Malmö, 29 de Octubre de 2000

Queridas Madres:

Ante esta nueva agresión que vienen sufriendo en estos días a través de la propagacion de infames calumnias, queremos llegar a ustedes para reafirmarles nuestro apoyo constante e inclaudicable.

Nuestro correo electrónico recibió este fin de semana montones de cartas agresivas, insolentes, que son, sin duda, producto de una campaña infame desatada por quienes carecen de armas honestas y dignas para defender sus posturas mezquinas y reaccionarias.

Cuando uno asimila vuestra claridad inapelable de conceptos, la coherencia y ética de vuestra lucha, la apuesta siempre vital, joven y revolucionaria de que a la realidad es posible cambiarla; de que el hombre nuevo empieza hoy y aqui, en cada uno de nuestros actos. Cuando no nos doblegamos ante la infamia, cuando nos revelamos ante la injusticia, cuando estrechamos lazos solidarios, cuando decimos basta; es un orgullo sentirlas nuestras compañeras, nuestro ejemplo y pertenecer a las filas de los que tratan de aportar su granito de arena en el camino revolucionario que ustedes transitan.

La solidaridad no tiene fronteras ni límites; es lo que reivindica una humanidad que quiere salvarse, acorralada ante el egoismo de un sistema individualista, elitista y criminal.

Por esa razón no podemos nada menos que adherir a los conceptos vertidos en la carta dirigida a los trabajadores del Diario Egin y la Radio Egin y en el documento "Las Madres de Plaza de Mayo y la ETA".

Reivindicamos junto a ustedes el derecho de los pueblos a revelarse contra la Opresión. Condenamos el Terrorismo de Estado en España y en cualquier país del mundo y exigimos que los asesinos, los torturadores y sus cómplices que hoy se mueven a la sombra de la impunidad del aparato estatal, apañados por la clase dominante, las administraciones de turno y un sistema judicial corrupto, sean jugados, condenados y enviados a la cárcel.

Exigimos que se ponga fin a las ejecuciones extrajudiciales, a las torturas de los detenidos y al régimen de destrucción que se practica dentro de las carceles.

Declaramos una vez mas que no aceptamos reparación económica tanto en nombre de nuestros compañeros desaparecidos como en el nuestro propio por los años de cárcel sufridos. Vida y libertad son derechos fundamentales del ser humano, no un producto de mercado que se negocia y cotiza.

No hay reconciliacion posible sino es a través del juicio y castigo de torturadores, asesinos, ideólogos y todos sus complices por acción u omisión.

Por último, más que como un homenaje, como un acto de profundo amor: asi como ustedes un día solidarizaron la maternidad y se transformaron en Madres de los 30.000 compañeros desaparecidos, asi tambien queridas compañeras nosotros las asumimos como nuestras Madres…

Un gran abrazo!

Ana María Sabio – Omar Diesssler

AMASU-Apoyo a Madres en Suecia