La pirámide

Los antepasados pasaron varios sitios para llegar a este lugar que actualmente es Santa Maria Yucuhiti. Un sitio de estos se llama pueblo viejo, según las personas de mayor edad cada año nuevo a media noche según suena la campana sin que nadien la haya tocado y también el olor de copal sin que nadien lo haya llevado. Muchas personas lo iban a visitar cada año. Cuenta nuestra gente que es el lugar donde se escucha ese ruido, ese lugar donde estuvo nuestro pueblo.

 

El señor y el león

Cuentan los abuelitos que en tiempos muy remotos sucedió una vez en el pueblo de Yucuhiti, había una familia muy trabajadora, pero muy trabajadora. Iniciaba su labor desde el amanecer y la suspendía hasta el anochecer y así eran de todos los días.

Cierta vez el señor discutió fuertemente con su esposa, simplemente porque su comida llegó tarde. La señora dijo: “Te diré hombre, de verdad, si amaneces con vida mañana.”


El señor sin tomar muy en cuenta las palabras de su esposa se quedó en su sembradío, llegó la noche y él sin mucha preocupación hizo una fogata y preparó su cafecito. Se acostó para dormir, cuando de repente aparece un león. El señor quedó estático con mucho miedo pero el león no le hizo nada. Muy campantemente el animal se sentó a calentarse junto a la lumbre. De lejos comenzó a escucharse el ruido de un tigre y poco a poco se iba acercando hasta llegar cerca, muy cerca de donde estaban el señor y el león. El león rápidamente se preparó para la pelea y el tigre ya venía preparado para eso. Comenzó una pelea sin cuartel.

Se daban con todo y después de un buen
rato ya no se escuchaba dada. El león regresó
cojeando y muy mal herido junto a la fogata cuando el señor se dio cuenta que en una de sus patas estaba metida una gran astilla. El señor se animó de agarrar su pata herida y con la boca sacó la astilla. Se acostó un rato junto a la lumbre y luego se fue.

Cuando amaneció el señor se fue a ver el lugar de la pelea ¿que había sucedido? Encontró que el tigre estaba muerto.

Regresó a su casa para comentar eso a su mujer, pero se lleva una desagradable sorpresa. Cerca de la puerta estaba tirada su mujer, ya fallecida con señas de zarpazos, lo que indicó que el tigre era su Nahual de la mujer y él era el león.

Los nahuales

Era le época después de la fundación del pueblo de Santiago Nuyoo cuando vio florecer hombres grandes y altos que eran muy inteligentes y curiosos. Según la historia de nuestros abuelos, que hubo una laguna, que en el fondo se encontraba un animal grande con alas, plumas y muchas cabezas. Parecía a un dragón. Según, este animal era el reino de la lluvia. Unas gentes andaban de cacería. De repente vieron a este lugar bonito y para ellos fue sagrado. Pasó el tiempo. Una pareja de este pueblo llevó a su hijo recién nacido a bañarlo en esta laguna y aquel animal lamió la cabeza del niño y se espantaron. Pero tuvieron fe en visitar aquel lugar. No tardó muchos años el niño iba creciendo rápido. Entonces sus papás pensaron que fue a recibir un don importante viendo la transformación de este muchacho con más sentimientos, experiencias y conocimiento, con gran espíritu que rodea el hombre y la naturaleza. Conforme iba avanzando los años se multiplicaron estas gentes envuelto de mucho conocimiento. Iban difundiendo algunas pruebas de la capacidad que tenían. Ejemplo: Ellos eran muy secretos cuando tenían que sembrar maíz y otros productos comestibles que se daban en este lugar. Estos se marchitaban pero por inteligente que son hacían llover parándose en lugares altos y estratégicos que rodea a este pueblo. Comenzaron a fumar cigarro viendo hacia el cielo pidiendo a la naturaleza que tenían sed. Otra prueba es que tenían pozos especiales para beber agua y cuando iba otra persona a asomarse si había agua veían a este liquido con muchos pelos. La otra prueba era que si alguien se peleaba con ellos se convertían en animales como son: marrano, gato, perro entre otros para defenderse al enemigo. Esta historia parece ser muy importante para el pueblo, pero el lugar se erosionó por un fuerte aguacero que cayó toda la noche. De aquellos años hubo derrumbes y otros factores. El animal que vivía en tal lugar no se supo si se murió o se cambio de lugar. Fue cuando poco a poco se iban muriendo las gentes. Ya no existen en la actualidad, no más queda como historia. Ellos se denominan de nombre NAHUALES.

