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TERRITORIOS / África

África en el ajedrez mundial del petróleo (II)



Joel Sangronis Padrón

La Haine / CEPRID
15 - II - 08

Golfo de Guinea

Situado cerca de la línea ecuatorial de las costas atlánticas africanas, es la zona de ese continente que más petróleo produce en la actualidad (5 millones de barriles diarios), y la que más prometedora hacia el futuro parece.

La condición ribereña de casi todos sus países productores hace que el transporte hacia los mercados de la costa este de los EEUU y de Europa sea rápido y económico. Los países productores (Nigeria, Angola, Camerún, Guinea Ecuatorial, Gabón, San Tomé y Príncipe y la República Democrática del Congo) gozan de una relativa tranquilidad institucional, ahora reforzada por las presiones que en ese sentido parece haber realizado el departamento de estado usamericano, ha llevado en los dos últimos años a que varios de estos países hayan resuelto conflictos y diferendos territoriales que arrastraban desde su descolonización; En agosto del 2006, en la VII sesión ordinaria de la Unión Africana, el presidentes Olusegun Obasanjo de Nigeria acordó con el presidente Paul Biye de Camerún devolverle a este país la soberanía sobre la península de Bakassí, ocupada militarmente por Nigeria desde hace décadas. También la dictatorial cúpula militar que gobierna Nigeria (apadrinada desde hace décadas por la Shell y la Chevron) acordó la delimitación de áreas marinas y submarinas con Santo Tomé y Príncipe. A su vez el añejo, sanguinario y constitucionalmente vitalicio presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, solicitó de su homólogo de Gabón solucionar “pacífica y civilizadamente” la controversia que ambos países sostienen sobre el islote de Mbamie, en cuyo fondo marino, es redundante recordarlo, existen grandes cantidades de hidrocarburos; en sus deseos de agradar y mostrar a Washington lo colaborador y civilizado que es, y aun puede llegar a ser, Teodoro Obiang creó este año por decreto una Agencia Nacional de Investigación Financiera (ANIF) para perseguir la financiación del terrorismo y prevenir el blanqueo de dinero en África. A pesar de uno creerse curado de asombros, el cinismo de esta propuesta deja sin aire. Desde la aparición de petróleo en su territorio Obiang no ha dejado un momento de trasladar los dineros provenientes de esos recursos a sus cuentas personales en Europa y los EEUU.

Para finalizar este punto hay que acotar que Nigeria, Angola, Camerún, Guinea Ecuatorial y la República Democrática del Congo crearon una fuerza especial para vigilar y proteger la zona petrolera del Golfo de Guinea de “ataques terroristas”.

Habría que preguntarse: ¿Acaso la miseria y la desesperante pobreza que empuja a decenas de miles de africanos a escapar de sus tierras e intentar acceder a Europa en frágiles cayucos y pateras no es una de las peores formas de terrorismo imaginable?

¿Podría definirse de otra forma distinta a la de terrorismo la destrucción del delta del río Níger hecha por la Shell y la Chevron durante años? destrucción que llevó al escritor Ken Saro-Wiwa, ahorcado por la criminal junta militar de Nigeria por defender esta causa a declarar: “lo que la Shell y la Chevron han hecho al pueblo Ogoni, a sus tierras y a sus ríos, a sus arroyos, a su atmósfera, llega al nivel de un genocidio. El alma del pueblo Ogoni está muriendo y yo soy su testigo”.

¿Serán calificados de “terroristas” los millones de hombres y mujeres africanos que exigen que la riqueza petrolera no tenga el mismo destino que antaño tuvieron las riquezas diamantíferas, auríferas, uraníferas y coltaníferas?

¿Por qué los políticos españoles, tan dados últimamente a intervenir y a calificar actuaciones de gobiernos de países soberanos, nunca han protestado por la, esa sí, criminal y genocida tiranía de la familia Obiang en Guinea Ecuatorial? ¿Será porque los negocios y los depósitos de estos se hacen en bancos españoles?

