PROPUESTA DE ORGANIZACIÓN Y DE TRABAJO DEL CUPACS AL GRUPO DE COMUNICACIÓN:

 

Esquema de la propuesta de contrainformación

            1.-Presentación:

            Haciendo propia una preocupación existente entre los diversos colectivos agrupados en la preparación de la campaña contra la asunción por parte del Estado español de la Presidencia Europea este semestre, es decir, asumiendo la existencia de una serie de necesidades y carencias dentro de la estructura contrainformativa existente, pero y sobre todo  la imposibilidad manifiesta de  hacer oír nuestras voces en el seno de la estructura mediática convencional, presenta la siguiente propuesta de trabajo, con la que pretende la reorganización colectiva del poder emisor y comunicativo de nuestras organizaciones y entidades. Si éste ha sido hasta ahora hábilmente desplegado en los únicos espacios en que se ha logrado cierto grado de libertad de movimientos y expresión, la coyuntura política y sobre todo, la estructura de oportunidad mediática se han visto drásticamente modificados a partir de los atentados del 11 de septiembre: desde la consciencia clara de que la criminalización y el silenciamiento han forzado al repliegue sobre nuestras propias bases, el CUPACS hace una llamada a aprovechar este contexto de redefinición y reestructuración interna para plantear una contraofensiva articulada y eficaz que nos permita no sólo romper el silencio, sino mantener en el tiempo el grito reapropiador de identidades, discursos y pautas de acción, que, de otra manera, quedaría silenciadas o inexplicadas.

            Para ello proponemos un proyecto de coordinación, que implicaría llevar a cabo un esfuerzo de puesta en común de tecnologías y capacidades tecnológicas, recursos humanos (por esta vez, colaborando en un proyecto de rehumanización que no les degrada ontológicamente) y, sobre todo, y a estas alturas de la película resulta fundamental, buen rollito.

            Y hablamos de coordinación, que no necesariamente de unidad, precisamente porque somos conscientes de las limitaciones que nuestra propia y heterogénea composición nos impone a la hora de compartir iniciativas, pero también porque no es nuestra intención proceder a estructuraciones rígidas ni jerarquizadas en las que se pierdan las bases de nuestro costoso pero irrenunciable sistema de tomas de decisiones horizontal y horizontalizante; sencillamente apuntamos la necesidad de establecer vías de contacto mínimamente articuladas que nos permitan una acción eficaz en la empresa que nos proponemos, y que no es otra que la de irrumpir como actor político de vital importancia no solo en la coyuntura semestral, sino para la salud democrática de la convivencia en general, con discurso propio e inteligible, transparente y fluido. De hecho, demuestran nuestra vocación basista la presentación de

            -un organigrama donde ninguno de sus elementos es jerárquicamente superior en su funcionamiento a los demás; ni lo es, ni debe serlo, permitiendo funcionar con autonomía, cada vez que sea reclamada, a cada uno de sus integrantes

            -además, todos los recipientes de la propuesta de trabajo están abiertos a la participación de tod@s, en virtud de los entusiasmos, capacidades y de las trayectorias personales de cada un@, dentro de una razonable división del trabajo, que nos garantice la asunción individual de responsabilidades en el marco de este proceso colectivo: si no somos portavoces, sino altavoces, asegurémonos de que funcionamos eficazmente como tales

            -al mismo tiempo, y como señalábamos, la integración es este entramado comunicativo no supone, ni mucho menos, la disolución en el mismo de los colectivos integrantes, a los que simplemente se les propone aunar esfuerzos en un proyecto que, dadas las circunstancias, y tal como planteábamos en nuestra “justificación política”, consideramos vital para el avance de nuestras estrategias de protesta e inserción de nuevos elementos de discusión en el debate público

            Es decir, que la participación efectiva se dará en la medida en que la estructura funcione, del mismo modo que la estructura funcionará sólo en la medida en que haya gente dispuesta a hacerla funcionar. El marco organizativo deberá simplemente ser contemplado como el continente que posibilite las sinergias necesarias para ello.

            Y puesto que creemos en la necesidad de la activación de las mismas, pero también en el mestizaje y las posibilidades potenciales de enriquecimiento mutuo en estas estrategias de acción colectiva y comunicativa, hacemos la propuesta de tejer entre tod@s y para tod@s un sistema de redes con vocación de permanencia más allá del calendario semestral, que nos permita a fin de cuentas constituirnos en actores clave de un proceso necesario de transformación cultural más a largo plazo; en la medida en que nuestras posibilidades de irrumpir constructivamente en la creación de un nuevo marco de referencias colectivas, basado en el debate crítico,  se vayan configurando desde experiencias como la que aquí planteamos, podremos ir acumulando recursos con los que dar la batalla en este espacio político de disputa clave que son los medios.

 

            2.- Propuesta de organización:

 

            2.1.- Qué pretende el organigrama que planteamos:

            El objetivo inmediato que señalamos en nuestra propuesta de trabajo parte de la constatación de la necesidad de articular productivamente las iniciativas ya activadas en el mundo de la contrainformación, del que procede la gran mayoría de la información que manejamos internamente, con una estrategia de exploración y apertura de grietas mediáticas en el mundo de los medios convencionales, a través de lo que hemos denominado “comunicación externa” (para prevenir malentendidos, aclararemos ya desde este punto lo que venimos considerando una estrategia de marcaje a los procedimientos mediaticos habituales y de estudio de las posibilidades de romper con los mismos; no se trata, por tanto, de “colaborar con los medios del capital”, sino de reconocer su condición de “decisores” últimos de los actores que acabarán conformando la realidad política, y de subvertir esa capacidad en la medida de nuestras posibilidades y necesidades.)

            Partimos, por tanto, de un esquema subdivido en dos grandes áreas de trabajo, cuya articulación interna y coordinación recíproca proponemos a partir del diseño de los siguientes talleres de trabajo:

            a) Contrainformación: partimos de una subarticulación real en tres ámbitos ya efectivos:

            -Telemática: donde la propuesta fundamental consiste en la creación de una web unificadora de los espacios desde los que hasta ahora se ha informado sobre el semestre. El primer esbozo sugiere el establecimiento, por un lado, de una agenda centralizadora de las actividades para el semestre y en adelante; por otro, la activación de lo que podría ser el nodo de Indymedia en Madrid (a partir de una iniciativa de la IndyACP) como parte de la red global de información de las respuestas antiglobalización, y en la que estaría prevista la participación de iniciativas ya existentes de contrainformación e incluso de prensa antagonista en cuanto a la elaboración de contenidos; por último, un espacio sin determinar, en el que se podrían volcar todos los materiales existentes de las reuniones preparatorias previas, ya alojados en algunas de esas webs. De este modo se crearía un espacio unitario donde recabar o depositar información que puntualmente pudiera fluir hacia otros talleres de la estructura propuesta. Además, se encargaría de la gestión de las listas de correo, de cara a disponer de mecanismos eficaces para los flujos internos de comunicación. En cualquier caso, la composición y funcionamiento final de este ámbito acabará dependiendo de las negociaciones ya en marcha entre varios de los actores implicados.