El gato nahual

Cuentan que hace mucho tiempo hubo un señor, el cual era muy trabajador. Vivía solo. Un día empezó a chillar un gato atrás de su casa, él pensaba que el gato era un animal de verdad. Así paso el tiempo y el gato seguía yendo a la casa del señor. Un día el señor se empezó a enfermar. Cuando el señor estaba acostado en su suelo, el gato llegó a chillar en su techo mero a la distancia donde él estaba acostado. Él ya estaba enfadado de oír los chillidos del gato y agarró su rifle y le disparó, cuando en eso oyó que algo rodaba y cayó atrás de la casa. Al día siguiente fue a ver que le había pasado al gato y cuando llego vio que no había nada, cuando en eso le avisaron que una señora había muerto, él fue a ver a la señora y vio que tenía un hoyo en el pecho y era en donde le había tocado la bala. Entonces se imaginó que era la señora la que se transformaba en gato y quería hacerle una maldad.

Santa Maria Yaviche, Maricruz 14 años

El fuego

Hace mucho tiempo aquí en Yaviche no se conocía el fuego. De repente un día estaban trabajando y salieron a comer y vieron que todos los árboles se estaban quemando. Luego pensaron en ir a traer el fuego, pero no se atrevían y sucedió que de repente salió un Tlacuache y este animal como que les entendía. Entonces corrió a traer el fuego y puso su cola para que prendiera. Entonces regresó con el fuego donde estaban los señores. Estos vieron al Tlacuache que con su cola le traía fuego. Entonces juntaron leña e hicieron una gran fogata. Desde entonces se dice que el Tlacuache quedó pelón de su cola.

Santa Maria Yaviche, Maria Teresa, 12 años

El león y el venado

Mi abuelo me contó que en una ocasión fue a trabajar con sus compañeros a un lugar llamado Xintika, Yucuhiti, Oaxaca. Al atardecer se quedaron en una casita muy sencilla, hecha de jonote. Ya oscuro empezó a llover mucho y como a la media noche se escucharon ruidos muy fuertes que les hizo despertar. Parecía que provenían de una loma y rápidamente se acercaban a donde los compañeros de mi abuelo se encontraban. Justo detrás de la casita gritó un venado al desplomarse. Entonces, con la carabina, única arma que tenían, uno de ellos disparó al aire en la dirección del grito. Con el disparo vieron a un león que pasó huyendo muy cerca. Luego que prendieron lumbre a los ocotes fueron a asomarse de tras de la casita y más lejos encontraron a un venado ya muerto. Contentos lo llevaron a la casa y allí lo alinearon. Cuando el sol salió sacaron los tasajos a secar. Así comieron carne de vendado como nunca lo habían hecho.

CIPO- RFM, Santa Maria Yucuhiti


Cuando aún no existía luz

Cuentan nuestros antepasados que en un principio cuando aún no existía la luz, es decir el sol y todo lo demás, vivían unos seres humanos que trabajaban tranquilamente y llevaban una vida normal. Pero cuando apareció el sol tuvieron miedo y empezaron a cavar la tierra e hicieron para vivir en ella.
Todo esto lo cuenta para poder explicar el porque cuando se escarba- ya sea para construir una casa en el pueblo o un ranchito en el campo- se suele encontrar piedras con figuras humanas bien esculpidas, metates de piedras, jarritos y ollas de barro pero con diferente forma a como lo hacen ahora- a veces con un poco de carbón adentro. A todos estos los antepasados le atribuyan como útiles de los que vivieron en la cavernas.

Santa Maria Yaviche, Elut

Cuento conejo

En una mañana se fue el conejo a comer pastura. Se encontró con un venado y conejo decía: “No quieres poner mi cuerno, porque mi cuerno estorba cuando yo camino porque soy muy chaparrito.” Cuenta conejo al venado. “Bueno. Bueno, préstame tus cuernos. Vamos a hacer una apuesta de tres días, para que devuelva tus cuernos.”, decía el venado al conejo.
Se fue muy lejos el venado y conejo ya no lo encontró. Después el conejo estaba muy preocupado por su cuerno. Entonces se fue a preguntar al padre, estaba en la iglesia: “¿Cómo voy hacer, padre? Porque presté mi cuerno al venado. No entrega,” dice conejo al padre, “se les presté para tres días. No me entrega mi cuerno.” Luego padre dijo: “Ven, ¡ven!” Llega conejo al padre y él estiró las orejas del conejo. “Así te vas a quedar, las orejas largas.” Desde ese tiempo se quedó el nombre conejo de oreja de burro.

Este cuento ha contado un abuelito Valentín Vázquez y lo escribe Feliz Vázquez, CIPO- RFM Plan de Zaragoza, Santiago Nuyoo, Tlaxiaco, Oaxaca.


Yosonicaje

Cuentan los abuelos que hace muchos años los Nuu Savi (Mixtecos) se dispersaron en la Mixteca alta. Un grupo de ellos llegó en dónde había mucha vegetación de pinos y ocotes entre otros árboles.
Tenía una vista muy amplia de norte a sur y a lo lejos se divisaba la peñasquería.

