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Aprendiendo de Tomas Munzer: el ideólogo religioso de la revolución

Franz J. T. Lee
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16 - VII -07

En la época de la rápida descomposición del capitalismo la política mundial, es decir, la lucha de clases, las revoluciones, el imperialismo y la globalización tienen que ver todas con poderosas estructuras globales de poder y fieras confrontaciones sociales nacionales, que no obedecen a ideales morales, reconciliaciones religiosas, comisiones de la verdad anti-apartheid, diálogos platónicos, pacifismo ghandiano o modelos "socialistas" reformistas, módulos Kautskianos o modulaciones "democráticas" Bernsteinianas.

A lo largo de milenios, a lo largo del globo, interminables cantidades de oraciones religiosas fueron lanzadas contra todas las relaciones de producción amo-esclavo, llenaron todos los espacios del sistema solar, reflejaron los suspiros alienados de todas las criaturas oprimidas, de los esclavos, siervos y trabajadores, que hasta este mismo día todavía salen de los corazones de un mundo sin corazón, de las moribundas almas de condiciones laborales explotadoras desalmadas, y aun así ... a lo largo de los tiempos todos los dioses supremos patriarcales de las cinco religiones mundiales permanecieron en silencio, sordos y mudos. De hecho, parece que estaban muy ocupados construyendo un paraíso capitalista celestial en la Tierra para sus arrogantes creadores, para todos señores feudales, amos del valle y caudillos de las clases dominantes de todos los calibres coloniales y géneros globalizados.

¿Qué ocurrió?

No es de extrañar que tantos "pecadores" hayan estado y aun estén orando, lo que es absolutamente pasmoso es que después de siglos de ciencia natural y filosofía social, luego del Renacimiento y la Reforma, luego de la Revolución Francesa y la Industrial, luego de Hegel, Feuerbach, Marx, Engels y Bakunin, luego del Ché Guevara, Fidel Castro, Ludovico Silva y José Carlos Mariátegui, tantos excluidos y "condenados de la Tierra" estén aun orando hoy en día. Algunas veces incluso la vanguardia revolucionaria alientan a los fieles creyentes alienados para que oren más que nunca a un dios que en términos científicos nunca jamás ha mostrado su cara a los pobres, ni a nadie con una mente sana en ningún lugar del Planeta Tierra.

En la época de la globalización, en que los mismos amos están creando y clonando, desarrollando el genoma humano y realizando ingeniería genética, aplicando la nanotecnología, produciendo OVNIs utilizando la tecnología de Nikola Tesla, está claro por qué esas oraciones nunca llegaron a su destino afuera del universo: viajando a la velocidad de la luz todavía se hallan a medio camino, y llegarán al Redentor algún día dentro de los próximos millones de años luz.

Sin embargo, aunque muchos de nosotros aun reflejamos la superestructura de las Edades Oscuras, de la religión estatal de la Santa Inquisición, construida por la Orden Dominicana, asistida por los teólogos romanos y los "padres de la Iglesia", la ciencia moderna ha descubierto una forma de llegar a los dioses en el transcurso de quince minutos por medio de las prácticamente instantáneas ondas escalares, y ahora los dioses ya no tienen excusa, ellos pueden responder en otros quince minutos. Hasta hoy en día ni un solo signo de existencia divina nos ha llegado desde el reino de lo divino.

¿Por qué decimos esto?

No es que seamos unos malditos ateos, que odiemos a los cristianos, o que seamos paganos animales de presa.

Durante las Guerras Campesinas, durante las revueltas emancipatorias en la Europa feudal contra la brutal opresión de la Iglesia Católica Romana contra el clero corrupto y la nobleza decadente, en la Alemania medieval, la "teología de la revolución" del reformista protestante de izquierda Thomas Munzer (1489-1525) sí jugó un papel central. Asimismo, en el siglo XX los revolucionarios latinoamericanos trataron de lanzar su "teología de la liberación" contra las creencias religiosas oscurantistas y el masivo "dominio de pleno espectro" de los yankis.

Hasta cierto grado el Presidente Hugo Chávez Frías quiere llevar a cabo un tipo de socialismo cristiano en Venezuela y en América Latina. Hace poco declaró lo siguiente: “el modelo socialista es bendito, bendito seas sueño socialista, por ti lucharemos toda la vida, para hacer realidad el sueño, la idea de Cristo del Padre Redentor y el Libertador Simón Bolívar."
http://espanol.vheadline.com/readnews.asp?id=72586

En el caso de la "teología de la revolución" de Munzer la Reforma era esencialmente reformista, no revolucionaria en el sentido burgués. Sin importar su idea de fundar un imperio secular en la Tierra, quería el cambio social dentro del aun existente sistema feudal, dentro de la Cultura y la Civilización europea, occidental y cristiana.

Precisamente este es el Talón de Aquiles de la mayoría de los socialismos teológicos y religiosos.
En el trabajo doctoral publicado en Internet, "Comunalismo: Desde sus orígenes hasta el siglo XX", este se expresa de la siguiente manera: "La Reforma de Lutero, Zwingli y Calvino, cuando llegó, fue ciertamente una revolución dentro de la sociedad, dentro de la cultura dominante, y dentro del proceso general de la historia de la civilización occidental".
http://www.bopsecrets.org/rexroth/communalism3.htm

A la extrema izquierda de la Reforma, que en Alemania giraba en torno a Lutero, Thomas Munzer se movía entre Muhlhausen y Frankenhausen y apoyado por la comuna apocalíptica anabautista trató de eregir el mitológico "reino milenario" como un tipo de imperio secular.

