de libertad,
fueron instrumento de tiranía y de infamia.
Todo tu error y el de los que, como tú,
han luchado, ha sido ése: dar poderes a un individuo o a un grupo de
individuos para que se entreguen a la
tarea de hacer felicidad de los demás. No, amigo mío; nosotros, los
revolucionarios modernos, no buscamos amparos, ni tutores, ni fabricantes de
ventura. Nosotros vamos a conquistar la libertad y el bienestar por nosotros
mismos, y comenzamos por atacar la raíz de la tiranía política, y esa raíz es
el llamado “derecho de propiedad”. Vamos a arrebatar de las manos de nuestros
amos la tierra, para entregársela al pueblo. La opresión es un árbol; la raíz
de este árbol es llamado ”derecho de propiedad”; el tronco, las ramas y las
hojas son los polizontes, los soldados, los funcionarios de todas clases,
grandes y pequeños. Pues bien: los revolucionarios viejos se han entregado a la
tarea de derribar ese árbol en todos los tiempos; lo derriban, y retoña, y
crece y se robustece; se vuelve a derribar, y vuelve a retoñar, a crecer y a
robustecer. Eso ha sido así porque no han atacado la raíz del árbol maldito; a
todos les ha dado miedo sacarlo de cuajo y echarlo a la lumbre. Ves pues, viejo
amigo mío, que has dado tu sangre sin provecho. Yo estoy dispuesto a dar la mía
porque será en beneficio de todos mis hermanos de cadena. Yo quemaré el árbol
en su raíz.
Detrás de la montaña azul ardía algo: era el sol, que ya se había
hundido, herido tal vez por la mano gigantesca que lo atraía el abismo, pues el
cielo estaba rojo como si hubiera sido teñido por la sangre del astro.
El revolucionario viejo suspiró y dijo:
─Como el sol, yo también voy a
mi ocaso. Y desapareció en las sombras.
El revolucionario moderno
continuó su marcha hacia donde luchaban sus hermanos por los ideales nuevos.
( De “Regeneración del número 18,
fechado el 31 de diciembre de 1910).
Extracto
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INDIO
PATA DE PERRO
509 años de resistencia indígena
A 509 años de mantenernos en el sótano de la
sociedad mexicana, de afrontar constantes agresiones que de manera permanente
han mutilado nuestros territorios y nuestra cultura, los pueblos indígenas,
organizaciones y sindicatos democráticos del estado de Oaxaca decimos basta de: tantos años de opresión; política neoliberal foxista; implementación de
megaproyectos en nuestro territorio (Plan Puebla Panamá); terrorismo y guerra.
Por todo lo anterior este 12 de Octubre desde las 9 de la mañana,
elevaremos nuestra más enérgica protesta
en la manifestación que partirá de la fuente de las 7 regiones con rumbo
al zócalo de Oaxaca. Con esta actividad nos estamos pronunciando por: la
globalización de la resistencia y contra los 509 años de opresión; por el
cumplimiento de los acuerdos de San Andrés y la anulación de la reforma
indígena foxista; por la solución a las demandas de los pueblos indígenas y los trabajadores del campo y la
ciudad; por el establecimiento de mesas de trabajo con las distintas
organizaciones y sindicatos independientes y democráticos de Oaxaca; por la paz
y contra el terrorismo y la guerra de estados unidos contra los pueblos del
mundo.
Atentamente
CIPO-RFM, CODEP-bpp,
UCIZONI, UCP, Unión de Pueblos Contra la Represión de la Región Loxicha,
SECCION XXII del SNTE, SECCIÓN 35 del sector salud, Coalición de Médicos 3 de Febrero URM.
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Hermanas Lunas
Encuentro de
Mujeres Magonistas
“Nosotras no sabemos leer, ni escribir, pero tenemos
un corazón y dos manos para luchar”
Los días 31 de agosto, 1 y 2 de
septiembre se llevó a cabo en la comunidad Mixteca de Unión y Progreso, Nuyoo,
Tlaxiaco, Oaxaca el Primer Encuentro de Mujeres Magonistas reuniendo a
compañeras de diversas comunidades en donde el Consejo Indígena Popular de
Oaxaca “Ricardo Flores Magón” desarrolla un trabajo comunitario y organizativo.
