Ayer por la mañana se realizo una movilización ante el Ayuntamiento de Barakaldo con el ánimo de denunciar los recortes sociales contemplados en el borrador de presupuestos presentado por el equipo de gobierno; los cuales consolidan la política de recortes aplicada estos últimos meses.

En concreto, se congela en 960.000 euros la partida destinada a las Ayudas de Económicas Municipales; es decir, la misma cantidad destinada a estas prestaciones en el 2015. Recortes que no vemos en la asignación dedicada para las retribuciones de Alcaldesa, corporativos y asesores municipales; para los cuales se destina 2 millones de euros (1.989.071).

Nos condenan al paro, la precariedad y la pobreza.
Hay que tener en cuenta que el pasado año a 1.744 familias se les concedió algún tipo de protección; y a 261 se les denegó el acceso a las ayudas sociales por «falta de presupuesto». Lo cual demuestra que los 960.000 euros dedicados a prestaciones municipales fueron insuficientes.

A esta política de recortes le debemos añadir la decisión adoptada hace un mes desde el equipo de gobierno de reducir en un tercio la asignación económica a percibir por las familias barakaldesas para hacer frente al pago de su alquiler o hipoteca; en un 17% para los gastos sanitarios no cubiertos por Osakidetza; y un 10% para las necesidades consideradas básicas: alimentación, vestuario, educación…

Murrizketarik EZ!!!
Estos recortes presupuestarios se adoptan cuando ha aumentado en un 15% el número de solicitudes de ayudas de emergencia de un año para otro.

A sumar que, en los últimos 4 años, se ha producido un incremento del 44% de las familias del municipio que vieron concedida una ayuda social.

•Enlace al vídeo de la movilización: HerriKolore y Tele 7

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Comunicado

La situación de emergencia social que padece Barakaldo exige algo más que recortes sociales. Los presupuestos presentados por equipo de gobierno municipal van en la línea de consolidar las políticas de “ajustes” en la localidad.

Por este motivo este lunes se realizará un acto ante el consistorio bajo el lema “Estos presupuestos condenan a las familias de Barakaldo al paro, la precariedad y la pobreza”.

En el trascurso de esta movilización varias personas se concentrarán con trajes de presidiarios, cadenas, grilletes; y llevarán atadas al tobillo una bola de hierro.

Más allá de palabras grandilocuentes o la utilización de instrumentos de ingeniería financiera. La realidad del borrador de presupuestos elaborado por el gobierno municipal nos muestra como se congela en 960.000 euros la partida presupuestaria destinada a las Ayudas de Económicas Municipales; es decir, la misma cantidad destinada a estas prestaciones en el 2015.

Esta decisión se adopta cuando ha incrementado en un 15% el número de solicitudes de ayudas de emergencia de un año a otro.

Por otro lado, el pasado año a 1.744 familias se les concedió algún tipo de prestación; y a 261 se les denegó el acceso por «falta de presupuesto». Lo cual demuestra que los 960.000 euros dedicados a ayudas sociales municipales fueron insuficientes.

Recortes que no vemos en la asignación dedicada para las retribuciones de Alcaldesa, corporativos y asesores municipales; para los cuales se destina 2 millones de euros (1.989.071).

La congelación presupuestaria para ayudas se decide cuando en los últimos 4 años se produce un aumento del 44% de las familias del municipio que ven concedida una prestación.

Con estos datos queda clara la apuesta por los recortes sociales por parte de la Alcaldesa de Barakaldo, Amaia del Campo. Así, no es de extrañar que sus últimas decisiones en política social sea reducir las cuantías asignadas a las familias para hacer frente a sus necesidades más básicas. En concreto…

•   Recorte de un tercio de la ayuda económica para cubrir parte de los gastos de alquiler o hipoteca. Se pasa de poder percibir 3.000 a 2.100 euros. Drástica reducción de 900 euros. Además, de ser una decisión totalmente arbitraria se produce un acto discriminatorio con aquellas personas perceptoras de la Prestación Económica de Vivienda que se gestiona en las oficinas de Lanbide de la localidad, cuya cuantía puede llegar a los 3.000 euros anuales.

•   Gastos tan importantes como los destinados para alimentación sufren un recorte del 10%; o la atención sanitaria no cubierta por Osakidetza el 17%. En el primero de los casos se pasa de 1.000 a 900 euros. En el segundo concepto la asignación cae de los 600 a los 500 euros.

•   Recorte de un 40% para los gastos de adaptación, reparación y/o instalaciones básicas en la comunidad de portal: de 1.850 se pasa a 1.150 euros.

•   El mantenimiento y reparaciones de la vivienda habitual sufren un recorte del 20%. De 721 euros del año pasado se pasa a los 600 que se podrá recibir este año.