Entrevista aparecida en el número de junio/2002 del periódico de contrainformación UPA-Molotov al representante del Consejo Indígena Popular de Oaxaca "Ricardo Flores Magón" CIPO-RFM, Raúl Gatica

"Los que salimos afectados en las guerras somos siempre los pueblos, no son los ricos"

El Consejo Indígena Popular de Oaxaca "Ricardo Flores Magón" (CIPO-RFM) es una organización formada por 23 comunidades que actúan en 5 de las 8 regiones económicas que tiene el estado de Oaxaca (México). Nace en noviembre de 1997 como resultado de la confluencia, a partir de los años 80, de diversas organizaciones y comunidades. Pero la represión, la violencia y los intereses particulares de cada una de las organizaciones integrantes hacen que el Consejo tenga una serie de bajas, las últimas en el 2000. Ultimas porque dado que el Consejo tiene más definido claramente su perfil y contenidos (una organización de comunidades y no una alianza de organizaciones), confían en que ya no habrá más divisiones.
Aprovechamos la gira informativa por el estado español de uno de sus representantes, Raúl Gatica, para hablar con él.

P: Cuál es vuestra forma de funcionamiento, la historia, las teorías en las que os inspiráis y las formas de intervención política que tenéis.

R: Básicamente tenemos una orientación comunitaria, que sería nuestro principal eje de articulación y de actuación. De ahí nosotros hemos tomado como parte del planteamiento ideológico las ideas de los magonistas, que no se reduce al pensamiento de R. Flores Magón, sino también a Librado Rivera, Tragedes, N. Teo Bernal, y un conjunto de liberales, miembros del partido liberal que existieron a principios de siglo. Y bueno, los magonistas de hoy en día, que siguen reflexionando sobre muchas cosas. Son nuestra inspiración ideológica, complementaria a todo el trabajo de la comunidad. Nuestros ideales están afincados en el trabajo comunitario, tenemos una forma democrática de subsistir, tenemos como razón de supervivencia el apoyo mutuo, la autogestión, el trabajo colectivo y gratuito, la voluntad de servicio, una serie de valores que tiene la comunidad y que nos inspira a decir que si la sociedad trabajara como trabajan las comunidades, pues otro mundo estaríamos habitando. Hemos tenido una historia muy difícil, de represión, de muertes. No somos sumisos, no nos mantenemos callados, y bueno, en ese sentido somos agredidos y violentados por las distintas corporaciones policíacas del gobierno, el ejército, la policía judicial, la policía municipal, los paramilitares que son indígenas en su mayoría. Y entonces todo hace parecer que es un pleito entre nosotros, cuando no es así, sino que son gente pagada por los gobiernos. En este asunto hemos tenido que recurrir a una serie de formas de lucha que permitan hacer que nuestras comunidades sean respetadas y que logremos atención.
La tentación de la violencia en las comunidades indígenas es latente, porque después de tanta agresión, pues llegan momentos en los que tú dices que como de todas formas te vas a morir... Sin embargo hasta hoy el CIPO ha tenido la capacidad de resistir a esa tentación porque obviamente que sí nos da miedo la guerra, no queremos la guerra porque en ella nadie gana, todos pierden, hasta los que al final dicen que ganan. Los que salimos afectados en las guerras somos siempre los pueblos, no son los ricos los que van, somos entre hermanos sólo que unos de un lado y otros de otro, pero iguales, nos matamos. Entonces hemos optado por la lucha pacífica con acciones colectivas y directas. Así hacemos acampadas de protesta, tomas de edificios, ocupaciones de tierras, de casas, proyectos de transporte comunitario sin necesidad de tener permisos, etc. Y también nos enfrentamos a la policía, de otras maneras pero nos enfrentamos, con ingenio y con imaginación:
transformamos una tradición en una forma de lucha. Así transformamos una fiesta como la de los muertos en una fiesta de protesta, contra la represión, contra el castigo a nuestros hermanos.
Vemos que ha habido como una esquematización de las formas de lucha. Hay quien piensa que cuanto más daño le hacen al de enfrente, son más revolucionarios, más combativos. Nosotros decimos que puede ser esa una forma pero que no es la única, y hemos trazado nuestras propias líneas: en cada acto involucrar a otras gentes, ganar la simpatía de otros que aunque no sean del consejo indígena, simpaticen con él. Otro punto es que nuestras acciones convoquen a la toma de conciencia de la gente que nos ve, y otra cosa es que se convierta en algo agradable para quienes lo realizan, que sea algo que les guste. Y otra más es que deje sin argumentos al gobierno para que no nos reprima, de tal modo que si nos reprime se evidencie que está reprimiendo actos pacíficos.
Nosotros cambiamos los cantos que hay tradicionales por otros cantos. En esos cantos pedimos justicia y libertad de los presos, por ejemplo. Si vamos 400 del consejo a una manifestación, la canción la están cantando 3.000, hay 3.000 gentes que están de acuerdo con el canto, y que se están expresando en contra del gobierno. Otras formas de lucha consisten en hacer desangrados masivos: si se hacen pintadas, no pasa nada, se borran, nosotros hemos hecho pintadas con sangre. También los borran, pero no es lo mismo que tú veas una pintada de un spray a una pintada, en casa de un funcionario, de gente que se fue sacando 10 centímetros de sangre de sus venas y fue con su jeringuilla escribiendo la exigencia.

P: ¿Cuál es la forma de funcionamiento de la comunidad, cómo se vive la vida cotidiana?

