En apoyo a la consulta y el derecho a decidir

Verdadero terror produce en aquella gente que no ve más allá de la concepción “indivisible y eterna de la unidad de España”, el que el pueblo catalán pueda expresarse en una consulta no vinculante. E igual de escandaloso, para aquellos en cuya boca la palabra “democracia” se convierte en una palabra vacía de contenido, es que se consulte al pueblo canario sobre las prospecciones petroleras en aquel archipiélago. El clamor del pueblo queda hoy muy al margen de los despachos del poder político y su brazo judicial. El rechazo y hartazgo de la población, expresada en diversas movilizaciones ciudadanas contra el sistema político actual, y el descrédito del mismo, son manifiestos. Ese pueblo que pide democracia y derecho a decidir, se topa con el impedimento reiterado por parte de los poderes político-económicos.

Durante todo el proceso previo a la llamada Consulta Catalana hemos visto como, el Gobierno español y la plana mayor del PP, se afanaban en reiterar que la consulta era ilegal, anticipándose incluso a las decisiones de un Tribunal Constitucional que, con una velocidad inusitada, sigue sus directrices miméticamente, mostrando la sombra de la politización y una, meramente formal, separación de poderes.

La Carta de las Naciones Unidas (Tratado internacional que el Estado Español asume de forma expresa) reconoce el derecho de autodeterminación, como un derecho universal que asiste a todos los Pueblos. Y el pueblo leonés, como tantos otros, bien sabe de la conculcación de sus derechos y de la falta de decisión propia sobre la organización política que más se adapte a sus necesidades. Por todo ello, en este día tan especial para el pueblo catalán, desde AGORA País Llionés mostramos nuestra más absoluta solidaridad y apoyo a la consulta, con la esperanza de que se abra en este Estado un verdadero proceso democrático, que permita a ambos pueblos decidir su futuro con libertad y justicia social para todas las personas.