Las continuas campañas de intimidación y desprestigio que desde hace años se suceden en Argentina contra la Asociación Madres de Plaza de Mayo, en general, y contra Hebe de Bonafini, su presidenta, en particular, se trasladan ahora al Estado español, como consecuencia de la reciente visita oficial del presidente de la República Argentina, Fernando de la Rúa, al Palacio de la Moncloa.

Las valoraciones de la Asociación Madres de Plaza de Mayo sobre la política del gobierno en el conflicto de Euskal Herria -materia opinable en cualquier caso y con la que pueden o no coincidir los abajo firmantes- no es nada más que la excusa "macarthista" para penalizar una conducta de resistencia frente a los centros de poder y los difusores del pensamiento único, que excluyen a los más débiles, marginan a las minorías y rechazan la soberanía de los pueblos.

Quienes hoy condenan a la Asociación Madres de Plaza de Mayo, hubieran preferido que la agrupación se limitara a llorar a sus hijos desaparecidos y recibir indemnizaciones; no les perdonan sus constantes denuncias, no les perdonan su lucha insobornable y su espíritu internacionalista, no les perdonan que asuman cada lucha como propia y que pongan su enorme prestigio al servicio de quienes todavía creen que otro mundo es posible. El linchamiento al que hoy asistimos, alentado desde las más altas esferas del gobierno español y la embajada argentina en Madrid, coincide, curiosamente, con la predisposición de varios organismos y ámbitos públicos para colaborar materialmente con un proyecto único:
la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, cuya inauguración tuvo lugar en Buenos Aires el pasado 6 de abril y reúne a centenares de jóvenes. Se trata pues, de dinamitar la solidaridad con ese ilusionante proyecto, hoy hecho realidad, de ese centro para la formación de futuras mujeres y hombres nuevos, los innumerables hijos de estas madres paridoras de futuro.

Que nadie se engañe. Ese y no otro es el objetivo inconfeso que persigue esta campaña de acoso y derribo contra la Asociación Madres de Plaza de Mayo y su presidenta, Hebe de Bonafini.

Llamamos al APOYO ACTIVO A LA UNIVERSIDAD POPULAR MADRES DE PLAZA DE MAYO Y RATIFICAMOS NUETRA SOLIDARIDAD CON LA ASOCIACIÓN Y SU PRESIDENTA.