            -Red radiofónica: la propuesta consiste en la unificación de las emisiones de radios libres y comunitarias en un único sitio web, iniciativa que intenta tomar forma ya para contestar a la contracumbre que se celebrará en mayo en Madrid, en la medida en que facilitaría la emisión en castellano de emisoras latinoamericanas. La principal propuesta parte de la Red con Voz, que ofrecería su página web como punto de encuentro (en la medida en que está capacitada para ello), al tiempo que propone la creación  y difusión colectiva y simultánea de un informativo semanal que recoja toda la información generada en torno al semestre en los medios de  contrainformación. En última instancia, si la iniciativa no llegara a cuajar, se trataría de coordinar a los responsables de los distintos programas de radio a la hora de emitir información relacionada con el movimiento. La idea principal es convertir a esta nueva “coordinadora radiofónica” (archivos audio) en uno de los principales puntos de recepción y emisión, tanto hacia el exterior, como hacia los talleres de difusión y defensa mediática, de cualquier noticia vinculada con el semestre, nuevamente activando la red de feed-back.

            -Prensa antagonista: se sugiere la posibilidad, al hilo de algunas negociaciones ya en curso, de coordinar a los principales medios de contrainformación escritos, para que emitan de manera conjunta un apartado especial de información relativa al semestre. Nuevamente, y en la medida en que se dispongan a colaborar con la red telemática en la construcción de la web, participarían activamente en la circulación de información a través de la estructura.

 

            Para el adecuado funcionamiento de estos tres ámbitos, creemos oportuno subrayar la necesidad de crear una coordinadora donde pudieran estar presentes con carácter más o menos permanente miembros de los tres ámbitos de la contrainformación, en la medida en que sería la encargada de coordinar los flujos informativos desde la contrainformación hacia el taller de difusión (que a su vez, los conectaría con el gabinete de prensa), así como de recibir los materiales autogenerados por el taller de defensa mediática y los documentos internos y externos emitidos por el taller de análisis.

 

            -Taller de Defensa Mediática, con dos tipos de tareas fundamentales: por un lado, la programación de la producción de material audiovisual propio, a partir de la creación de equipos coordinados de cámaras y vídeos en las manis y acciones, que pueda ser enviado tanto a los medios de contrainformación como al gabinete de prensa para su difusión en los medios convencionales (si fuera posible), activándose así uno de los principales mecanismos de respuesta inmediata a las criminalizaciones mediáticas; asimismo se encargaría de coordinar la red de telefonía móvil que permitiría cubrir y dirigir las acciones. En este mismo sentido, sería necesaria la existencia de un equipo”de guardia” durante las mismas, de manera que se centralizara la recepción del material y noticias enviadas, de cara a su elaboración y posible envío, a partir de la determinación de unos criterios de importancia informativa, tanto a las redes de contrainformación como al gabinete de prensa, y en un segundo momento, al taller de análisis a través del taller de difusión. Si este primer bloque de actividades presupone la coordinación con la comisión de acciones, el segundo bloque, consistente en la creación de “grupos de acompañamiento” a periodistas durante la cobertura de las acciones, con la intención de indicarles del modo más explícito en qué consisten las acciones de desobediencia civil, cuándo empieza ésta y cuándo termina la legalidad, todo lo cual les permita sopesar a través de sus filmaciones la proporcionalidad de la respuesta policial, presupone la coordinación con una comisión de enlace con el área de antirrepresión; concretamente en Madrid nos consta que se ha realizado ya un manual de derechos del manifestante, al que habrá que dar la máxima difusión posible, incluso dentro de los contactos con periodistas, así como la creación de un grupo de abogados “de guardia” durante las acciones.

 

            -Taller de Difusión: que también deberá estar activo durante las guardias del taller de defensa mediática, en la medida en que sus funciones pasan fundamentalmente por hacer llegar tanto a los medios de contrainformación como al gabinete de prensa toda la información procedente bien del mismo, bien de la propia coordinadora de contrainformación o del taller de análisis. Se encarga de activar los flujos de retroalimentación que ponen en marcha toda la maquinaria de la estructura. En ese sentido, será clave la definición de prioridad a la hora de activar maquinarias costosas, como lo es en este caso la del gabinete de prensa, por lo que deberá evaluar con criterios a consensuar en qué sentido circulan los flujos de información.

 

            -Gabinete de prensa: acuñamos la terminología  al uso entre los medios convencionales en cuanto que pretendemos activar aquí un núcleo encargado de lo que hemos denominado “exploraciones en comunicación externa”, a partir de la puesta en marcha de una ronda de contactos con periodistas e intelectuales afines, a los que enviaría el material procedente del taller de difusión , y que centraliza la recepción de materiales  procedentes del taller de defensa mediática, el de la coordinadora de contrainformación y los del taller de análisis. Se propone como principales focos receptores de estos materiales no sólo la prensa y TV convencionales, sino explorar en nuevos ámbitos como son los periódicos gratuitos que se distribuyen en el metro (hacer envíos masivos a sus cartas al director o “negociar” con los distribuidores la incorporación de nuestros documentos entre sus páginas; en última instancia, cabe la posibilidad de “infiltrarse” en esos “puestos de trabajo”...) y los periódicos universitarios.

 

 

            b) Medios convencionales: área que subdividimos en dos talleres de trabajo:

 

            -Taller de análisis y elaboración, con un doble cometido:

                        -por un lado, la emisión de dossieres específicos en torno a la criminalización sufrida por el movimiento en prensa y televisión (tarea en la trabajan ya varios colectivos, incluido el propio CUPACS, con lo que se hace necesario unificar criterios) en lo que hemos llamado “grupo de trabajo de documentación interna”. En la medida en que seamos capaces de llevar a cabo lo que hemos llamado “estrategia de marcaje” a los medios convencionales en su manera de abordar la imagen de las luchas alternativas, podremos ejercer cierta presión sobre los mismos a través de la difusión de los dossieres o mediante campañas específicas de exigencia de responsabilidades cuando se incurra en criminalizaciones. Como material elaborado, sería de gran importancia su difusión no sólo en nuestras redes de contrainformación, sino fundamentalmente de cara a la ciudadanía no activa, principal receptora de los discursos criminalizadores. Planteamos la posibilidad de visibilizar tanto la represión como la negativa de sus autores a reconocerla, mediante, por ejemplo, actos de presentación pública de las cartas de denegación de publicación a cartas al director en campañas concretas. 

