En el último pleno del Senado español se ha vivido un momento histórico, con la primera intervención en lengua leonesa en la historia de las Cortes Generales. Casi en paralelo, el senador y alcalde de Puebla de Senabria, José Fernández, y la diputada zamorana Mar Rominguera, ambos del PSOE, respondían a las palabras desacertadas de la diputada catalana de Democràcia i Llibertat, Míriam Nogueras, en el pleno del Congreso al hilo de los despilfarros y las estaciones del AVE, invitándola a conocer nuestra tierra y su lengua propia.

Desde la organización AGORA País Llionés queremos manifestar lo siguiente:

• Agradecemos enormemente la fantástica intervención del senador de Compromís, Carles Mulet, tanto por la forma como por el contenido, demostrando el respeto que otros no tienen (empezando por el presidente de la Diputación de León) por la diversidad lingüística y cultural, que organizaciones internacionales como la UNESCO consideran un valor esencial y un vector de sostenibilidad en toda iniciativa de desarrollo.
• Nos parece muy triste que este hecho histórico haya sido protagonizado por un senador castellonense y no por la veintena larga de parlamentarios leoneses de ambas cámaras, o por los muchos que les precedieron.
• Similar sensación nos provoca que se cite una de nuestras lenguas propias (eso sí, empleando únicamente el castellano) para confrontar con otra persona que tiene una lengua propia diferente, máxime cuando las intervenciones en favor de esa lengua han sido nulas por quienes lo hacen, tanto en sede parlamentaria como, especialmente, a nivel municipal.
• Recordamos a toda la clase política que el idioma leonés (y por ende sus variedades locales: senabrés, bercianu, alistanu, cabreirés, etc.) está recogido en el Estatuto de Autonomía de Castilla y León (artículo 5.2), pero de forma intolerable todavía se encuentra excluido de la enseñanza, pese a las reiteradas recomendaciones en este sentido por parte del Consejo de Europa.