Por la soberanía popular: unidad de las luchas sociales y obreras

Un nuevo 1º de Mayo y otro año más de crisis económica del sistema, que continúa repercutiendo en la mayoría social trabajadora. Desde que empezara la última crisis capitalista ─hace ya más de 7 años─ se han recortado cada vez más los derechos sociales y laborales del pueblo trabajador leonés. Las políticas neoliberales destinadas supuestamente a reactivar el empleo, lo único que han hecho es generar más precariedad, temporalidad y desempleo. Los ERE’s, los impagos y las situaciones de recortes de plantilla son noticia diaria, y paradógicamente también la acumulación de tareas o las horas extras (que no se pagan), para los que aún quedan en activo.

No contentos con negarnos el derecho a un trabajo digno, también pretenden vedarnos el acceso a la formación. Las sucesivas contrarreformas educativas anticipan la explotación y la precariedad laboral que en el futuro padecerá la juventud leonesa por falta de formación o formación inadecuada, ya que se propone una educación únicamente para la élite. A ello se acompañan prácticas realizadas por estudiantes que ejecutan un trabajo real y beneficioso para la empresa ─muchas veces sustituyendo un verdadero puesto de trabajo─, que, sin embargo, no se ven compensadas con una remuneración, o lo son con un salario muy inferior al mínimo.

Entretanto, como es costumbre en el gobierno de turno ─en este caso el del Partido Popular─, se intentan maquillar las cifras del paro con datos estacionales y mucha contabilidad creativa, al objeto de promover la falsa imagen de que sus políticas laborales surten efecto. La dura realidad de muchas familias trabajadoras contrasta con dichas mentiras. Mientras, la patronal sigue son sus políticas de clase, planteando la supresión del salario mínimo interprofesional, amagando con el abaratamiento (aún más) del despido y negándose a firmar y aplicar convenios colectivos.

Todo esto supone profundizar más en la desigualdad social, sobre todo si se acompaña de una menor presión fiscal ─de las más bajas de Europa─ para las grandes fortunas y las multinacionales, algunas de las cuales encima buscan la evasión fiscal. La crisis económica supone además una excusa ideal para privatizar y desmontar por completo el sistema público. Una nueva vuelta de tuerca en esto es el TTIP (Tratado Transatlántico de comercio e intervención) que se está tramando en absoluto secreto desde altas esferas europeas y norteamericanas, y que supone un ataque a la soberanía de los pueblos y el fortalecimiento de los intereses económicos de las compañías transnacionales, que buscan ampliar sus beneficios a través de las mismas políticas causantes de los recortes económicos que llevan a la miseria a cada vez más habitantes del planeta.

En el País Llionés no solo estamos peor, sino que cada vez somos menos, con una emigración galopante que viene de largo. Precisamente uno de los motivos de la reducción de las tasas de desempleo es que muchas personas en esa situación deciden emigrar en busca oportunidades laborales fuera del país. El cada vez menor tejido industrial y productivo, agudizado por la falta de crédito y la nula capacidad de acción en materia económica (por imperativo del centralismo económico y político), provocan una situación de depresión y cierta falta de expectativas.

Ante este panorama, en AGORA País Llionés pensamos que es inevitable unir las luchas sociales y laborales puntuales (algunas muy dignas como Everest o las del sector minero) en una misma voz, puesto que la división solo beneficia a los que pretenden recortar nuestros derechos individuales y colectivos. Es necesario convertir este Día Internacional de la Clase Trabajadora en un punto de partida para la acción el resto de días, siempre con el objetivo claro de la construcción de un País Llionés socialista.

¡Por la solidaridad de clase!
¡Por un País Llionés combativo!
¡Viva el 1° de mayo!