                        -por otro lado,  en el “grupo de trabajo de documentación externa” se procederá a un intento de sistematización del propio discurso teórico-ideológico tanto de las distintas áreas temáticas que integran el movimiento, como de los colectivos de vocación más transversal, dotados de una débil estructura de comunicación externa o carentes de ella (siguiendo el ejemplo de Barcelona), para lo que se procederá a la solicitud de un documento explicativo:

                                   -por un lado, de su problemática específica dentro del área temática en la que trabajan; ello supone la realización de un diagnóstico a nivel  UE, estatal y local y una declaración de intenciones/ propuestas/denuncias

                                   -como documento voluntario, y en la medida en que lo tengan trabajado, una llamada de atención sobre los “fallos” o problemas detecatados en el tratamiento informativo de su problemática (por ejemplo, leguaje sexista en noticias sobre asuntos de género o en general, o racista en temas de inmigración)

                                   -una propuesta de tratamiento mediático específico para la problemática en que trabajan, sistematizado en torno a la propuesta de, por un lado, slóganes, y, por otro, ideas fuerza.

                                   -un calendario de los principales eventos y actividades programados por cada área temática

 

            En la medida en que este esfuerzo pudiera ser llevado a cabo, el taller de análisis podría proceder al abordaje de la estrategia informativa más adecuada para cada problemática específica, realizando una contraoferta de tratamiento para ser discutida con cada área, facilitando así la emisión y estructuración de un discurso más o menos compacto -en cuanto a consensuado- con el que salir al debate público. Presuponemos, sin demasiadas pretensiones ordenadoras, pero con una clara preocupación por la necesaria clarificación de las diversas voces que constituyen el discurso del movimiento, que una iniciativa de este tipo “forzaría” a ese esfuerzo sistematizador que necesitamos para poder afrontar el semestre con voz (voces) propia(s) y contundente(s). Al mismo tiempo, la necesaria presencia de la Asamblea, no sólo supervisando la construcción del discurso colectivo, sino a través de la presencia activa de sus miembros -por áreas temáticas o desde inquietudes específicas- en este grupo de trabajo, facilitaría la fidelidad de los discursos finalmente emitidos a los planteamientos iniciales, en cuanto a que se configura un “grupo bisagra” que permite la fluidez en este flujo de información, no sólo nuestras redes internas, sino cara al exterior.

            Estos documentos  (dosssieres por un lado, notas de prensa por otro) generados dentro del grupo de trabajo de comunicación externa al hilo de cada evento que merezca un pronunciamiento del movimiento en cuanto a actor político clave en el semestre, serían distribuidos a través del taller de difusión, hacia la coordinadora de contrainformacion, y hacia el gabinete de prensa que gestiona la red de contactos con periodistas e intelectuales afines que hubieran adquirido el compromiso de hacer suyos los pronunciamientos públicos de la plataforma anti-UE.

                                   

 

            -Taller de exploración en comunicación externa: cuya principal misión consistiría precisamente en la reactivación de los resquicios mediáticos existentes y en la apertura de otros nuevos, a partir de lo que hemos denominado “estrategia de cabildeo” o toma de contacto con pretensiones de continuidad y atracción hacia nuestras posiciones,  sobre tres ámbitos: periodistas, artistas e intelectuales e iniciativas de análisis y propuesta cultural. El objetivo fundamental consiste en el establecimiento, en la medida de lo posible, de una red de colaboradores, pero también simplemente de puntos de referecia, con los que intentar establecer una dinámica de comunicación que acabe garantizándonos algunos huecos mínimamente dignos en los medios convencionales, desde los que poder hacer visible nuestra existencia, denuncias y reivindicaciones. Asi, hemos determinado una serie de fases o pasos a cubrir en esta estrategia de aproximación, que se desglosa de la siguiente manera en cada uno de los ámbitos señalados:

                        -periodistas: proponemos cuatro fases de acercamiento con vistas a lograr la consolidación de la dinámica señalada, y que pasarían por:

                                   -en un primer momento, el mapeamiento de la situación y “recursos” existentes, para lo cual se procedería, a través de la puesta en común de los contactos ”personales” de cada colectivo, a la elaboración de cuatro listas de referencia: l@s “históric@s simpatizantes” (de l@s que posee alguna certeza de simpatías/colaboración previa con las luchas sociales, y a l@s que recurrir desde su consideración como “incondicionales” . No va a ser fácil, en vista del panorama  mediático actual, pero tampoco es del todo imposible; habrá que rastrear primero), l@s nuev@s simpatizantes (gente a la que “cooptar” hacia nuestras posiciones, entendiendo que entrarían en este grupo aquell@s con una vaga sensibilidad de izquierdas que todavía no se han posicionado claramente, pero también las nuevas generaciones que, como becari@s, se incorporan  a las redacciones, cadenas y emisoras, presuponiendo que la proximidad generacional l@s haría potencialmente más susceptibles de apoyar determinados discursos), l@s jefes de redacción (simpatizantes o no, pero cuya localización se hace necesaria para saber a quién enviar en un determinado momento una nota de prensa o un dossier) y finalmente, la “lista negra” (de “profesionales” detectad@s con reiterada vocación distorsionadora, a los que hacer “blanco” de las campañas de protestas/envíos masivos como mecanismo de respuesta a la criminalización).

                                   -en un segundo momento, se procedería al envío, especialmente a l@s integrantes de las dos primeras listas, de unas cartas de presentación de nuestra intención articuladora, solicitando su adhesión al proyecto en la medida de sus posibilidades. Esta fase sería reforzada por una

                                   -tercera fase, en la que se les convocaría  una reunión que hemos denominado “seductora/aleccionadora” en la que, mediante la explicación más exhaustiva de nuestro proyecto, ilustrada con algunos ejemplos del tratamiento informativo que venimos recibiendo (en coordinación con el grupo de trabajo de documentación interna, encargados de ese “marcaje”) y con las propuestas de tratamiento señaladas en los materiales generados en el grupo de trabajo de documentación externa, se les invite a

                                   -sumarse (cuarta fase) a lo que planteamos como dinámica de “colaboración” (por su parte) con l@s que se presten a colaborar, mediante la adquisición del compromiso de dar cierta cobertura pactada a nuestras actividades y documentos, o directamente a través del envío de escritos de colaboración que debieran comprometerse a firmar/apoyar. Respecto de aquell@s con l@s que la aproximación se plantea como imposible, se establecerán dinámicas de campaña de seguimiento y envíos masivos, con la simple finalidad de sensibilizarles acerca de nuestra existencia vigilante como ciudadanos conscientes que reclaman un tratamiento informativo cuando menos veraz. Esta última fase debería ser llevada a cabo en coordinación con los talleres de análisis y difusión y con el área de acciones, en la medida en que requiere de un esfuerzo de movilización considerable.