R: La comunidad es un espacio de contradicciones permanente. Quien venga a decirles que la comunidad es ideal y que es perfecta, viene a decir mentiras. El problema no es si tenemos o no contradicciones sino cómo vamos resolviéndolas. Todos los problemas comunitarios los resolvemos en asamblea general: como espacio para elegir a nuestros representantes, espacio para definir la vida política, económica, social y cultural de la comunidad, espacio donde se hacen la reeducación y los correctivos para los compañeros que cometen irregularidades, como lugar donde todo el mundo expone sus ideas para decir hacia dónde tiene que ir la comunidad. Después vienen los distintos comités que hay en la comunidad, y se encargan de llevar a cabo los acuerdos.
Y en el caso del CIPO-RFM, nuestra estructura de funcionamiento es muy simple. Lo básico es la asamblea general de la comunidad. Y esta nombra a sus representantes, que forman el Consejo de Base o Consejo de la Comunidad. Este es el núcleo fundamental de nuestra organización. Después hay la asamblea general de Consejos de base donde se reúnen los consejos de todas las comunidades.
Entre estas instancias hay una instancia superior, que es la Asamblea General de Miembros de todas las Comunidades. Ésta crea para operar sus acuerdos una instancia operativa que se llama Junta Organizadora del Consejo Indígena. Esta junta organizadora tiene 12 áreas de trabajo: finanzas, enlace, mujeres, jóvenes, la coordinación general, la de capacitación, ecología, cultura, etc.

P: Tras la Ley Indígena aprobada hace un año por Fox, ¿Cuál es la situación actual del movimiento indígena mexicano?

R: Independientemente que el señor Fox y sus lacayos estén diciendo a la comunidad nacional e internacional que ya hemos cambiado mucho, que en México todo está resuelto, la realidad es que no es cierto. Los pueblos indígenas seguimos teniendo hoy día (según los datos oficiales que ellos tienen) un alto grado de desnutrición en el 70% de nosotros. La mayor parte de las muertes en las comunidades indígenas sigue siendo por enfermedades curables, la mayor parte no tiene los servicios básicos, el promedio de escolaridad es como mucho el 2º grado de primaria y la mayoría no sabe leer ni escribir. No hay mejorías.
Por otro lado Fox y todos los partidos políticos, (izquierdas y derechas, centros, ecologistas y no ecologistas, todos), aprueban una ley que la llamamos la Ley Fox, o la ley de la contrarreforma indígena. Es una ley que está en contra de nuestros derechos y nos niega la posibilidad de ser sujetos de derecho. Nos niega la posibilidad de asociarnos y nos reduce al ámbito puramente municipal. Esto ha generado más de una respuesta desde el movimiento indígena; hay quienes piensan que la lucha tenemos que darla en el marco sólo legal y han interpuesto una serie de recursos. Hay quienes piensan que la idea es luchar sólo desde abajo, con movilizaciones, para derogar esa ley. Nosotros pensamos que hay que hacer las dos cosas. Desde siempre el movimiento indígena en México ha sido múltiple, con muchos rostros, con muchas visiones y formas de ver. Hoy enfrenta un reto muy especial. Está muy disperso, no digo que no exista, existe y está haciendo cosas, pero descoordinadamente. El espacio del Consejo Nacional Indígena (CNI) ha demostrado que sólo en la medida en la que el EZLN lo convoca se articula y se mueve, pero por si solo no ha tenido la capacidad de desarrollar trabajos concretos. Tenemos que conseguir que el CNI sea un instrumento de los pueblos indígenas, un instrumento que sea capaz de moverse cuando lo convoquen los hermanos del EZ, pero un instrumento que también sea capaz de moverse por si solo, como movimiento indígena, que tenga capacidad de convocar a la lucha. El reto más importante que hoy tiene el movimiento indígena es ser capaces de construirse un rostro, una identidad, pero sobretodo un accionar que dependa de su propia fuerza.
Nos gustaría que la gente en Europa pudiera ver, pensar y sentir el movimiento indígena más allá de Chiapas. Que pudiera entender que los indios estamos a lo largo y ancho de México y estamos en América y estamos en el mundo. Que la lucha de Chiapas es la lucha de todo México y de todo América, y que no le hagan el favor al gobierno de reducir el movimiento indígena sólo a Chiapas y sólo a unos cuatro municipios, y sólo al EZLN, y lo peor, sólo al Subcomandante Marcos.

P: ¿Cuáles son los problemas concretos en vuestro estado?

R: La represión, la falta de recursos, la falta de apoyos, la gran miseria y pobreza, la falta de servicios, el analfabetismo, la desnutrición la violencia hacia nuestras comunidades.. Nosotros entre otras cosas hemos venido a Europa a denunciar las violaciones de derechos humanos que sufrimos constantemente, el aislamiento que hemos sufrido de parte de los gobiernos, que no invierten en nuestras comunidades para desarrollarlas. Las comunidades indígenas estamos enfrentando en Oaxaca una política de exterminio que va desde forzar a las compañeras a la esterilización a introducir maíces transgénicos en nuestros pueblos para depender alimentariamente de las grandes multinacionales. Esta política de exterminio que tenemos está muy dura, y básicamente está encaminada hacia los pueblos indígenas que luchamos, o sea, de manera más descarada, pero incluso los pueblos indígenas que no luchan los van a exterminar. Y por eso estamos solicitando a la gente que nos acompañe, porque hemos visto que con la presencia de otras personas la represión hacia nuestros pueblos se frena un poco. Y también esta posibilidad de acompañamiento conlleva la posibilidad de intercambiar experiencias, saberes y voluntades para seguir luchando.


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