Es obvio que detrás de todas estas iniciativas de “paz y estabilidad” en la zona del Golfo de Guinea está la necesidad que los EEUU tienen de una región productora de crudo estable y segura, que reste importancia y atenúe su dependencia de zonas que se le están volviendo cada vez mas conflictivas y dificultosas a sus intereses. Con un Golfo de Guinea produciendo 8 millones de barriles de petróleo al día (estimaciones que se hacen para el 2012) la importancia estratégica de la producción de países como Irán y Venezuela disminuirá sensiblemente, quedando ellos en consecuencia con una mayor libertad de acción en su contra. Esto lo han entendido con prístina claridad los gobiernos de Caracas y Teherán y es por ello que en los últimos dos años han redoblado sus esfuerzos por acercarse y estrechar relaciones con países africanos a través de programas de cooperación financiera, comunicacional, técnica en el área de petróleo y un amplio programa de becas e intercambios estudiantiles. De la misma forma tanto Chávez como Ahmadinejad (ambos presidentes participaron como invitados especiales en la cumbre africana del 2006 celebrada en Banjul, Gambia) lideran la corriente que desde dentro de la OPEP intenta atraer hacia las filas del cartel a estos nuevos productores africanos (de los países subsaharianos productores de petróleo tan sólo Nigeria pertenece a la OPEP).


Magreb

Se conoce con este nombre a la zona del norte de África integrada por Libia, Túnez, Argelia, Marruecos y Mauritania a los que habría que añadir la República Árabe Saharaui, ocupada militarmente por Marruecos desde su independencia de España en el año 1.975.

Estos países poseen en su conjunto alrededor de 81 millones de habitantes (un 10% del total africano) y actualmente producen alrededor del 8% del petróleo que consume la Unión Europea y un 2% del que consumen los EEUU.
Los países del Magreb poseen, según estimaciones de las revistas especializadas Oíl &Gas Journal y World Oíl, entre el 3.22% y el 4.2% de las reservas mundiales de petróleo y el 3.6% de las de gas natural.

Estos porcentajes pueden no parecer muy significativos a primera vista pero lo son en cuanto visualizamos la ubicación geográfica de dichos países: El Magreb es el puente (o el muro, depende de la óptica de quien lo mire) entre el África subsahariana y Europa. Con el petróleo del Mar del Norte agotándose a pasos acelerados, la producción petrolera y gasífera de los países del Magreb (Libia y Argelia en un 90% actualmente) constituye la fuente más cercana de aprovisionamiento de hidrocarburos para Europa occidental. Europa importa de esta región el 8% del petróleo y el 30% del gas natural que consume; en algunos países del sur europeo este porcentaje de consumo del gas natural magrebí (de producción argelina fundamentalmente) se eleva dramáticamente: 35% en Francia, 54% en Italia, 75% en España y el 100% en Portugal.

Libia y Argelia son los dos grandes productores de hidrocarburos del Magreb. Libia llegó a producir más de tres millones trescientos mil barriles diarios de crudo a principios de la década de 1.970. Las posiciones políticas del Coronel Muamar Gadafi conllevaron a un aislamiento internacional de Libia que se tradujo en la disminución de su producción petrolera a poco más de un millón de barriles diarios a finales de la década de los años ochenta. De igual manera prevé exportar gas natural a Italia a través del gasoducto Green Stream.

El régimen del Coronel Gadafi se ha recubierto en los últimos años de un manto amable y colaborador con occidente, un verdadero giro de 180 grados de las posiciones contestatarias y desafiantes de sus primeros años de gobierno; esto ha hecho que de nuevo sea “políticamente correcto” para los gobiernos y transnacionales occidentales invertir en Libia, sobre todo luego de que en el 2003 la ONU levantara las sanciones que le había impuesto desde hace más de una década.

Actualmente la producción libia se ubica alrededor del millón setecientos mil barriles diarios. Los bajos costos de producción, la calidad del petróleo que allí se produce, la cercanía con los mercados europeos y una buena infraestructura de transporte han hecho que, desde el levantamiento de las sanciones, las compañías transnacionales hayan hecho fila por tomar posiciones en el mercado libio.