Utilizando textos bíblicos, apoyado por argumentos lógico-formales y mezclado con una moral dualística ideológica, con términos como o "bien" o "mal", o "ángel" o "demonio", Munzer trató de capturar la imaginación religiosa bicameral, binaria de las masas alienadas con el cerebro lavado, para revolucionarlos a escala continental.

Él sí tuvo éxito en organizar a las masas campesinas desarmadas en una histórica, trágica y sangrienta batalla, que terminó con el macabro acto de colgar su cabeza decapitada en un poste por los victoriosos señores feudales y reformistas de derecha, como advertencia transhistórica para todos los futuros líderes revolucionarios campesinos e indígenas.

A pesar de tratarse de otros tiempos, otros lugares y otras condiciones históricas, aun así las lecciones práxico-teóricas para la Revolución Bolivariana y para el Presidente Chávez son tan claras como la luz del día, y no es necesario hacer referencia especial.

Huelga decir que, como Camilo Torres, Munzer no pudo matar a la noble culebra con su propio veneno religioso. Al contrario, ambos fueron víctimas de su holocausto mental y físico. En el actual infierno globalizado sólo la práxis científica y la teoría filosófica, es decir, el socialismo científico y filosófico siempre cambiante, fluyente y desbordante, en una palabra, el marxismo, tiene una posibilidad infinitesimal real y verdadera de aniquilar este tenaz pestilencia superestructural.

* Esta es la razón por qué el marxismo es odiado a la izquierda, la derecha y el centro por todas las fuerzas reformistas, y por qué es declarado muerto por la 666ma. vez, y por qué la resurrección de Jesucristo ocurre cada año.

Munzer basó sus sermones en las Santas Escrituras, por ejemplo, en el Libro de Daniel, con el cual aterrorizó a la nobleza. De esta manera, ilustró la fiera batalla entre su "Liga de los Elegidos" y el Diablo. Él le solicitó al status quo alemán, al noble príncipe, a que se uniera a su "ejército de los santos".

Careciendo de nociones de economía política, no pudo entender que el clero y la nobleza alta y media que estaban gobernando nunca se unirían a una batalla que significaría su propia perdición histórica. En otras palabras, aun no podía captar lo que era una sociedad de clases, lo que era la lucha de clases entre los amos y los esclavos.

Sin embargo, guiado por su teología de la liberación y apoyado por los campesinos, finalmente contra Lutero y los príncipes alemanes desató la batalla final de Frankenhausen (1525). Sus ideas le sucedieron y se esparcieron por Europa, generando una serie de revueltas campesinas. No obstante, como resultado del grado de destrucción de la naturaleza y la sociedad por la militarización globalizada ninguna revolución campesina, por razones históricas, puede todavía dar pie a un nuevo modo de creación y creatividad.

Durante su turbulenta vida, y luego de su trágica muerte, Thomas Munzer permaneció como un enigma. Las campañas de desinformación de las clases dominantes y la censura papal casi borraron su misma existencia, muy pocos bolivarianos y socialistas cristianos saben algo acerca de las lecciones que nos enseñó hace siglos. Asimismo, sus propios errores, como los de Camilo Torres, son aun más educativos.

A pesar de un renacimiento de Thomas Munzer y el más reciente descubrimiento de varios documentos previamente desconocidos, principalmente cuatro versiones han sobrevivido al apagón informativo.

* Para los protestantes ortodoxos Munzer fue un anabautista, un miembro de los disidentes radicales del siglo XVI, que estuvieron re-bautizando adultos y que estuvieron impulsando el sectarismo radical hasta su extremo lógico.

* Los anabautistas mismos lo consideran simplemente como un fanático religioso totalmente aberrante.

* Los historiadores católicos romanos argumentaron que Munzer fue sólo el vivo ejemplo del individualismo protestante extremo y que Muhlhausen demostró muy claramente el ataque reaccionario de la Reforma sobre la ley y el orden religiosos feudales. En otras palabras, su movimiento dio lugar al caos político, la "ingobernabilidad".

* Los marxistas elevaron a Munzer a la santidad revolucionaria.
(Ver: Friedrich Engels, Las Guerras Campesinas en Alemania, 1850)

Ellos lo consideraron como el primer cosmopolita político, el teórico de las Guerras Campesinas en la Europa feudal.


¿Por qué obtuvo estos laureles socialistas?

Según Friedrich Engels él es merecedor de tal honor debido a que su filosofía, aun cuando religiosa, ya se aproximaba al ateísmo y porque su programa político abarcaba el comunalismo, es decir, el comunismo. Tanto el renegado reformista Karl Kautsky (Comunismo en Europa Central en la Época de la Reforma) y el filósofo marxista Ernst Bloch (Thomas Muntzer als Theologue der Revolution) estuvieron de acuerdo en que él fue un precursor del comunismo revolucionario, más precisamente, que fue uno de los primeros comunistas utópicos.

Mucho después, luego de la incompleta revolución Francesa democrático-burguesa capitalista, estuvo claro que con una superestructura religiosa feudal ni siquiera podemos lograr una simple revolución burguesa. Esto lo supieron muy bien Ludwig Feuerbach, Karl Marx, Friedrich Engels y Francisco de Miranda.

Franz J. T. Lee es profesor de Ciencia Política en la Universidad de Los Andes (Venezuela)



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