Desde AGORA País Llionés nos hemos implicado en la defensa de la plaza más tradicional de la Ciudad de León y una de las más auténticas de Europa. Así, hemos impulsado la formación de la Plataforma Salvemos la Plaza del Grano, desde la que estamos llevando a cabo varias acciones de concienciación y protesta. Además, gracias a la ayuda de Carles Mulet, senador de Compromís, hemos interpelado al Gobierno de España para que asegure la integridad de la plaza y que, como parte del Camino de Santiago (declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO), promueva la declaración de la misma como Bien de Interés Cultural (BIC).

El empedrado de cantos de río y tierra cruda de la plaza se mantienen desde la Edad Media, lo que la convierte en un verdadero documento histórico y etnográfico viviente, parte de nuestra identidad. Ahora el alcalde de León, del Partido Popular, pretende introducir bajo su pavimento una capa armada de mortero o solera de hormigón, que modificaría el sistema constructivo y sus valores ambientales. Esta actuación, además, supone un gasto innecesario para la población, puesto que la reparación y conservación de la plaza se podría realizar sin apenas coste por la escuela-taller (o incluso con una tradicional “facendera”), usando cantos de los ríos de la ciudad.

Todo un nuevo ejemplo de lo que el neoliberalismo entiende por “progreso”, que parece siempre asociado a las corruptelas urbanísticas y a los intereses de las constructoras.