Desde el año 2003 se han establecido en Libia la corporación italiana ENI, la francesa TOTAL, la española REPSOL YPF y la angloholandesa Royal Dutch Shell. Las usamericanas Chevron y Occidental tuvieron que esperar tres años a que su gobierno levantara sus sanciones comerciales para poder ingresar pero también ya están produciendo en Libia.

Los milagros que obra el petróleo a veces son difíciles de creer: El Coronel Gadafi ha pasado de ser un paria, un apestado internacional, imputado de cometer horrendos crímenes y de cobijar a los más peligrosos terroristas de la tierra (Carlos, IRA, ETA, Brigadas Rojas, Al Fathat, etc) a ser recibido con alfombra roja en el Elíseo (contratos por más de diez mil millones de euros de por medio), en las cortes españolas, en la presidencia portuguesa, visitado en su momento por Tony Blair y adulado y ensalzado por una Europa rendida a sus pies……¡o a sus barriles! Curiosidades del mundo del estiércol del diablo.
Argelia por su parte produce actualmente cerca de un millón novecientos mil barriles diarios de petróleo de los cuales exporta un millón doscientos mil en forma cruda y cerca de medio millón en productos refinados.

El mayor peso e importancia de Argelia como productor y exportador de hidrocarburos recae en su industria gasífera. Argelia es el 5to productor mundial de gas natural pero el 2do exportador de dicho rubro, tan sólo superado por Rusia; es también el 2do productor y exportador de gas licuado en el mundo, tan sólo superada por Indonesia.
El 95% del gas magrebí que va a Europa es de procedencia argelina. Su consorcio estatal, Sonatrach, vende gas natural licuado a Europa a través de los gasoductos:

Enrico Mattei que va hasta Italia.

Pedro Durán Farrell que va hasta España

Y está en proceso de construcción el gasoducto Medgaz (en principio un proyecto de capital mayoritariamente español pero que ahora es dominado por Francia) que en el 2009 enviará gas argelino hasta territorio español (Almería-Albacete) y de allí a Francia, Alemania y el Benelux.

El gasoducto Galsi, que llevará gas argelino hasta la isla de Cerdeña y desde ahí hacia Italia y otros países europeos.

El gasoducto Trans-Sahara, que traerá gas desde Nigeria (primer productor africano) a través de Níger y Argelia hacia Europa.

Y el gasoducto Trans-Med que llevaría gas argelino hacia el sur de España y Portugal, pasando por territorio marroquí, supeditada su construcción al alivio de las tensiones que entre España, Argelia y Marruecos ha levantado el tema Saharaui.

Argelia se ha convertido en los últimos años en la pieza clave del tablero energético norafricano, por ello, el régimen de Abelaziz Bouteflika ha sido cortejado impúdicamente por destacados actores políticos del mundo contemporáneo:

El presidente francés Nicolás Sarkozy visitó Argel a finales del 2006 cuando aún era ministro del interior, y en julio de este año, en visita oficial, hizo un inesperado y exquisito “mea culpa” sobre los pecados coloniales cometidos por Francia en Argelia que satisficieron el orgullo histórico de los argelinos y ayudó a conseguir, para las empresas galas, contratos en ese país por más de diez mil millones de euros, incluyendo por supuesto el área petrolera, en donde las gigantes gasíferas estatales Sonatrach y Gaz de France-Suez acordaron alargar el contrato de suministro de gas de Argelia a Francia hasta el año 2019, por un monto de dos mil quinientos millones de euros.

De igual forma Sarkozy logró que Argelia rescindiera unilateralmente los contratos firmados con las empresas españolas Repsol YPF y Gas Natural para el desarrollo y explotación del proyecto Gassi Touil y se los adjudicara a su gigante gasífero estatal Gaz de France-Suez.

También la petrolera francesa Total firmó contrato con Sonatrach por tres mil millones de euros para la construcción de un complejo petroquímico en Arzaw, cerca de la ciudad de Orán.

