CHONITA, VIVES EN NUESTRO CORAZÓN   

            Pequeña con sus largas trenzas aun negras a pesar de sus 58 años, se unió a la lucha con el CIPO-RFM porque tenía el sueño de tener un lugarcito digno donde vivir, pues aunque diario trabajaba los terrenos en Huatulco son muy caros.
           
            Aunque leía y escribía poquito, pues solo fue dos años en toda su vida a la escuela, pero siempre encontraba un tiempo para leer sobre la lucha, de Magón y escribir sus informes de sus comisiones.
           
            Se había negado a ser india y quiso sepultar su lengua materna que la humillaba ante los mestizos por eso su hijo Juan y su hija Victoria no pudieron saberla; fue hasta que nos encontramos en las calles peleando nuestros derechos, platicando nuestros dolores, trabajando juntos, juntas para no ser mas esclavas, abrazándonos para resistir el miedo con que los policías nos desalojaban, cantando el corazón magonista, riéndonos, llorando, y soñando con un día vivir tranquilas que dejo de tener vergüenza y tomo el micrófono para no callar más, que enfrento con valentía a los ministeriales que les quisieron quitar su casa, que dejo su trabajo hijos y nietos para cumplir con la guardia en casa de CIPO, asistir a las reuniones de Consejo de los Consejos y las comisiones de su organización.
           
            Sus pequeños pies caminaron Oaxaca, México, Ecuador y Canadá para llevar a otros hermanos y hermanas la palabra de CIPO.
           
            La muerte la sorprendió pronto, dicen los médicos que murió de hipoxia, enfermedad vascular; crisis hipertensiva e impertención arterial sistémica, nosotras decimos que fue el mal sistema de salud que no le dio pastilla buena, la pobreza que desde pequeña le dio desnutrición, la preocupación diaria por la persecución que sufría por ser vendedora ambulante de tacos en la playa donde se ganaba la vida para pagar puntualmente mes con mes al municipio de Huatulco $3000.00  por su terrenito que con la lucha conseguimos.
           
            Chonita, nos avisan que en el Hospital de Pochutla el día 3 de abril de 2007 moriste primero de tu cabeza y después de tu cuerpo, otra vez se equivocan porque  con tus manos de partera y curandera ayudaste a nacer la vida y las palabras de lucha, sueños, esperanzas, consejos, amistad y hermandad que tu sembraste nació y crece en el nuestro corazón.
           
           
Por eso todos los que te conocimos los cristianos, los católicos, los vendedores de la playa, los vendedores de zona urbana, amigos, gentes, el CIPO y los compas de Huatulco: Reyna, Félix, Juan,  Celsa, Felicito, Elizabeth y Licha apoyaron con sillas, lona, mesa, arreglaron la casa para esperar y acompañar a Chonita con flores, con el rezo del rosario, se pusieron sus fotos en la lucha; Juan, hijo de Chonita, sugirió que se hiciera unas laminas porque para él su mama anduvo hasta los últimos momentos  en la lucha con nosotros y nosotras y que era la forma de agradecerle y después paso la familia de Juan y Victoria a despedirse de ella.

            A las cuatro de la tarde del día 4 de abril del presente año fue enterrado su cuerpo en el panteón del pueblo donde con dolor sus amigos y familiares le dieron el último adiós. 
           
            Todos y todas las que conocimos a Asunción López Ruiz, Chonita, vives en nuestro corazón por tu ejemplo de lucha de mujer y hermana hasta el ultimo día no dejaste de pensar como seguir adelante en la lucha y dejaste la tarea de seguir organizados, de cumplir para tener un mejor amanecer.

 

Por la reconstitución y libre asociación de los pueblos
Consejo Indígena Popular de Oaxaca “Ricardo Flores Magón”
CIPO-RFM

 

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