La hija del guerrillero libertario «El Cariñoso» consigue que se le reconozca el apellido paterno

70 años después de su nacimiento, la hija de uno de los maquis más famosos de Cantabria recupera su identidad al conseguir que un juez declare que su padre fue el guerrillero libertario José Lavín Cobo.
Han pasado ya más de tres años desde que en Diciembre de 2008, Josefina María Teresa Solano Otía pasase por Cantabria para reclamar "verdad, justicia y reparación" para quienes lucharon por la libertad. Poco después en 2009 embarcó en la aventura judicial por que se la reconociera legalmente como hija de «El Cariñoso». Una lucha por recuperar parte de su identidad, robada por la dictadura franquista, que ha concluido felizmente esta misma semana.
Josefina ha conseguido que se reconozca por sentencia judicial su filiación, a pesar de la oposición del Ministerio Fiscal. Es decir, que a sus 70 años ha logrado que se considere legalmente, a todos los efectos que “El Cariñoso” era su padre, como siempre mantuvieron tanto la madre de Josefina (compañera de “El Cariñoso”) como los familiares de ambos miembros de la pareja. Para Josefina la lucha por el reconocimiento lega ha concluido «mis raíces están completas», expresa «Voy a cambiar el nombre en todos los documentos, todos. Ya soy Josefina María Teresa Lavín Solano. Es algo increíble para mí», dice emocionada, aunque nos recuerda que sólamete la «han dado algo que me pertenecía».
Ni olvido ni perdón
«Mi madre nunca pudo olvidar ni perdonar. Me contó que un amigo les delató y que fueron atrapados como en una ratonera. Fue algo muy profundo para ella porque estaba embarazada de seis meses. Cuando la detuvieron, la golpearon salvajemente en el vientre para que abortara, y como no lo hizo, se la llevaron a la cárcel de Santander, donde nací yo. A los 18 meses mi abuela paterna, Teresa, me llevó con ella y me crió. Mi abuela no tenía casa y andaba de un sitio para otro. Nos metíamos donde podíamos», evoca Josefina.
Pero el azar quiso que una periodista norteamericana, que realizaba un reportaje sobre las mujeres republicanas en prisión, entrevistase a María Milagros. Descubrió que había nacido en Miami, a donde sus padres emigraron desde Cantabria, e inició gestiones para sacarla de la cárcel. Así, en diciembre de 1954 María, que se encontraba en la prisión de Guadalajara, fue reclamada por la embajada de Estados Unidos en Madrid. Tenía 36 años cuando salió de la cárcel y se reunió con su hija Josefina para poner rumbo a Estados Unidos.
La sentencia recoge todos estos avatares y, a falta de testigos, considera «prueba de entidad suficiente» la sentencia de enero de 1942 dictada en Consejo de Guerra contra los detenidos en la redada en la que cayó 'El Cariñoso', localizada en el Archivo Regional de la Región Marítima del Nordeste, en Ferrol. Fue aportada por el abogado Ricardo González de la Lastra, que ha representado a Josefina. El relato judicial hace varias alusiones a la relación sentimental que mantuvieron sus padres y al nacimiento de la niña. Además, considera decisivo que tanto la familia de su padre, como la de su madre, hayan tenido a Josefina como hija de 'El Cariñoso'. No en vano, la pusieron Josefina por su padre José, María por su madre y Teresa por su abuela paterna. El Fiscal, que se opuso al reconocimiento de la paternidad, alegó la existencia de un «ánimo lucrativo e interés patrimonial» en la hija del maqui, argumento que rechaza el juez, ya que «ni su progenitor ni su abuela u otros parientes dejaron bien alguno».
El Cariñoso
“El Cariñoso”, afiliado a la CNT y ex-combatiente del batallón “LIBERTAD” de la CNT cántabra, murió acribillado a tiros por la Guardia Civil, en el portal 44 de la calle Santa Lucía, de Santander, debido a la delación de uno de los colaboradores de su grupo guerrillero. Existe una biografía, escrita por Isidro Cicero, y otros libros se refieren a aspectos de su vida y de su actividad militante; también, hace dos años, se editó un video de Vicente Vega, en el que se repasa la vida de “El Cariñoso” y se hace pública la lucha de Josefina por conseguir poder usar legalmente el apellido de su padre, que no se lo pudo dar debido a su trágica muerte cuando Josefina aún se encontraba en el vientre de su madre.

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