Ante la manifestación del 10 de Mayu

El 4 de mayu de 1984, nel contestu de la puesta en marcha de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, celebróuse na Ciudá de Llión la manifestación más numarosa de la sua Historia, onde llionesas y llioneses de todu’l país arrexuntáronse pa reclamar una autonomía propia, al igual que yá fixeran denantes, aínda qu’en menor númaru, mentres tol procesu preautonómicu.

Tres décadas dempués, el Movimientu Llionesista ─n’especial el qu’oscila alredor de la UPL─ derivóu nun discursu reduccionista que culpa a Valladolid y a la Junta de Castilla y León de tódolos nuesos males. Esti discursu amuesa una irracional ausencia d’analís, onque fuera efeutivu bastantes vegadas a nivel eleutoral y faiga posible tapar tachas propias. Pero estas simplezas esqueicen que la nuesa situación de falta de soberanía y de carecimientu d’un centralismu qu’anoxa, nun se produz porque los habitantes de Valladolid asina lo deseyen ou pol partíu políticu que gobierne tal o cual Institución en cada llexislatura, sinón porque por debaxo flúin los intereses oligárquicos de la burguesía españolista, que dende hai abondo más de 30 años buscaba esta conformación territorial, o una bien similar.

Los queixumes y las bonas intenciones del Autonomismu son, y van ser siempres, ineficaces pa mudar esta situación que carecemos, sinón se tien la valentía pa combatir a las claras las ”razones d’Estáu” y emprencipiar un camín que construya l’autogobiernu. Amás, con o ensin autonomía propia, la falta de soberanía popular condergaríanos a una espiral ensin salida, onde nos veríamos siempres baxo esas “razones d’Estáu” y las más inmediatas de los partíos políticos qu’actúan de correa de transmisión de las mesmas, como bien comprueban nas autonomías vecinas.
Mentres el País Llionés estea so esi xugu, seguirán apequeñándonos  pola eternidá y vamos estar na situación socio-económica qu’esos intereses decidieron, dende Madrid, pal nuesu Pueblu.

Por eso, esti viniente sábadu, AGORA País Llionés va estar na manifestación convocada (con más pena que gloria) na alcordanza de l’axuntanza pública de tantos paisanos y paisanas qu’alzaron la sua voz contra la manipulación de los nuesos intereses como Pueblu, y pa recordar que l’únicu camín pa que la nuesa tierra y la nuesa xente tengan futuru pasa pol Autogobiernu y el Socialismu.

 


 

El 4 de mayo de 1984, en el contexto de la puesta en marcha de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, tuvo lugar en la Ciudad de León la manifestación más multitudinaria de su Historia, donde leonesas y leoneses de todo el país se congregaron para reclamar una autonomía propia, al igual que ya habían hecho antes, si bien en menor número, durante todo el proceso preautonómico.

Tres décadas después, el Movimiento Leonesista ─en especial el que fluctúa en torno a la UPL─ ha derivado en un discurso reduccionista que culpa a Valladolid y a la Junta de Castilla y León de todos nuestros males. Dicho discurso muestra una irracional ausencia de análisis, aunque haya sido efectivo bastantes veces a nivel electoral y posibilite tapar carencias propias. Pero este simplismo olvida que nuestra situación de falta de soberanía y de padecimiento de un centralismo exacerbado no se produce porque los habitantes de Valladolid así lo deseen o por el partido político que gobierne tal o cual Institución en cada legislatura, sino porque por debajo fluyen los intereses oligárquicos de la burguesía españolista, que desde hace bastante más de 30 años buscaba esta conformación territorial, o una muy similar.

Los quejumbrosos argumentos y las buenas intenciones del Autonomismo son y serán ineficaces para modificar esta situación que padecemos, sino se tiene la valentía para poner el dedo en la llaga de las “razones de Estado” e iniciar un camino que construya el autogobierno. Además, con o sin autonomía propia, la falta de soberanía popular nos condenaría a un bucle sin salida, donde nos veríamos siempre a merced de las “razones de Estado” y las más inmediatas de los partidos políticos que actúan de correa de transmisión de las mismas, como bien están comprobando en las autonomías vecinas.
Mientras el País Llionés siga bajo ese yugo, se nos seguirá ninguneando eternamente y estaremos en la situación socio-económica que esos intereses han decidido, desde Madrid, para nuestro Pueblo.

Por eso, este próximo sábado 10 de mayo, AGORA País Llionés estará en la manifestación convocada (con más pena que gloria) para conmemorar la salida a la calle de tantos paisanos y paisanas que alzaron su voz contra la manipulación de nuestros intereses como Pueblo, y para recordar que el único camino para que nuestra tierra y nuestra gente tenga futuro pasa por el Autogobierno y el Socialismo.