• Apoyo al documento "ALTERNATIVAS PARA UNA ECONOMIA EUROPEA DEMOCRATICA" que se presenta como borrador basado en la declaración del Congreso Europeo Ciudadano que se celebró en Lieja (Bélgica) entre el 21 y el 23 de septiembre del 2001, con motivo de la reunión del Ecofin (Ministros de Economía y Finanzas de los estados miembros de la Unión Europea).

• Apoyo, promoción y difusión de la Campaña de Adhesión a la Eurozona Tobin que promueve Attac Madrid a través de internet http://www.attacmadrid.org/cgi-bin/abre/abre.pl?pag=/varios/firmas_eurozona/firma1.htm dentro de las alternativas que se presentan en el documento anterior. Los firmantes apoyan la iniciativa de ATTAC Europa de crear una Eurozona donde aplicar la Tasa Tobin a las transacciones monetarias de cambio de moneda. Es responsabilidad de la Presidencia Española de la Unión Europea asumir esta iniciativa y por ello emplazamos al gobierno de Aznar a que en el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la U.E. que se reúne los días 12 y 13 de abril en Oviedo, impulse el estudio y aprobación de la Tasa Tobin en el ámbito de la Unión Europea. Se puede imprimir el formulario de firmas en papel y mandarlo antes del 15/3/2002 a attac Madrid (apdo. correos 2621. 28080-Madrid). Para descargarlo en formato pdf: http://www.attacmadrid.org/varios/firmas_eurozona/eurozonatobin.pdf.

La globalización financiera de las últimas décadas, resultado de un proceso de liberalización del movimiento internacional de capitales promovido por los gobiernos de las grandes potencias y el Fondo Monetario Internacional, ha ido generando un aumento considerable del intercambio de divisas de carácter fundamentalmente especulativo (se calcula que un 80 % de las transacciones corresponden a idas y vueltas de duración inferior a una semana laboral), destinado al logro de beneficios a corto plazo, ajenos a la economía productiva y, sobre todo, a la satisfacción de las necesidades básicas de la mayoría de la población mundial. Las consecuencias negativas de ese movimiento de capitales de un país a otro se han podido comprobar ya con ocasión de las sucesivas crisis que se han ido manifestando en distintos países como México, el Sudeste asiático, Rusia, Brasil, Turquía y, ahora, Argentina. Urge, por tanto, poner un freno a ese capital especulativo, dispuesto a provocar el hundimiento de una moneda de un país y a desplazarse a otro en función de su rentabilidad "virtual", e indiferente ante los efectos sociales destructivos que provoca en regiones enteras.

La propuesta de una Tasa Tobin, que grave esas transacciones financieras especulativas, es una idea que está obteniendo un creciente eco en numerosos países, habiendo sido apoyada ya por parlamentos como el canadiense, el belga y el francés y, en nuestro país, por asambleas autonómicas como las de Asturies y Andalucía y por numerosos ayuntamientos. Su principio es sencillo: si se aplicara un impuesto del 0,1 % sobre todas las transacciones de divisas de ida y vuelta entre dos países que se realizan dentro del período de un mes, se podría penalizar a los especuladores, introduciendo así un "grano de arena" en los engranajes de los mercados monetarios y financieros internacionales, y se empezaría a sentar las bases para un control público de los movimientos de capitales a corto plazo. Partiendo de cálculos fiables, se podría recaudar por esa vía un mínimo de 150.000 millones de dólares anuales, teniendo en cuenta que alrededor de 1 billón y medio de dólares circula sin control en un día laborable, según estimaciones del Banco Internacional de Pagos, en el año 2000.

Pero, además, nuestro apoyo a esta propuesta no va sólo dirigido a poner un freno a ese capital especulativo: aspira también a denunciar a través del mismo la creciente desigualdad que se manifiesta entre Norte-Sur y en el interior de nuestros propios países. Por eso consideramos que la recaudación obtenida de ese impuesto debería ir dirigida a satisfacer necesidades tan básicas como el acceso universal al agua potable, a la sanidad, a la educación o a la defensa del medio ambiente y que, según el PNUD, equivaldrían a 80.000 millones de dólares anuales durante un período de diez años.

Aspiramos a que ese impuesto se aplique a escala mundial. Pero para avanzar por ese camino creemos que se podría empezar ya en los países de la Unión Europea en donde ha entrado en vigor el euro, gravando así cada conversión de esa moneda con el dólar o el yen, por ejemplo. La UE tiene un peso económico equivalente a América del Norte y representa, más o menos, la mitad del mercado mundial de cambios, por lo que podría forzar a otras regiones a secundar una medida similar. Por eso apoyamos la iniciativa de Attac-Europa de crear una "Eurozona Tobin" y pedimos al Consejo de ministros de Economía y Finanzas de la UE que estudie y apruebe, en su reunión de los días 12 y 13 de abril en Oviedo, la aplicación de ese impuesto. Es responsabilidad de la Presidencia española asumir esta iniciativa y por ello emplazamos al gobierno de Aznar a apoyarla.

Frente a las objeciones políticas que se nos presentan contra este impuesto, disfrazadas muchas veces de argumentos "técnicos", estamos convencidos de que una firme voluntad política de aplicarlo encontraría los medios necesarios para ello. Obviamente, para obtener mayor eficacia contra los especuladores y contribuir a superar las desigualdades sociales en el planeta, esta medida debería ir acompañada por otras como la eliminación de los paraísos fiscales, empezando por los existentes dentro de la UE (Luxemburgo, Gibraltar, Isla de Man, Andorra) y la anulación de la deuda externa pública del "Tercer Mundo". Porque estamos convencidos de que "otra Europa y otro mundo son posibles".

• Propuesta para que se realice un comunicado respaldando el Cacerolazo Global que se va a realizar en Argentina y todo el mundo el domingo 3 de febrero y que en dicho comunicado se trate como uno de los temas principales de la Asamblea la situación de Argentina.