Argelia tampoco ha sido indiferente para China. Ya en la cumbre sino-africana de finales del 2006, el presidente Hu Jintao le dio al presidente Bouteflika un recibimiento que Beijing siempre ha reservado a grandes jefes de estado. Sinopec se adjudicó en ese mismo año 2006 el campo de Garzatine por 525 millones de dólares. Ya China es el tercer inversor extranjero en Argelia luego de Francia e Italia.

El premier italiano Romano Prodi visitó Argel el año pasado y firmó contratos por más de dos mil millones de dólares. También el presidente ruso Vladimir Putin se unió a la fiesta visitando Argel en marzo del pasado año, donde firmó contratos para la venta de armas. En lo que va de siglo Rusia ha vendido armas a Argelia por más de siete mil millones de dólares. Ambos países firmaron un acuerdo de cooperación sobre el mercado gasífero europeo al que Argelia exporta cerca de setenta mil millones de metros cúbicos de gas al año, mientras Rusia envía a ese mismo mercado más de ciento sesenta mil millones de metros cúbicos de gas.

Para que no quede ningún género de dudas sobre la importancia que el Kremlin le concede a las relaciones con Argelia el presidente Putin en su visita a Argel condonó la deuda de más de cuatro mil millones de dólares que Argelia mantenía desde la época de la URSS y que había heredado Rusia.

Por su parte los usamericanos no han bajado la guardia y a pesar de que el régimen de Argel insiste en mantener una política exterior relativamente independiente ha permitido a los EEUU instalar en la localidad argelina de Tamanrasset una base de escucha electrónica de su red Echelon y a participado en varios ejercicios militares conjuntos con fuerzas usamericanas y de la OTAN.

Marruecos: Este es el único país del Magreb que hasta ahora no ha encontrado yacimientos de valor comercial en su subsuelo. La monarquía alauita de Hassan VI busca desesperadamente poner fin a su crónica dependencia de petróleo importado, por ello, se muestra inflexible en relación al tema del Sahara Occidental, en donde las prospecciones vienen arrojando, desde hace ya varios años, la presencia de importantes yacimientos de hidrocarburos.

Desde que en el año 1.975 España concedió la independencia al Sahara Occidental, Marruecos lo invadió militarmente, y lo ha venido ocupando desde entonces, haciendo oídos sordos a todas las resoluciones de las Naciones Unidas que respaldan y reconocen el derecho a la autodeterminación del pueblo Árabe Saharaui.

Desde hace ya una década, marruecos ha venido otorgando licencias de prospección y búsqueda de hidrocarburos en aguas territoriales saharauis a diferentes empresas de distintos países, con la finalidad de que los gobiernos de esos países reconozcan su soberanía allí.

La compañía usamericana Kerry-McGuee ha sido la pionera en realizar perforaciones en la costa saharaui, pero ya en el 2001 el gobierno de Rabat otorgó permisos de búsqueda a la estatal gala Total y este año se ha sumado la estatal Libia Tamoil, quien en un gesto al parecer dirigido a congraciarse aun más con los EEUU (estrecho aliado de Marruecos), y a debilitar la importancia que Argelia (aliada y protector del pueblo Saharaui y rival de Marruecos) está tomando en el Magreb, anunció que invertirá de 100 a 150 millones de dólares en la búsqueda de petróleo en el Sahara Occidental.

Estos anuncios no pueden ser vistos sino como implícitos apoyos políticos a las pretensiones marroquíes sobre estos territorios, todo esto a pesar de que la Comisión de Descolonización de las Naciones Unidas volvió en este 2007 a clasificar al Sahara Occidental como “Territorio No Autónomo Pendiente de Descolonización” y por lo tanto jurídicamente no forma parte del territorio de Marruecos y en consecuencia esas licencia y permisos son ilegales, tal y como también lo ha establecido el Tribunal Internacional de La Haya.

