che El cine atrapado por el CHE
POR MIREYA CASTAÑEDA

VARIOS son los proyectos para filmar acerca del Che. Largometrajes y documentales están anunciados. La primera cinta concluida es Hasta la victoria siempre, del director argentino Juan Carlos Desanzo. No es solamente el tener la primicia lo que convierte a la película de Desanzo en un hecho para cronicar y encabezar listas, sino la forma en que ha sido concebida y realizada.

Aunque el director comprende "lo duro y complejo que es filmar sobre las grandes figuras", para él resultaba "insoslayable que el Che esté presente en el cine", y así puso toda su inteligencia en conformar una película que lo abarcara "con sus pro y sus contras, que capturara la esencia del ser humano y no como una figura de bronce". Es por ello que el filme tiene una fuerte base testimonial lograda en el estudio y análisis de libros, entrevistas, videos, aunque sin contactos con la familia del Che "para una mayor libertad, pues ya teníamos una configuración de su personalidad".

Naturalmente -dijo Desanzo- es inevitable ante una obra cinematográfica entrar en el terreno de la ficción, pero sobre la base de una profunda investigación.

La comparación con su anterior película, Eva Perón, se impone. "Es diferente a Evita porque hemos roto con las secuencias biográficas en busca de la esencia del Che. Para mí lo fundamental es rescatar la verdadera dimensión de su figura, más allá de la anécdota". Para lograr una cinta de calidad, Desanzo ha convocado a un equipo de primera fila gracias a que Hasta la victoria siempre es una coproducción. Producida por la argentina Hasta la Victoria S.A. tiene como coproductores españoles a Lola Films; Cartel S.A. y Enrique Cerezo, y en Cuba, Producciones Trimagen.

Si comienza por el guión aprecia la mano del argentino Martín Salinas, quien cuenta con un extenso currÍculum con la Warner Brothers, Universal, Metro Goldwyn Meyer, ABC, Televisa y el Sundance Institute, y entre sus varios premios la nominación al Oscar de la cinta Gaby, una historia verdadera, del director Luis Mandoki.

La fotografía quedó en manos del español Juan Amorós, quien admitió que no tuvo dificultades sino beneficios en su labor al estar bajo la batuta de Desanzo, con una larga filmografía precisamente como director de fotografía.

"Ante todo me emocionó poder filmar una cinta sobre el Che, una figura tan carismática. Participé en el proyecto desde los primeros momentos y así logramos un punto de vista visual común."

Durante el encuentro con la prensa en La Habana el productor ejecutivo, el argentino Fernando Sokolowicz (costo total de la cinta: 3,5 millones de dólares) presentó en video una escena de la película, en la cual se pudo apreciar el parecido del actor que asume el papel del Che, el argentino. Alfredo Vasco, un joven de 28 años, graduado del Conservatorio Nacional de Arte Dramático de Buenos Aires, pero aún sin experiencia ni en cine ni en teatro.

Fue seleccionado en un casting por su parecido físico -apuntó Desanzo- pero ha logrado una caracterización interna impresionante. "Si antes sólo sabía quién era y lo que había hecho -afirmó Vasco- ahora creo que lo voy a llevar siempre conmigo".

El actor cubano Orestes Pérez encarna al presidente Fidel Castro y -mediante fotos de producción- se aprecia un parecido físico también muy real.

La relación entre Fidel y el Che -acotó Desanzo- tiene mucha fuerza en la cinta porque comprobamos en la investigación los estrechos vínculos establecidos entre ellos desde su encuentro en México. "El Che queda seducido por la dimensión política de Fidel Castro".

La prensa además tuvo la posibilidad de escuchar fragmentos de la banda sonora de la película,debida al maestro cubano Frank Fernández, quien precisó haberse basado en el guión para componer los temas, a la vez que tuvo todas las posibilidades para ver los rushes.

"El tema principal, del asesinato, tiene ocho orquestaciones, el de la vida o de la ternura, aparece con seis versiones. Todo fue grabado en Cuba, con músicos de la Sinfónica, la Orquesta de Cámara de La Habana y el grupo Manguaré".

Los fragmentos escuchados resultan altamente conmovedores, de la calidad musical y lírica a la que el maestro Frank Fernández tiene acostumbrado al público como compositor y pianista excepcional. La música -seguramente- será una parte imprescindible a la hora de valorar la película.

Hasta la victoria siempre fue estructurada a partir de seis momentos en la vida de Ernesto Guevara (obertura, infancia, sus viajes por Bolivia y Perú; luego Guatemala, México y su encuentro con Fidel; la guerra en Cuba; como ministro en la Isla, y finalmente la expedición a Bolivia ("filmamos algunos pasos tal como los vivió, siguiendo su Diario, pero además el asesinato y los sucesos posteriores").

Desanzo precisó que la película fue filmada en once semanas, en escenarios en Argentina y Cuba, y "aquí trabajamos con total libertad, hicimos la película que queríamos, y una de mis razones fue para el pueblo cubano porque en cada escena he pensado en cómo lo va a tomar. Espero poder presentar la película en diciembre, en el Festival del Nuevo Cine latinoamericano".

Ésta no es una cinta hecha para el mercado, ni es una película política, es un hecho absolutamente artístico -subrayó Desanzo- pues simplemente soy un realizador que cuenta la historia de una gran figura.

Hasta la victoria siempre es "un acto de amor", confesó finalmente Juan Carlos Desanzo.