Horacio Duque
Desde Abajo
El fracaso político del partido político organizado por los ex integrantes de las Farc es parte de la bancarrota general del Acuerdo de paz como consecuencia del objetivo político del actual gobierno de Iván Duque y del uribismo de hacer trizas los pactos alcanzados por el gobierno de Juan Manuel Santos con los dirigentes de dicha organización guerrillera en la Mesa de diálogos que funciono en La Habana desde el mes de agosto del año 2012. Por supuesto, en esa quiebra del Pacto también tienen su cuota tanto el anterior gobierno santista como un sector del cuerpo directivo de la guerrilla. El santismo por su poca voluntad política frente a los compromisos adquiridos y por la promoción en el segundo semestre del 2016 de un inconveniente e inoportuno Plebiscito que fue utilizado por la oposición de ultraderecha para exacerbar viejos odios y miedos políticos que a la postre facilitaron el triunfo del No y la deslegitimación de los textos consensuados; y el núcleo de las Farc, representado por Londoño, por su empeño en renunciar a un acumulado histórico de resistencia enlazado a un proyecto de cambios radicales de la sociedad y el poder político central construido pacientemente y con grandes sacrificios humanos durante casi 60 años por los campesinos liderados por Manuel Marulanda.
> continuarJosé Luis Rodríguez
Cubadebate
El crecimiento de la economía durante el 2019 se ha caracterizado por la presencia de nuevos obstáculos y dificultades, donde han incidido los factores externos, con impactos muy superiores –incluso- a los registrados en años anteriores.
> continuarPasqualina Curcio Curcio
Últimas Noticias
Nació en diciembre de 2017. Respaldado por el Estado venezolano cada petro equivale a 1 barril de petróleo, en términos monetarios a US$ 60. Se creó como respuesta al bloqueo financiero que el gobierno de EEUU ha impuesto contra el pueblo de Venezuela. Era necesario en aquel momento, y lo sigue siendo, contar con un sistema de compensación de pagos que sorteara el “SWIFT” (alcabala impuesta por la Reserva Federal a las personas y gobiernos que requieran realizar transacciones financieras).
> continuarRoberto Pineda
CEPRID
“La felicidad es la lucha…” Carlos Marx
El Mundo del siglo XXI: globalizado, en disputa, digitalizado y en resistencia El mundo del siglo XXI es un mundo de alta complejidad y profundas y mayores desigualdades. Y son cuatro las características que pueden identificarlo, es un mundo globalizado, en disputa, digitalizado y en resistencia. Uno de sus principales rasgos radica en la articulación entre sistema capitalista y tecnología digital, por lo que podamos hablar con propiedad del capitalismo digitalizado, pero sin olvidar que es un capitalismo patriarcal.
> continuarWilliam I. Robinson
Alainet
Las luchas populares contra un neoliberalismo resurgente y las agresiones de la ultra-Derecha que han tomado por asalto a América Latina en los últimos meses se presentan a la Izquierda global con una paradoja peculiar: suceden en un momento en que la Izquierda institucional y partidaria ha perdido la hegemonía que había conquistado anteriormente y ahora se encuentra desgastada. Cualquier intento de explicar esta paradoja debe colocar la rebelión popular actual en el contexto más amplio de las dinámicas políticas de la expansión capitalista global y crisis en la región en los años recientes.
> continuarLuiz Renato Martins
Revista Herramienta
Traducido del inglés por Santiago Gruber
A la memoria de Chico de Oliveira
Brasil 2013: el bosque seco empieza a arder
Las grandes y sorprendentes manifestaciones de junio de 2013[1] en veintidós capitales estatales y cuatrocientas ciudades de Brasil, con tres millones de trabajadores involucrados en huelgas, fueron las más grandes en Brasil desde el movimiento “Diretas Já” (elecciones directas ahora) de 1984, este último, un movimiento que pronto fue abortado por el MDB que eligió la falsa “Transición” a través del Colegio Electoral.
> continuarLibardo Sarmiento Anzola
Desdeabajo
Un país que busca zafarse del histórico lastre de desigualdad, opresión, explotación, injusticia, violencia y corrupción que lo caracteriza, eso es lo que destaca por estos días con las notorias movilizaciones de juventud que vive un presente de negaciones y reconoce en sus progenitores un futuro de amplias carencias y frustraciones. El fin del modelo neoliberal, y la vivencia de democracia directa, integral, plural y plebiscitaria resume las demandas levantadas por las nuevas generaciones. En perspectiva de ello, este artículo compara las exigencias de la protesta social y el Presupuesto General de la Nación (PGN) 2020.
> continuarDaniel Libreros Caicedo
Aporrea
El 21 de noviembre (21N), Colombia presenció una explosión social sin precedentes en la historia del país desde mediados del siglo pasado. Ese día había sido convocada una marcha de protesta en contra de los anuncios gubernamentales de reformas económicas regresivas por el Comando Nacional de Paro, integrado por las centrales sindicales (Central Unitaria de Trabajadores – Confederación General de Trabajadores – Confederación de Trabajadores de Colombia) y por organizaciones de estudiantes, campesinos, indígenas, afros, pensionados y ambientalistas que en años recientes habían liderado resistencias de esos sectores sociales a las políticas estatales. La iniciativa de la convocatoria de las centrales de trabajadores, repitiendo el formato de años anteriores, de impulsar marchas rutinarias a finales del año para ambientar la negociación sobre el salario mínimo con los gobiernos de turno que, por obligación legal, deben citarla en este período. El límite a la capacidad de convocatoria de las centrales es la escasa cobertura de sus afiliados que representan tan solo el 4% del total de los asalariados, lo que debe explicarse por la legislación laboral regresiva y por la criminalización de las resistencias sindicales (1). En el plano interno, esta fragilidad en la interlocución social remite al aislamiento, resultado de una forma de organización vertical y cerrada que en su funcionamiento requiere acuerdos "por arriba" entre las direcciones de la burocracia sindical, de los partidos de izquierda y de la izquierda social no partidaria. Adicionalmente, sus plataformas de acción se reducen a la esfera de las reivindicaciones corporativas.
> continuarFranklin Ramírez Gallegos
Nueva Sociedad
En estos años viene reconfigurándose el paisaje político ecuatoriano. Lenín Moreno, sucesor de Rafael Correa, se acercó a los intereses empresariales y buscó desandar parte del camino «populista», al tiempo que se enfrentaba con el ex-presidente. Para ello montó una coalición político-empresarial que mantuvo diálogo con diferentes sectores. Sin embargo, la decisión de quitar los subsidios a los combustibles trajo de nuevo a escena el estallido social y a un viejo actor: el movimiento indígena ecuatoriano.
> continuarPablo Dávalos
Le Monde diplomatique
La viabilidad política del actual gobierno ecuatoriano llegó a punto cero. Negado por el legislativo su proyecto de reformas acordadas con el FMI y con un movimiento social constituido en Parlamento de los Pueblos, con amplio apoyo a lo largo del país, lo que tiene ante sí Lenín Moreno, y los grupos económicos que lo sostienen, es el amargo pasar de los días, hasta que llegue el día para dejar el Palacio de Carondelet.
> continuares Territorios Latinoamérica ?