 

                        -intelectuales y artistas: con los que se procedería a un tanteo similar al planteado en el ámbito anterior:

                                   -elaboración de listas de afines/dispuestos a colaborar, de potencialmente “comprometibles”, de artistas que están trabajando en tejidos culturales no directamente mercantilizados, pero que en la medida en que se puede lograr su adhesión a nuestras reivindicaciones, podrían actuar de puente (teniendo en cuenta el peso de las relaciones personales en estos contextos) con algunos de l@s integrantes de las listas anteriores, solicitando colaboraciones puntuales, o con mayores pretensiones, a partir de la colaboración coordinada de sus dos espacios (por ejemplo, hablamos de “reforzar” económica y mediáticamente, mediante una serie de conciertos, una barraca teatral reivindicativa, una cadena de exposiciones, etc.) y finalmente, la “lista negra” (entendiendo aquí no ya a aquell@s intelectuales que no se comprometen, o no sólo, sino a aquell@s que lo hacen en términos estrictamente cosméticos o a través de discursos moralizantes, y estamos pensando en el discurso de Nacho Cano acerca de sus “compromisos” sociales, justificados masturbatoriamente desde la autosatisfacción moral que le reportan.).

                                   Entendemos, dentro de lo que supone esta fase, que el acercamiento a l@s intelectuales y artistas se debe llevar a cabo apelando, por un lado, a las redes de complicidad ya existentes, pero por otro, a partir de una lógica de apelación a la coherencia con sus propios discursos en relación a la realidad social: ¿es demasiado pedir a l@s que van de comprometidos que se comprometan, y que lo hagan desde el convencimiento de que la apuesta por las reivindicaciones de la ciudadanía organizada no es sino un paso más que deberían contemplar en una proyección pública que plantean como cercana a las mismas ? No entenderemos por qué va a ser ésta la primera ocasión en la historia de nuestras luchas sociales en que la izquierda no lleva por delante a sus intelectuales y artistas, precisamente cuando la grosera coyuntura represiva y los estrechos márgenes de acción ciudadana que movimientos como el que integramos demuestran con sus actos de protesta, evidencian más que nunca la necesidad de un compromiso artístico-intelectual claro con los valores de la ciudadanía.

                                   -por ello, en la segunda fase, se procederá  al envío de las “cartas zapatistas” en las que se apela a la Sociedad Civil Internacional, de la que se postulan ya como representantes informales, a una implicación en el desarrollo y lanzamiento de nuestras propuestas de acción y protesta en el campo de la cultura y la comunicación.

                                   -nuevamente, en una tercera fase se procedería a una reunión “seductora/aleccionadora” desde la que consolidar las propuestas de colaboración (entendida como un “préstamo” o puesta  disposición del movimiento de su imagen pública,  es decir, de su visibilidad mediática) que se concretarían en

                                   -la cuarta fase, en la que se procedería a estudiar estas estrategias, así como a analizar los marcos discursivos desde los que plantear la crítica a l@s integrantes de la última lista, a l@s que se “pediría responsabilidades”, desde la legitimidad que nos confiere el constituirnos en ciudadanía organizada, acerca de su doble juego con el compromiso social.

                        En definitiva, se trataría de ir creando redes de confianza que permitan, por un lado, el establecimiento de una dinámica de colaboración entre dos mundos que no deberían plantearse como distantes (en la medida en que acaban conformando una misma realidad), y, por otro, más ambiciosamente, de promover una amplia reflexión acerca de la necesidad de repolitizar el mundo de la cultura, en cuanto a que, como comentábamos al principio, su transformación desde planteamientos críticos, y aprovechando la coyuntura actual, se ha acabado por convertir en el principal espacio político en disputa.

 

            -iniciativas de análisis y propuesta cultural­: consistente básicamente en la detección de las iniciativas artístico-intelectuales con proyección política, así como las igualmente direccionadas en ese sentido en el ámbito de lo educativo-academico universitario, con la finalidad de crear un espacio de experiencias compartidas y a vincular a través del debate, de manera que nos permitan abordar con mayor amplitud de miras la lucha por la transformación cultural (ruptura con los rígidos marcos de producción del imaginario colectivo, en los que por ahora no se nos tiene en cuenta, para empezar) que venimos planteando. Indudablemente se impone reflexionar acerca de las implicaciones que el proceso de aceleración tecnológica tiene no sólo para la capacidad de emisión de ideología hegemónica por parte del sistema, sino también y muy especialmente ahora, para las luchas sociales en el campo de lo que llamaremos cultura mediática: la necesidad de constituir una esfera pública en la que la representación cultural de lo social se oponga claramente a las directrices mercantilizadoras vigentes.

Al mismo tiempo llevar esta reflexión al ámbito de la producción de conocimiento, pero aprovechar las iniciativas que desde ahí logren articularse, nos permitiría un nuevo punto de encuentro entre sectores potencialmente críticos y dispuestos a integrarse en las demandas críticas ciudadanas. Se propone, por tanto, el análisis de las dinámicas sociopolíticas que atraviesan cuatro sectores mediático-institucionales clave, tal como son: los medios de comunicación, las industrias culturales,  el sistema educativo y las iniciativas de política cultural impulsadas desde las Administraciones Públicas, con la finalidad de detectar las experiencias de democratización de estos consumos culturales que ya estén en marcha, como base para nuevas propuestas de democratización por nuestra parte.

                        En el plano del activismo directo, proponemos este punto de partida para la generación de públicos activos (siguiendo la experiencia valleinclaniana, por tomar alguna referencia, pero en general, la coordinación de lo que viene siendo una práctica muy eficaz en la experiencia de los movimientos sociales), capaces de irrumpir con un discurso articulado y antagonista, crítico, en cuantos actos culturales, foros de debate y otras iniciativas planteadas desde postulados ideológicos unilaterales se den en el transcurso de este semestre y en adelante. Una nueva manera coordinada de hacer oír nuestras voces en espacios copados por legitimidades más que cuestionables y en los que esta conjunción de movimientos sociales debería  ver una posibilidad clara de entrenar su capacidad de articulación  e irrupción de discurso propio. La estrategia consistiría básicamente en adquirir la capacidad para identificar con claridad sus marcos discursivos y las carencias de los mismos desde el punto de vista de la ciudadanía, pudiendo rearticular la crítica a partir de procesos de “reenmarcamiento” que apunten sus déficits y omisiones en las relaciones cara a cara que se plantean en estos eventos, oficiales, o de claro corte conservador.