La Monarquía Alauita intenta compensar su falta de petróleo con su envidiable posición geográfica de puente entre África y Europa, entre el Atlántico y el Mediterráneo, por ello, su diplomacia ha jugado a establecerse como el principal aliado de los intereses usamericanos en la región, y Washington ha respondido declarando a Marruecos “Aliado Militar Preferente de los EEUU”, firmando un tratado de libre comercio y proponiendo a Marruecos como el primer Estado africano y árabe de la OTAN. Es obvio que estas declaraciones van dirigidas tanto a Argelia y su política exterior y energética demasiado heterodoxa y autónoma para el gusto de los halcones estadounidenses (relaciones demasiado estrechas con Rusia y China), como contra Francia y sus eternas aspiraciones de convertir al Mediterráneo y al norte de África en su particular coto de caza.

En la franja costera atlántica del norte de África, desde la República Árabe Saharaui, pasando por Mauritania, Senegal, Guinea Conakry, hasta llegar a Liberia, hay grandes yacimientos de Hidrocarburos. Marruecos aspira, a cambio del definitivo reconocimiento de su soberanía en el Sahara Occidental, a jugar el papel de policía o vigía de la zona, convirtiéndose en el centro coordinador de iniciativas estadounidenses como la Pan-Sahaliana que en el 2003 envió cientos de boinas verdes a Mali y Mauritania, e infantes de marina a Chad y Níger para entrenar y dirigir fuerzas de esos países en contra de, como no, el terrorismo... Dichos planes de intervención militar solapada continúan ahora con el nombre de “Iniciativa Contraterrorista Transahariana, (TSCTI por sus siglas en inglés) extendiéndose desde el propio Marruecos hasta Nigeria.

Epílogo

África produce actualmente el 12% del petróleo que se consume en el mundo pero los pueblos de ese continente apenas consumen el 5% de dicha producción mundial (si excluimos a Nigeria, Sudáfrica y Egipto el consumo apenas roza el 2%). Es dolorosamente obvio que los centros del poder imperial mundial, empeñados en convertir al África en una zona, para ellos segura de abastecimiento petrolero, en una especie de colchón energético de seguridad frente a un explosivo medio oriente, una insegura e imprevisible Asia Central y una cada vez más levantisca América Latina, no van a permitir de ninguna forma que los pueblos africanos eleven sus condiciones de existencia, pues esto conllevaría a 2 situaciones consideradas inaceptables por los ideólogos y estrategas imperiales: La primera de ellas consiste en que una elevación de los niveles de vida implicaría un mayor consumo de energía por parte de esa población. Si las sociedades africanas elevan su consumo energético esto implicaría menor cantidad de petróleo para exportar y ello trastocaría los planes imperiales con respecto al petróleo de ese continente.

La segunda variable consiste en que mejores condiciones de vida implican mayor educación y formación de esos pueblos, lo que se traduciría necesariamente en una mayor conciencia del saqueo a que son y aun serán sometidos, y por ende, al desarrollo de una mayor resistencia a dicho expolio.

El proceso bolivariano que adelante el pueblo de Venezuela debe fortalecer los vínculos y relaciones con los movimientos sociales y políticos africanos en el mismo plano de importancia que con los gobiernos de los diferentes países de ese continente. La crónica debilidad institucional de los sistemas políticos de esos países aconseja esta estrategia. La mayor parte de estos gobiernos y de las corrompidas elites que detentan el poder mantiene sólidos vínculos con los intereses del poder imperial mundial. El futuro de estas naciones está en la capacidad de resistencia e insurgencia que los movimientos sociales, políticos, ecológicos africanos tengan frente a esta oleada neocolonial que se abate sobre su tierra. Países como Venezuela e Irán también se juegan mucho en el destino de África. Un continente africano produciendo entre 12 y 14 millones de barriles diarios de petróleo (estimaciones para el 2012) otorgaría a los EEUU el margen de maniobra y seguridad suficientes (según sus analistas) para aventurar intervenciones militares en estos países sin temor a que colapse el mercado petrolero

Joel Sangronis Padrón es profesor de la Universidad Nacional Experimental Rafael Maria Baralt (UNERMB), Venezuela.