Luego de un conflicto armado de varios años, donde especialmente se ha visto afectada la industria petrolera transnacional en Nígeria, la guerrilla ecologista y comunitaria Movimiento por la Emancipación del Delta Níger (MEDN)confirmó el inicio de negociaciones con el gobierno regional. Esta confirmación se da luego de rumores salidos desde el gobierno y difundidos por los medios de comunicación, que en un primer momento fueron desmentidos por el grupo rebelde.

Durante los últimos meses, el saboteo a la industria minero-energética local ha reducido las exportaciones de crudo de Nígeria al nivel más bajo en los últimos años, producto de la fuerte discrepancia que mantienen los pueblos locales con la visión del gobierno nacional sobre la explotación de la región del Delta del Níger. Aunque las conversaciones son hasta ahora preliminares, no se descarta que puedan avanzar, a pesar del espaldarazo que ha dado el gobierno nacional al señalar que “no negociará con criminales”.

El Delta del Río Níger es una de las zonas africanas con mayores reservas de petroleo, que contrasta sin embargo con el alto nivel de abandono y pobreza. El pueblo Igbo, tradicional de la zona, ha logrado organizarse como movimiento social desde hace décadas y formar sus propios órganos de autogobierno. Con la irrupción contemporánea del neoliberalismo, sobre todo a través de empresas extractoras de crudo como Shell, la explotación de recursos humanos y naturales ha visto los más altos grados en las dos ultimas décadas, lo que ha aumentado la resistencia de ciertas tribus y poblados, quienes han visto en peligro sus sistemas de gobierno y cooperatividad económica.

En este contexto, nace el MEDN, que es el brazo armado de diferentes procesos políticos sincréticos que se han venido gestando en los anteriores 20 años, y que contrario a otros movimientos armados de la región no se ha enfocado en la conquista del poder o el derrocamiento de un gobierno, sino en expulsar a las empresas petroleras que están en su territorio y apoyar la formación de una zona autónoma democrática. En ese sentido, han sido acusados de querer independizarse y formar un nuevo país, aunque no está claro ello en su plataforma de lucha.

Como parte de esta nueva oleada de movimientos armados que se dan en el tercer mundo, que entre otras cosas encuentran grandes paralelos con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en Chiapas, México, el Partido de los Trabajadores de Kurdistán en Bakur, Turquía, así como las Unidades Populares y Femeninas de Protección en Rojava, Siria, el MEDN se concentra en defender los intereses de su pueblo por fuera de los paradigmas vanguardistas de foquismo, apoyando las formas comunitarias de poder popular. Ahora mismo, el MEDN no se encuentra en una guerra abierta contra el Estado de su país o el ejército, sino que la mayor parte de sus ataques se concentran contra la maquinaria e instalaciones petroleras y minero-energéticas, sin negar que, sobre todo en los últimos años, el MEDN ha tenido que emboscar patrullas militares y policiales nigerianas que han puesto en práctica el terrorismo de Estado contra la comunidad y los sindicatos de la región.

La necesidad de unas negociaciones de paz en la región debe estar atravesada por la voluntad del gobierno central de reconocer los usos y costumbres del pueblo Igbo, así como negociar en base a ellos y no los intereses primarios de las grandes transnacionales, que lo único que seguirían trayendo es una mayor radicalización del conflicto regional. En ese sentido, el sentir Igbo es de autonomía y respeto a su territorio, y es allí donde se debe presionar al gobierno de Nígeria.

Redacción: Rebeldía Contrainformativa, Colombia.

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