 

 

            Entendemos, al hilo de lo anteriormente expuesto, que la activación de esta parte de la estructura, costosa por los esfuerzos de reflexión-atracción conjunta que conlleva, asi como por el mantenimiento de los vínculos en red creados, supone la asunción de una coordinación en el seno del taller de exploración de comunicación externa, en la medida en que se hacen necesarios responsables de las listas de contactos, participantes en esa comisión de cabildeo que se encargue de establecerlos, responsables de llevarlos a cabo puntualmente cuando fuera necesario, todo ello coordinado con el comité de acciones; y responsables de la activación del trabajo de análisis y reflexión sobre los espacios mencionados en el apartado de análisis y propuesta cultural, que deberá estar coordinado con el área de cultura.

 

           

            2.2.Cuestiones sobre los compromisos a adquirir en relación con el esquema:

 

            Y prometemos ser más breves aquí, en la medida en que hemos ido señalando las principales necesidades de coordinación y disponibilidad de participantes-responsables en cada área específica tratada. Nos limitaremos a hacer énfasis en la necesidad de asumir compromisos concretos en relación a los puntos señalados, lo que implica, por una parte, hacer esfuerzos en la aproximación  de posturas en los procesos sugeridos de coordinación interna, teniendo como referente la existencia de objetivos comunes o, como mínimo, de procesos de silenciamiento/criminalización que nos afectan a todos; ello nos lleva a solicitar la adhesión al esquema general de estructuración/organización, en la medida en que lo entendemos como necesario en esta coyuntura política concreta, pero sobre todo de cara a nuestra conformación como sociedad civil articulada, con voz (voces) propia(s); finalmente,  nos lleva a solicitar la reflexión en torno a nuestra propuesta de intentos de ruptura del cerco mediático. De menos a más, las preguntas que lanzamos se resumen en

            -¿estáis dispuest@s a trabajar juntos con otras iniciativas de vuestro campo de actividad (por ejemplo, la creación de una red radiofónica)?

            -¿estáis dispuest@s a trabajar, ya coordinados internamente, con otros medios de trabajo dentro de vuestras áreas (por ejemplo, a constituir una coordinadora de contrainformación)?

            -¿estáis dispuest@s a trabajar en coordinación con la segunda parte del esquema, que se plantea la apertura hacia medios convencionales intentando romper las dinámicas silenciadoras/criminalizadoras e impulsar toda una red de relaciones y dinámicas con gentes afines pero actualmente distanciadas, intentando insertar un discurso (o discursos) propio(s) en el debate público?

 

            Porque además de estas tres cuestiones, repetimos la señalada necesidad de contar con individuos y/o colectivos que asuman parcelas de este esquema como trabajo propio (siendo como somos conscientes de que implica una sobrecarga de trabajo) en la medida en que su funcionamiento más o menos real implica todo  un salto cualitativo en la manera en que hasta ahora hemos concebido el funcionamiento de nuestras redes y nuestras posibilidades de dotarnos de una imagen propia o por lo menos pactada de cara a los medios de masas. Esta estructura necesita de militantes capaces de asumir su pequeño ámbito y de responder por él para no paralizar su funcionamiento en red.

 

            Pero es que además, necesitamos reflexionar acerca de las posibilidades reales (y aquí sí estamos hablando de dinero) de llevar a cabo la empresa, para lo cual planteamos la puesta en marcha inicial con los recursos existentes (y tras consultar con la comisión de finanzas del Foro Social Transatlántico) en la medida en que por ahora parece posible funcionar autogestionadamente de manera mínima, pero con la intención de ir solventando esta cuestión sobre la marcha, intentado aprovechar las sinergias que activaría la puesta en marcha de la estructura; por ejemplo, un terreno a explorar a la hora de implicarles en el proyecto, serían los intelectuales y artistas. En cualquier caso, es una cuestión que deberemos y podremos resolver a medida que su funcionamiento nos permita identificar tanto los principales escollos a sortear como los medios más efectivos para llevarlo a cabo.

 

 

            3.-Propuesta de trabajo:

 

            Tras esta larga explicación de la propuesta de organización que sugerimos, con la que hemos intentado justificar nuestra preocupación por la situación actual de nuestras redes y de nuestra propia imagen de cara al exterior,  nos limitaremos aquí a señalar, ya con conocimiento de causa y sin ánimo de resultar redundantes, la necesidad de incrementar la coordinación entre todos los colectivos y gentes vinculados de alguna manera por las mismas inquietudes políticas y el trabajo en su proyección informativa. La coordinación, e insistimos, que no necesariamente la unidad homogeneizadora, nos permitirá romper con dinámicas viciadas que nos perjudican en nuestros compromisos sociales e instaurar procesos en los que nuestra capacidad negociadora se haga patente de manera evidente, por la fuerza de los hechos.

            Necesitamos dotarnos de voces e imágenes propias. Lo necesitamos durante este semestre, pero mucho más allá, en la medida en que la consecución a medio/largo plazo de un objetivo como éste nos permitirá reclamar el turno de palabra que nos corresponde en el proceso democrático, o romperlo si fuera necesario.

            Dicho lo cual, hacemos una llamada a todos los colectivos y personas interesadas en esta propuesta a colaborar activamente en su puesta en marcha. Entre tod@s podrá resultar complicado, pero ni mucho menos imposible. El semestre como prueba de fuego y nuestra propia capacidad para trabajar juntos  darán testimonio del éxito o fracaso de nuestro proyecto.

 

            Salud y fuerza.

 

            Ariel, Víctor y Sara, CUPACS (Colectivo Universitario para la Producción Audiovisual en Ciencias Sociales).







Justificación política de la propuesta del grupo de comunicación.

 

En este documento presentamos una propuesta de coordinación de las estrategias informativas comunicativas de los colectivos y organizaciones presentes en nuestra Plataforma Contra la Europa del capital y la Guerra. Globalicemos la resistencia, otro mundo es posible. El objetivo central aprovechar este esfuerzo de coordinación para intentar salir al exterior de nuestras redes, conectando con personas y colectivos que vienen trabajando con voluntad transformadora en el campo de la cultura y la comunicación. En un momento en el que se ha acelerado la marginación de las fuerzas de izquierda reforzando las estrategias jurídicas y mediáticas de criminalización, ganar potencia comunicativa es un reto clave a nuestra estrategia política.