Por tres días, mujeres
indígenas dieron su palabra construyendo nuevas formas de convivencia y de
organización. Los objetivos del taller entre otros fueron el fortalecer los
lazos afectivos entre las mujeres indígenas; la consolidación de formas propias de organización y
representación en el seno de las comunidades. Así como maneras de resistencia y
lucha pacífica.
El Encuentro sirvió para que
las mujeres reconocieran sus capacidades, y papel dentro de las comunidades.
Por otro lado se aplicaron de acuerdo a la educación popular dinámicas de
integración y de grupo en donde a través de mesas de trabajo en lengua se
discutieron temáticas diversas entre las cuales destacaron “Cómo el
neoliberalismo afecta a todas las mujeres”; “Sembrando esperanza” documento que
habla sobre los derechos que tienen las mujeres y los Principios del Consejo
Indígena Popular de Oaxaca Ricardo Flores Magón.
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Y no aparecieron...
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Documento del
Consejo Indígena Popular de Oaxaca “Ricardo Flores Magón” en relación a los
acontecimientos del 11 de septiembre”
“ El CIPO aclara al mundo y reconoce que derribó la
torre norte, no fueron las dos...”
Frase
a manera de broma, en una reunión de trabajo.
Los rebeldes de este lado del
mar un día, de pronto nos levantamos con la sorpresa en los ojos: no, no era
que la justicia por fin había llegado, que bueno fuera. No, no era que por fin aceptáramos la convivencia entre
los diferentes, felices seríamos. No, no era que la pobreza y la miseria era
una mala pesadilla de la que por fin habíamos despertado. No, no era que el
amor, por fin, se volvía vitamina y alimento de todos los soñadores, por lo que
algunos al final tendríamos la felicidad de dejar la flacura y desnutrición del
alma. No, no era nada de eso.
Sucedía que las pantallas y emisoras radiales azoraban
nuestras vidas. Nos dejaban ver que el país más poderoso del mundo, el
destructor más temible de la historia, ese monstruo que todos conocemos y le
hemos visto asestar dentelladas en diversas regiones del mundo había recibido
un golpe en su rugosa piel.
Nos duele la muerte, de inocentes o no, la muerte
siempre duele para quienes luchamos porque algún día nos veamos como hermanos.
Desconocemos la inocencia de los muertos, ¿cuantos del pentágono lo son? Pero
lo que más nos duele es que con ese pretexto, aunque la verdad USA no los
necesita, se incrementará la violencia gringa contra nuestros pueblos, ahora
con la bandera de la lucha contra el terrorismo, como antes lo fue contra el
comunismo internacional, luego para instalar democracias y en los últimos
tiempos la lucha contra el narcotráfico.
Bajo estos argumentos se invadió, asesino y exterminó
pueblos enteros, miles de inocentes en Vietnam, Granada, Panamá, El Salvador,
Nicaragua, Chile, Irak, etc.. Pero mas inocentes mueren día con día debido a
las políticas monetarias de este monstruo de barras y estrellas sin que nadie
se consterne, guardando silencio casi todos los gobiernos, sin que se condene
ni sancione a nadie.
¡Ah! por los
muertos que no son gringos, ni de la bolsa de valores, ni del pentágono, pero
muertos al fin, indígenas, negros, niños, mujeres, ancianos, seres humanos
pues, cuanto olvido, cuanto no pasar nada, cuanto no existir. Este olvido duele
a los magonistas, más duele cuando todos se consternan y duelen por el imperio pero no sienten por lo
que les pasa a sus iguales, hermanos de miseria y pobreza, de dolor y de
hambre, de vida que no es vida, de alegría que nunca llegará. En fin nos duele
por los que nadie se duele.
Pero porque nos quedamos ese día con los ojos enormes,
grandes, enormes de grandes que estaban, era porque estaba viendo que el impero
es tocable, que los poderosos se pueden derrumbar, que nadie es intocable.
Antes de ver caer la segunda torre y sin enterarme
todavía de lo que pasaba en el pentágono, creía que no tardarían en aparecer por todos lados Batman, Superman,
el Capitán América y otros super hombres que nos hicieron creer en la
imbatibilidad de los gringos, y que nos habían hecho pensar que somos enanos. Pero
no aparecieron, por ninguna parte aparecieron estos salvadores del poder y la
propiedad privada, de los ricos y los poderosos. Ni antes ni después del
atentado aparecieron los salvadores.