Una vez que encontraron ese lugar buscaron terrenos para la siembra de maíz. Los principales hallaron suficiente terreno y se organizaron en cuadrillas. Cierta tarde, después de un día duro de trabajo regresaron a sus casas y en la rama de un ocote vieron a un colo yuva que cantaba. Hicieron comentarios diciendo que aquel guajalote real era un animal con plumajes muy hermosos como su canto.

Ellos no hablaban el castellano, tampoco sabían leer ni escribir porque su lengua era Nuu Savi y muy impresionados por el canto del guajolote real pidieron a los ancianos que celebraran pláticas para buscar el nombre del lugar en su propia lengua. Así mismo los trabajadores de la cuadrilla que vieron al guajolote real opinaron que el lugar debería llamarse como él que vieron en la rama del ocotal en aquella tarde. Los ancianos se reunieron. Dijeron: “El lugar se llamara Yoso Tini Caj.” Lo platicado no lo escribieron, sino que pasó de generación en generación hasta nuestros días de manera oral.

En la actualidad el nombre de la comunidad está un poco ameztizado y oficialmente se llama Yosonicaje, Municipio de Santa Maria Yucuhiti, Distrito de Tlaxiaco, Oaxaca.

CIPO- RFM Santa Maria Yucuhiti,
recopiló Virgen Ithai García López


El cuento de la mazorca

Antes, cuando yo era chiquita, adoraba mi papá a mazorca. Pizcaba en las parcelas y juntó la mazorca y se hizo la fiesta de la mazorca. Se puso una cruz en medio de la mazorca y esta se adornó con flores. Y se echó un montón de brasa y de copal en un recipiente y se dieron vueltas alrededor de la mazorca diciendo que este humo de bueno olor era un regalo para ella para que no se acabara pronto, porque esto alimentaba diario a la gente. Y entonces se mató un pollo. Se preparó y se hace pozol con salsa. Se pusieron 4 ó 5 platos de esta comida encima de la mazorca y se dejaron allí. Todos empezaron a comer alrededor de la mazorca. Los platos que estaban encima de la mazorca se dejaron allí para una noche, para que coma la mazorca. Por la mañana regalaron esta comida a otras personas, que venían.

CIPO-RFM Plan de Zaragoza, dictado por
Ofelia Maria Vásquez García

La casa de la lluvia

Cuentan los abuelitos que en el tiempo que estaban esperando la lluvia iban a donde sale el agua- a la casa de la lluvia.
Si solo caen pocas gotas o esta seco no puede llover. Y allí llevaban copal, flores y velas, para adorarlo y se hicieron cruces de palmillas para que se haga bien la cosecha.
Y cuando ya se acerca la lluvia es porque gotea el agua. Y allí sabían cuando iba empezar a llover y cuando era tiempo para quemar su rozo- porque al quemar se llena todo de humo y con la lluvia venía un viento fuerte que se llevaba el humo. Y también sabían cuando sembrar al maíz.

CIPO- RFM Plan de Zaragoza, contado en
Mixteco por Pedro Isaura López, traducido y
dictado por Feliz Vázquez

La virgen en el peñasco

En el año 1948 (decía mi difunto papá) vivía un joven. Se llamó Sirilo Cruz Pérez. Dijo que iban a encontrar una virgen en un peñasco. En este peñasco cabe una persona y en la piedra esta pintado una mesa, un sol y un burrito
.
Supieron los pueblos alrededor de la virgen y se venían. Llegaban los pueblos con flores y velas y se arrodillaban a unos cien metros al llegar al peñasco y de allí no se logró encontrar a la virgen. Sólo el joven la vio y ninguna otra persona. Esto fue en el mes de marzo y en el mes de julio el joven se murió.

Por esto mi difunto papá decía que quien sabe si es cierto que hubo esta virgen ó no.Fue casi todos los días que mi papá pasaba por este camino porque mi difunto papá tenia terreno. Y de allí- porque yo fui huérfana desde los dos años y siete meses de mi mama y todo el tiempo donde iba mi papá voy atrás de él- me contaba muchas cosas.

CIPO- RFM San Isidro Aloápam, grabado y dictado de Selina Cruz Pérez


El correcamino

En tiempos anteriores se dice que el correcamino era un buen trabajador. Sembraba y cosechaba buenas mazorcas. Pero de tanto subir y bajar vigilando su milpa se rompieron sus huaraches y tardó tanto en repararlos que la mitad de su milpa se dio bien y la otra mitad se echó a perder, porque desatendió de ella.Y por eso se dice en la actualidad que la milpa que no se da bien el milpa de correcaminos.

CIPO- RFM Santa Maria Yucuhiti, dictado por Sra. Florencia López Silva


CIPO- RFM Oaxaca



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