 

La actual campaña para incidir en el semestre europeo ha mostrado las dificultades y lentitud de este proceso de acercamiento y búsqueda de coordinación entre organizaciones herederas de distintas tradiciones emancipatorias y con trayectorias políticas tan diferentes en el cruce del “desierto” de las dos décadas neoliberales.

 

Creemos que todo el oscurecimiento del mundo tras el tan espectacularizado 11-S tiene que ver con el nuevo ciclo de movilización –esta vez global- que veníamos abriendo con la convergencia de sectores radicales y reformistas en una innovadora y estratégica división del trabajo político en torno a las cumbres internacionales trabajando cada uno con sus repertorios de acciones. Si bien esta estrategia de trabajo en torno a cumbres transnacionales ha ido perfilando limitaciones obvias –los poderosos se pueden ir a Qatar o a las Rocosas; entre nosotr@s, no tod@s nos podemos permitir el activismo transnacional -, también nos permitieron (re)descubrir que la movilización social  sostenida sirve para presionar para que viejos y nuevos temas entren en la agenda política de la globalización. Creemos que en las actuales circunstancias ninguno de los dos sectores podemos permitirnos el lujo de retroceder en la construcción de esta alianza si no queremos ver definitivamente desarticuladas nuestros respectivos proyectos, reformistas y radicales, ante la dinámica desbocada del capital. El Foro Social de Porto Alegre será un indicador del ritmo y  la fortaleza de esta alianza, por la que seguimos apostando.

 

En el “mientras tanto”, aquí estamos y aquí seguimos, como diría el Sub,  buscando puntos en común para actuar juntos contra unas estructuras de poder político y económico deshumanizadas y reconstruir una defensa de la ciudadanía ante el capitalismo que la está destrozando sin remilgos y con todas sus fuerzas. De hecho, estamos viendo como después del 11-S, las reuniones y acciones anticapitalistas son condenadas, asediadas y reprimidas por las intervenciones de políticos y policías. Obviamente gracias a la labor de unos medios de comunicación que se apresuran a criminalizar hasta la más pacífica de nuestras prácticas políticas – como acaba de suceder en ABC a l@s compañer@s de los servidores antagonistas- sin tan siquiera haberl@s consultado. 

 

En esta fase informacional del capitalismo estamos obligados a encarar de manera más decidida el campo de la comunicación y la cultura. Esta propuesta busca la manera de darle a las iniciativas en este ámbito una mayor visibilidad y centralidad en nuestra estrategia política, que no puede perder de vista las crecientes articulaciones que se están construyendo entre el espacio público y una esfera mediática en un contexto de hipermercantilización. En esta situación se están cerrando progresivamente espacios sociales fundamentales desde el punto de vista de la democratización y la construcción de ciudadanía.

 

Sobre todo por la vía de la distorsión-omisión de problemas sociales y la negación de la pasión política. No sólo la producción de información política cada vez más presa de una lucha partidista miserablemente reducida a lo parlamentario-electoral, (re)presentada de forma insulsa y personalizada en bochornosos liderazgos paternalistas y  acartonada en momentos de protocolos institucionalizados y ceremonias tan monárquicas como estériles. Los medios convencionales construyen una “alta política” que no deja sitio para la política que hace la ciudadanía de a pie, por lo que sigue alejándose del sentido común y de las necesidades colectivas de las mayorías que siguen siendo de carne y hueso.

 

Pero no es solo la “información” de telediarios y tertulianos. También a lo largo y ancho de la programación de los medios masivos se ocultan, distorsionan y legitiman/deslegitiman  los problemas/soluciones de la gente. Ya sea en la publicidad, en las series y telenovelas o en los programas de entretenimiento  se puede ver a las claras que tenemos un ecosistema comunicativo-cultural altamente contaminado y deteriorado desde el punto de vista de la cultura necesaria para producir “personas” que para habitar razonablemente este mundo complejo, interdependiente, complicado, pero también hermoso y sorprendente, también tendrían que ser convocadas como ciudadanos.

 

Ciñéndonos ahora a una crítica sobre información que dan los medios convencionales sobre los problemas sociales, vemos cómo buena parte de las temáticas –graves- en las que nosotr@s y nuestros colectivos estamos trabajando están bajo mínimos de información o tienden a silenciarse bajo escandalosas omisiones. A pesar de que nosotro@s estamos produciendo conocimiento crítico y homologable, propuestas de transformación razonadas y viables, sosteniendo la denuncia y la protesta y organizando la estructura que lleve el conflicto social al campo político.

 

Creemos que es necesario subrayar la importancia de esta realidad mediática-política, porque en estas circunstancias se hace imposible una comprensión cabal por parte de la ciudadanía del origen de los problemas, sus consecuencias, las responsabilidades institucionales que encierran y las posibles soluciones que tienen. Con esta dieta informativa, no es tan difícil comprender la situación de pasividad apáticamente degradante en la que se acomoda la mayoría de la ciudadanía.

 

Todos estamos “condenados”  a la marginación comunicativa en estas coordenadas mediáticas. Incluso las ONG, a pesar de la “fiebre de la solidaridad” que han construido los medios y que las ha hecho proliferar de forma tan sospechosa en los últimos tiempos. Desde las movilizaciones del 0’7% en otoño de 1994, las ONG fueron introducidas por la “puerta grande” a los medios, pero a pesar del tiempo la Coordinadora de ONGD se sigue quejando en sus memorias anuales - “a pesar de que todo el mundo sabe los que es una ONG, no se sabe lo qué hacemos ni porqué lo hacemos, y en ese sentido, no se puede distinguir la diferencia que hay por ejemplo entre nuestro trabajo y el de una empresa”. Por su parte, la vía de la comunicación publicitaria no sólo no solventa estas carencias informativas, sino que complica el problema: no sólo transformando la dinámica interna de la organización con una estrategia de financiación tan capitalista, sino que además pervierte aún más la percepción de los problemas del desarrollo –como se puso de manifiesto con la reciente expulsión de ANESVAND de la CONGDE, aplicándole el código de uso de imágenes sobre el tercer mundo-. Las ONG progresistas y transformadoras están buscando salir del marco sensiblero en donde las han encajonado los medios, y para ello plantean el encuentro con otros movimientos sociales (en las jornadas de la CONGDE del 6 y 17 noviembre de 2001, el Taller 2 respondía al nombre de transformación social y alianza con otros movimientos).

