Video: provocación policial contra el PSOA Malaya

6 de octubre de 2008.

En la noche de ayer, alrededor de ocho policías municipales accedieron al interior del del P.S.O. Malaya (c/Atocha 49) alegando que en ese lugar se estaban despachando bebidas sin permiso de venta al público. La calma y la unidad que reinaron entre los asistentes facilitó que la policía se marchase sin las identificaciones que perseguía.

Centro de Medios RES

Pasadas las 22’00 de la noche un grupo de unos ocho policías municipales irrumpía en el interior del PSOA Malaya. Los agentes iban en dirección a la barra, pero un grupo de compañer@s que observaron su llegada les cortaron rápidamente el paso.

El agente que parecía dirigir el operativo comenzó entonces a pedir filiaciones a las personas que tenía más cerca suyo, mientras que un buen número de asistentes le recordaba que lxs uniformadxs no pueden acceder a un espacio privado si no es con una orden judicial. El agente resolvía todo diciendo que estaban "desempeñando una actividad ilegal" y "si creen que lo que estoy haciendo no está bien, vayan a los juzgados de Plaza de Castilla y me denuncian"

En un momento dado, lxs policías retrocedieron hasta la puerta del local, que cubrieron y mantuvieron abierta al máximo, dañando las bisagras. Al mismo tiempo, otras patrullas de policía municipal hacían llegada a la puerta del centro social.

Cuando los policías comprobaron que nadie dentro del inmueble iba a mostrar su identificación, trataron de llevarse por la fuerza a algunxs asistentes, hecho que desató el apoyo y el griterío de lxs compañerxs. En algunos momentos los agentes empuñaron porras, esposas y gases lacrimógenos, y alegaban que si no había nadie que se identificase, se llevarían a todxs detenidxs, "llamarían a los policías que hiciese falta"

Al cabo del rato, un buen número de policías municipales se agolpaba en la puerta exterior del local, además de los ocho que se encontraban dentro. La calma y la sensatez se imponían en la Kafeta, y lxs agentes se rendían y desistían de identificar a alguien. El agente que dirigía el operativo, con la total certeza de haber hecho el ridículo, se despedía con el nombre del abogado del P.S.O. apuntado en un papel. La gente les despedía con un "que se vayan, se vayan, se vayan" y un "adiós con el corazón". En la calle, más agentes municipales dirigían el tráfico haciendo pendular sus porras. Al poco tiempo, montaban en sus coches y se marchaban calle arriba.

::Fuente texto:Indymedia Madrid
:: Fuente Video: Centro de Medios del RES


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