Todavía ahora me pregunto ¿cómo fue que ni los Rambo,
Nico o los duros de matar, pudieron impedir el atentado? Así pues, ni los
primeros ni los segundos pudieron evitar que a los ojos del mundo se demostrara
que los poderosos también son tocables. Los ojos se quedaron enormes de grandes
por que no aparecieron los super hombres que nos habían hecho creer eran los
gringos. Pero más grande se puso la esperanza, esa que no nos abandona ni de
noche ni de día, que salta ahí donde todos piensan que no hay mas que hacer,
esa que vive y cobra fuerza donde todo parece perdido.
La esperanza, que espera, la esperanza que se lanza,
la esperanza que es paciencia y es lanza, la esperanza que espera para lazarse,
la esperanza que no desespera, espera, espera. Ahí estaba esa nuestra
esperanza, no festejando la muertes, no aplaudiendo el dolor, no festejando
nada, sino mirando solo, creciendo solo, siendo mas cierta que nunca: todo
imperio por mas poderoso que sea es tocable, nadie, nadie, por fuerte que se
considere es imbatible cuando comete por todos lados injusticias. Entonces la esperanza,
esa muy nuestra, esa la otra parte que pocos pueden ver y reconocer que es alma
y carne de las personas, esa se lleno de certezas como de pájaros los árboles,
de la secreta sonrisa del que nada tiene mas que su esperanza de que: el
imperio reflexione sobre lo que ha pasado y deje de hacer daño, que su
incapacidad por saber quien cometió el atentado no le convoque al camino fácil
de golpear a todo lo suponga.
No sabemos que sigue, solo se que el dolor esta muy
cerca y que nuestra lucha debe ir también,
rumbo a impedir que en nombre de la democracia, contra el terrorismo y
demás máscaras se multipliquen males contra los pueblos, nuestros pueblos. Es
la hora de que luchemos por la paz mundial, atacando la raíz de la violencia,
que por cierto no se reduce a los atentados terroristas, sino que vive en la
desigualdad económica de los pueblos.
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La VICTORIA es nuestra... también la corona y la superior....salud.
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A manera de editorial.
Nuestro humilde boletín
magonista tiene entre sus propositos
difundir tanto el pensamiento Magonista, como las diversas actividades de las
organizaciones, comunidades, que convergen en el Consejo Indígena Popular de
Oaxaca “Ricardo Flores Magón”. Estamos en esta ocasión estrenando algunas
secciones para estructurar nuestra palabra.
Los indios de la Ciudad.- Dedicada a las iniciativas de l@s jóvenes
magoner@s de nuestra organización. Frase que surgió en un círculo de estudio
magonista en donde uno de los jóvenes punks dijo, “ nosotros participamos en el
CIPO-RFM porque somos los indios de la ciudad”.
Hermanas
Lunas.-Donde
se abordarán actividades de las mujeres magonistas y problemática de género.
Indio Pata de Perro.- Sección que se desprende de una frase coloquial que
se maneja mucho entre l@s companer@s
, cuando se anda de aquí para allá y no estamos quietos en un solo lado se
le dice “andas de pata de perro”. En
este espacio estara la palabra de los migrantes, las relaciones con otras
organizaciones, pronunciamientos y acciones conjuntas, la esperanza en
movimiento pues.
“En las buenas y en las malas”.- Noticias diversas. Esta frase
tan profunda, contundente, clara y simple la aportó una compañera, cuando
algunos compañeros trataban de teorizar demasiado sobre el compromiso con la
organización, nuestra hermana indigena se para y explica contundente: “bueno lo
que quiere decir es que con el CIPO estamos en las buenas y en las malas”
“La VICTORIA es
nuestra... también la superior y la
corona”: En este apartado esta abierto a los desvarios
literarios y libertarios de los magonistas. Recibimos colaboraciones en este
aspecto.
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A nombre
de: CONSEJO INDÍGENA POPULAR DE OAXACA “RICARDO FLORES MAGÓN”