 

Los sectores radicales que estamos más implicados en la organización de la acción de protesta nos vemos ante el chantaje que para informar sobre nuestras acciones tiene que haber “interés informativo”, lo que muchas veces se reduce a que se produzcan enfrentamientos con la policía. Y para colmo, cuando se producen la interpretación del conflicto violento se hace cada vez más automáticamente en clave de criminalización, como se ha visto históricamente en el movimiento insumiso, y más recintemente en el caso de las vinculaciones del movimiento okupa con ETA y en todas las movilizaciones que han impulsado las distintas hebras del llamado movimiento antiglobalización en el Estado español(como en el caso de la RCADE ante el Congreso y en la contracumbre Barcelona 2001; etc.).

 

En este sentido, defendemos el derecho a expresar el conflicto social y la necesidad de entender la violencia como interrogantes –no deseados- sobre la justicia del orden social en el que nos ha tocado vivir y a la que tenemos la obligación moral de responder en sus causas y contener lo más civilizadamente posible sus consecuencias. Por lo tanto, en el campo de la comunicación sobre nuestra acción colectiva consideramos necesario enfrentar la estrategia de dividir al movimiento entre “antiglobalizadores buenos” y “antiglobalizadores malos” . para lo que tenemos que desarrollar una defensa apologética de la desobediencia civil y una defensa cerrada de los derechos humanos y civiles de l@s compañer@s que enfrentan la violencia policial con sus mismos métodos. Una cuestión de comunicación sumamente delicada al interior y para el futuro del movimiento, que creemos que tiene que ser detenida y consensudamente debatida entre los distintos colectivos de la Plataforma para desarrollar la mejor estrategia informativa posible –está preparándose el trabajo del “taller de defensa mediática”para analizar, producir y distribuir nuestros propios audiovisuales en las manis y acciones-. 

 

Si esta distorsión sobre la información que contamos sobre los problemas sociales es grave en los medios masivos, no lo es menos el proceso de (des)moralización que estamos viviendo en el campo de los valores sociales y la promoción de modelos de ciudadanía en todos los campos de la vida cultural. Sea en forma de mercancia/producto de las industrias culturales, o la otra “oferta” de cultura subvencionada por los sectores público y/o empresarial, las omisiones y distorsiones de nuestras prácticas y/o nuestros valores siguen siendo escandalosas.

 

En este vasto espacio de las mediaciones culturales se está fraguando la orientación estratégica del nuevo orden social emergente: lo que se imagina como otro mundo posible, y lo que no. Los nuevos mecanismos de autoridad cultural impulsados por la lógica mercantil presente en los medios masivos y en la  industria cultural está (re)definiendo cotidianamente la apertura -o el cierre- de nociones clave, como por ejemplo, democracia, ciudadanía, interculturalidad, sociedad civil y, en última instancia, la propia participación social y política.

 

A lo largo de las dos últimas décadas el avance de la (des)regulación (re)mercantilizadora en estos ámbitos –cultura, comunicación y también en la educación- ha gravitado poderosamente sobre la dinámica de los espacios públicos, los valores que la sociedad está dispuesta a potenciar en común, la memoria colectiva que los distintos grupos sociales y nacionales están dispuestos a compartir, así como sobre la naturaleza y la intensidad de las interacciones que se producen entre las distintas identidades sociales, étnicas y culturales.

 

Tenemos la necesidad de entender políticamente que los medios de comunicación de masas y las industrias culturales por un lado, y las políticas culturales y sistemas educativos por otro, son espacios institucionales de socialización en los que se producen, trasmiten y reciben imágenes, discursos y representaciones simbólicas. Todas ellos compiten entre sí para darle “sentido” a la (con)vivencia de las distintas gentes que habitan la Polis, ya insoslayablemete global.

 

Obviamente se generan contenidos muy diversos, elaborados en una amplia pluralidad de géneros y registros que inciden de muy distintas maneras en la activación de diferentes sentimientos, actitudes y comportamientos. Pueden trabajar en la dirección de generar un mayor diálogo e integración entre los diferentes sectores y grupos sociales, políticos y culturales

 

O, por el contrario, seguir cerrando los espacios para el debate social. Y seguir

consolidando el simulacro del individuo felizmente consumidor, que puede permitirse el lujo de ser ignorante de los problemas colectivos que lo rodean, a quien lo público y lo político se le aparece como una carga innecesaria-prescindible.

 

Se construye así un imaginario donde la ciudadanía se presenta con una baja intensidad democrática. Sin embargo este imaginario no puede evitar el desasosiego de la mayorías ante una panorama cultural que nos presentan, porque para acomodarse tranquilamente al “planazo” de alienación programada que nos proponen hay que tener un bolsillo que no conozca su fondo -además de estar corto de reflejos vitales-. Ni tampoco esta ciudadanía, como han mostrado tímidamente los propios medios hasta los acontecimientos de Génova –en buena medida posicionándose contra los métodos represivos de Berlusconi-, puede disimular su simpatía a unas contestaciones al sistema que puede “comprender” con el esquema informativo-evaluativo disponible.

 

Creemos que es posible acercarnos a esta ciudadanía siempre que tengamos presentes en nuestra propuesta política los esquemas cognitivo-evaluativos de las mayorías –formateado principalmente por los medios- Lo que queremos decir es que tenemos que poder explicar que nuestra lucha tiene un fin colectivo que busca generar/demandar “bienes sociales” de contenido transformador de una realidad que no nos gusta. Lo que nos obliga a considerar como núcleo fundamental de nuestra disputa política la lucha por la interpretación, en términos de abordar estratégicamente (con planes de corto, medio y largo plazo) el proceso legitimación-deslegitimación que promueven los medios. 

 

Pensamos que existe esta oportunidad por que los poderosos van cada vez más “sobrados” para los ojos de las mayorías. Con la campaña de Afganistán ya finalizada y la ausencia de la tan pregonada respuesta que darían las “células durmientes”  del terrorismo integrista, a la que se suma la megaquiebra del turbio entramado que pone en contacto a la petrolera ENRON con la consultora Andersen y al Gobierno Bush, tiñe todo aún más de sospecha.

