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Llamamiento final por el NO

 Año V, N°13

16 al 22 de octubre de 2006

El próximo domingo, día 22 de octubre, cuando usted deposite su voto en la urna, ¿qué estará votando? Al margen de los defectos técnicos, graves riesgos financieros, importantes peligros ecológicos y vergonzosas mentiras sobre los puestos de trabajo que podría generar el proyecto del gobierno y la ACP, en el caso de que este fuese aprobado, ¿qué es lo verdaderamente importante que estaremos decidiendo?

La decisión que tomaremos el próximo domingo tiene que ver fundamentalmente sobre el rumbo futuro del país. ¿Seguiremos siendo, como lo hemos sido durante casi cien años, un país al servicio de los grandes intereses multinacionales que se mueven en torno a las riquezas que genera el Canal, o, por el contrario, y por primera vez en nuestra historia, pondremos los excedentes que genera el Canal al servicio de la Nación panameña?

El próximo domingo, al entrar en la urna, usted decidirá si debemos continuar permitiendo que aquello que es de todos sólo beneficie a unos cuantos. Si las riquezas que genera el Canal pueden o no transformarse en un arma decisiva para hacer retroceder la pobreza en todas sus manifestaciones, o si, por el contrario, continuarán al servicio de una minoría enriquecida que se apropia cada día más del esfuerzo y la riqueza generada por todos.

Al depositar el voto en la urna, usted habrá tomado una decisión trascendental respecto al país que queremos. Queremos verdaderamente más trabajo, más seguridad y cero corrupción, tal cual nos prometieron falsamente para así llegar al poder, o queremos más desempleo, más violencia social y más corrupción de la que la que ya nos han dado.

Con sólo 1,678 millones podríamos generar casi de inmediato 175.000 empleos permanentes y semi permanentes, y acabar con la crisis profunda por la que atraviesa el sistema educativo y de salud, como resultado de las políticas neoliberales impuestas por la partidocracia y los sectores económicamente dominantes. Podríamos darle un impulso verdadero a la producción agropecuaria, y sacar de la miseria y del atraso en que sobre mueren nuestros pueblos indígenas. La violencia criminal, que hunde sus raíces en la pobreza en que malvive nuestra juventud en las barriadas excluidas del desarrollo urbano, sería combatida implacablemente mediante fuentes de trabajo, vivienda digna, verdaderas oportunidades educativas, ocio productivo y solidaridad humana. ¿De donde saldría el dinero? De los 800 millones que la ACP tiene ilegalmente retenidos y de los 800 millones que generará el Canal como ganancias en el 2007. Ese es el plan propuesto por el grupo encabezado por el Ex Presidente Illueca e ignorado olímpicamente por el gobierno, la ACP y los millonarios que estimulan el Sí para su propio y exclusivo beneficio.

Cuando usted deposite el voto el domingo en la urna, tendrá que decidirse entre seguir aumentando el presupuesto anual de la Asamblea de Diputados (51 millones), continuar soportando a jueces corruptos que cobran salarios astronómicos, tolerar el despilfarro y el escandaloso enriquecimiento de la burocracia partidocrática, o impulsar un verdadero desarrollo nacional impulsado por los ingresos que genera nuestro Canal y para beneficio de las grandes mayorías.

Usted decide. Si lo hace porque las ganancias de Canal deberían de ingresar de inmediato a un Fideicomiso controlado por diversos sectores populares y ciudadanos, y que tales dineros sólo puedan ser destinados para la inversión social anteriormente descrita, entonces usted el domingo votará que NO, a fin de que se convoque un nuevo referéndum sin trampas ni engaños, que incluya también la decisión sobre el destino de los excedentes del Canal.

Por el contrario, si usted piensa que los que nos han mentido durante más de cien años ya no nos mentirán más; si usted piensa que los que han saqueado y saquean al Estado dejarán de hacerlo; si le parece que los maestros y profesores son los responsables de la crisis educativa, y los médicos, enfermeras y demás funcionarios de salud lo son de la crisis del sistema de salud, y no así los gobiernos que son los únicos que verdaderamente dirigen tales sistemas, entonces usted debe de votar que Sí.

Perdónenos. Ya sabemos que la millonaria y anónima campaña del Sí ha generado mucha confusión con sus mentiras y engaños, que ha sembrado ilusiones manipuladoras de la extrema necesidad de trabajo, salud, vivienda y educación que tiene la inmensa mayoría de la población. Aún así lo llamamos a que reflexione, a que se acuerde de «más trabajo, más seguridad y cero corrupción». O si lo prefiere, acuérdese de «el gobierno de los pobres». O tal vez de «el pueblo al poder». ¿Verdad que siempre nos mienten y así logran engañarnos?Pregúntese: ¿por qué harían lo contrario en esta ocasión?

Panameño, panameña: el domingo 22 libraremos una importante batalla por la consolidación de una Nación de todos y todas, por hacer retroceder la pobreza y la violencia social, por ganar seguridad ciudadana, por acabar con la crisis de la educación y del sistema de salud, por empezar a conquistar poder sobre nuestro propio destino como pueblo. Por todo ello te invitamos a votar que NO.

“Yo no vendo mi patria”

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