El Bloqueo Cubano al Bloqueo

Ramón Losada Aldana
CEPRID
30 - III - 08

En abril de 1960 el entonces Subsecretario Adjunto para los Asuntos Interamericanos, Lester Dewitt Mallory, recomendó una serie de medidas anticubanas, entre otras: “negarle dinero y suministros a Cuba, para disminuir los salarios reales y monetarios, a fin de causar hambre, desesperación y derrocamiento del gobierno”.

Es indudable que estamos en presencia de un gobierno sin límites en su voluntad homicida, decidido al asalto genocida contra la alimentación, la salud, la vida de los cubanos. Más aún si se toma en cuenta que, con el discurrir de los años, la recomendación de Dewitt Mallory no ha hecho otra cosa que aumentar y perfeccionar su carga de criminalidad. De ahí que el jurista suizo y Relator de la O.N.U., Jean Zieglar- y tantos otros- calificara al bloqueo de “genocida” y de “violación flagrante de los derechos humanos”. Estas calificaciones acerca del bloqueo cobran mayor relieve al considerar los espacios mundiales que, por su intención extraterritorial, le otorgan las imperiales leyes Torricelli y Helm Burton.

Es así como el bloqueo más largo y más inhumano de la historia ha significado para Cuba el mayor obstáculo a su desarrollo económico. Al efecto, considérese el tremendo efecto negativo de solamente este dato: a causa del bloqueo, las pérdidas de la Isla ascienden a los 1305 millones 388 mil dólares. Con esta sola cifra ¡cuántas realizaciones hubiera podido Cuba llevar a cabo y cuántas carencias a su pueblo pudiera haber evitado!

Ante todo esto es realmente admirable la resistencia del pueblo cubano y su heroico Bloqueo al Bloqueo, significado éste por uno de los mejores servicios de salud a nivel mundial y una educación masivamente generalizada; una de las más amplias culturas del planeta y una elevada escala moral de sus gentes; una indeclinable voluntad de servicio al pueblo internacional, un deporte sobresaliente a escala cosmopolita y un significativo desarrollo económico en los últimos años.

La significación de atentado contra la conciencia de la humanidad, contenida en el bloqueo, y la odisea colectiva de la resistencia cubana, han determinado que, desde 1992, la mayoría abrumadora de la Organización de las Naciones Unidas haya condenado anualmente tan deshumanizada política gubernamental de los Estados Unidos.

Para finalizar, nos complacen dos noticias aparecidas en la prensa del 8 de marzo de este año: el propósito de la Unión Europea de “desbloquear relaciones con Cuba” y la ratificación condenatoria del bloqueo por parte del Vaticano. El vocero de éste, monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, expresó “es inconcebible que se trate de asfixiar por hambre a un pueblo que respalda a un gobierno que lucha por la justicia, la paz y el bienestar”. Y de manera categórica afirma textualmente que “un ejemplo de injusticia en el mundo es el bloqueo económico contra Cuba, donde se construye una sociedad cuya primera expresión de justicia es la salud, la educación y la seguridad social”.