 

Pensamos que vivimos una coyuntura que con una buena estrategia de comunicación se puede contener –vía deslegitimación- el recorte de libertades y de derechos civiles que tan alegremente han planteando la mayoría de los gobiernos. Por su parte, la crisis argentina es la de un modelo económico felicitado por instituciones financieras multilaterales, gobiernos y empresas multinacionales durante más de una década, y que dio tantas garantías para el lucro de los inversores. Pensamos que también se ha abierto aquí una ventana de oportunidad para mirar bien de cerca la mentira que viene montando el neoliberalismo en las últimas décadas. La proximidad histórica y el conocimiento mutuo de los pueblos de España y de Argentina pueden servir para generar con nuestra información el grado suficiente de evidencia como para encarar la estrategia informativa que nos quiere alinear detrás de la defensa del capital transnacional español surgido principalmente de las privatizaciones de nuestro sector público.       

 

A esta prepotencia se junta la de los medios, que  están haciendo cada vez más “mala” política y construyendo sin remilgos una cultura basura deshumanizadora. En cierta medida están larvando  una crisis de legitimidad: cada vez está más claro para más gente que ya no son más el “cuarto poder” con el que han pretendido justificar su poder social, además que su entusiasmo por el lucro de entretener les ha hecho descuidar totalmente sus otras funciones clásicas de informar y educar.

 

Las mayorías empiezan a estar en condiciones de descubrir que los medios cubren cada vez menos necesidades sociales y atienden cuasiexclusivamente a sus intereses mercantiles, al tiempo que distorsionan profundamente una vida política ya de por sí deteriorada. La trayectoria de la política italiana a merced de Berlusconi es un claro y amenazante ejemplo de estas nuevas dinámicas perversas que la izquierda tiene la necesidad de encarar en nuevos campos de disputa.

 

Nuestra propuesta de un trabajo de coordinación comunicativa busca generar una suerte de “artefacto colectivo de comunicación  para la democratización y la ciudadanía”  que haga posible el intercambio lo más sinérgico posible entre nuestras iniciativas informativas y culturales. El objetivo básico es complementar la dinámica de contrainformación con una nueva estrategia de apertura lo más integrada posible hacia los medios convencionales y el mundo de la cultura.

 

En los últimos cinco años hemos visto cómo parte de nuestra renovada energía creativa y movilizadora partía de las nuevas estrategias política-tecnológicas en la red, creando decenas de webs y listas de distribución, con nuevos formatos audiovisuales de información y nuevas mecánicas de relación organizativa. L@s compañer@s de los servidores telemáticos antagonistas, de radios libres y comunitarias y prensa antagonista han realizado un amplio aprendizaje colectivo que les ha permitido avanzar mucho en este proyecto, tanto en innovación tecnológica como en las dinámicas de coordinación mancomunada.

 

Pero es necesario seguir avanzando en esta línea al mismo tiempo que explorar la apertura de nuevas estrategias de relación con los medios convencionales y los capitales simbólicos de las personas afines que circulan en el mundo de la cultura. Éstas podrían –con una estrategia adecuada- poner a trabajar estos capitales simbólicos a jugar a favor de nuestras causas siempre que logremos hacerlos partícipes de una manera razonable de nuestros procesos políticos. Porque lamentablemente, la dinámica de contrainformación no suele rebasar nuestras redes y nuestros públicos afines, y en este sentido, trabaja más en lógica de comunicación interna que externa.

 

Tenemos que buscar llegar a nuevos públicos potencialmente sensibles a nuestras demandas y posiciones, que hoy por hoy no están en contacto con nuestras redes. Es la única manera de proteger nuestras organizaciones y estrategias ante el proceso de criminalización marginante al que estamos sometidos. La gente normal tendría que entender que somos gente, y bastante normal, por otra parte.

 

Este reajuste de imagen se intentaría buscar promoviendo estrategias de optimicen la capacidad emisora de los medios de nuestras organizaciones, buscando entre todos aumentar el caudal de nuestros canales. Pero también buscando establecer relaciones, que vayan generando confianza con los trabajadores de los medios para que nos consideren una fuente de información fiable y un actor social que busca incidir legítimamente en la agenda informativa y política. Reclamarles la dimensión cívica y democrática de su labor profesional es un derecho que tenemos.

 

Las compañías discográficas han sistematizado en sus estrategias de mercadotecnia un concepto útil desde el punto de vista de la reflexión sobre la hegemonía al descubrir el fenómeno del  “cross over”. Se produce cuando uno de sus productos llega a públicos (para los grises ejecutivos, simplemente mercados) que no estaban contemplados ni previstos en el diseño inicial de su estrategia de marketing.

 

Nuestra propuesta esta pensada para producir nuestro específico “cross over”, buscando aliados en el mundo de la cultura y de la comunicación que quieran colaborar puntual o regularmente con nuestras iniciativas. Sea en forma de capital simbólico para nuestras manis y ruedas de prensa, de facilitación en el acceso a las redacciones,a los corresponsales, a los escenarios, a los centros culturales, a las universidades y en toda puesta en marcha de iniciativas culturales (activismo cultural de calle, exposiciones, jornadas universitarias, etc.) y financiadoras (conciertos, difusión de libros, música y videos, etc).

 

Creemos que es un esfuerzo importante para tod@s nosotr@s y también para nuestras organizaciones, e incluso para nuestras identidades. Todos tendríamos que reubicar y modelar energías personales, dentro de las organizaciones, consensuar nuevos marcos discursivos para presentar nuestra posición anticapitalista a la ciudadanía. Creemos que todo esto es un reto clave para seguir avanzando en el proceso de coordinación de colectivos y organizaciones implicadas en el trabajo político contra la Europa del capital y la guerra, para globalizar las resistencias y que creen que construir otro mundo es posible.

 

Esta propuesta de contraofensiva social en el campo de la cultura y la comunicación tiene que elaborar un calendario para discutir los documentos ya elaborados (nº 0: Justificación Política de la propuesta y nº 1: Propuesta de Organización y de Trabajo del Grupo de Comunicación), para saber si seguimos elaborando documentos que la vayan haciendo viable. Éstos pueden ser:

 

Documento 2: Documento explicativo de nuestra propuesta de trabajo para l@s ciudadan@s periodistas.

Documento 3: Documento explicativo de nuestra propuesta de trabajo para l@s ciudadan@s intelectuales y artistas.

Documento 4: Documento explicativo de nuestra propuesta de trabajo a los colectivos ciudadanos que trabajan en la cultural y la educación.

Documento 5: Texto de estrategia contra la Criminalización donde se elaboren los parámetros discursivos para la promoción de la resistencia activa no violenta y la defensa de los derechos civiles ante represión policial. 

Documento 6:Texto de invitación-reto a las juventudes de los partidos parlamentarios que se dicen de izquierda para forzar un esclarecimiento de los que es en el actual marco de la globalización la lucha política y social por la transformación democrática (con orden del día organizado por nosotros).