Concluye en Dakar el Foro Social Mundial 2011

11 de febrero de 2011.

Del 6 al 11 de febrero se ha celebrado en Dakar el Foro Social Mundial, el encuentro, en su undécima edición, ha girado en torno a las historias de resistencia y lucha de los pueblos africanos.

Durante esta semana unos sesenta mil participantes de más de 1250 organizaciones, casi la mitad africanas, se han reunido en la capital senegalesa.

"El FSM 2011 debe encontrar la interfaz necesaria entre las luchas y las estrategias comunes a nivel global comunes a África, al Sur y a todo el mundo. Para los organizadores, el retorno del FSM a África expresa la solidaridad activa del movimiento social internacional, apoyo este muy bienvenido una vez que África corre el riesgo de pagar por la crisis actual del capitalismo, ya debilitada por los programas de ajustes estructurales de las décadas de 1980 y 1990 "

El evento se define como un espacio abierto donde "aquellos opuestos al neoliberalismo y a un mundo dominado por el capital o por cualquier forma de imperialismo se reúnen para avanzar en su pensamiento".

Asimismo, el Foro de Dakar es el contrapeso del Foro Económico Mundial en Davos, que concluyó recientemente en Suiza y al que asistieron líderes empresariales y políticos para analizar estrategias económicas.

Las actividades se desarrollaron en torno a tres ejes temáticos: la "crítica del capitalismo", el "refuerzo de la lucha contra el imperialismo y la opresión" y la "construcción de alternativas democráticas y populares".

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Agenda

Día 1 (06/02/2011): Marcha de apertura
Día 2 (07/02/2011): Día de África y de la Diáspora
Día 3 (08/02/2011): Actividades auto-organizadas
Día 4 (09/02/2011): Actividades auto-organizadas
Día 5 (10/02/2011): Asambleas temáticas
Día 6 (11/02/2011): Mañana – Asambleas Temáticas / Tarde: Asamblea de las Asambleas

Unas 10.000 personas se manifestaron en la marcha de apertura, desde el centro de Dakar hasta la Universidad Cheikh Antha Diop, donde tuvo lugar el foro, con lemas como ’Globalicemos las luchas contra el capitalismo’, ’Las tierras para quienes las trabajan’, y ’Por los derechos de los inmigrantes’. Los ecos de los levantamientos en países africanos como Túnez y Egipto también fueron el centro de las consignas.

El Foro empezó con un amplio debate sobre las diásporas africanas en el contexto de las migraciones internacionales. “Libre circulación”, “regularización de todos los sin papeles”, “por un mundo sin muros”, “nuestras voces, nuestros derechos”.

Durante los talleres se evidenciaron las dificultades y el control al que se ven sometidas las personas migrantes en el cruce de fronteras, especialmente en las fronteras de Europa. Se habló también de la situación de los repatriados y la corrupción de los gobiernos cómplices de violaciones de derechos humanos.

Al día siguiente se analizaron las migraciones desde el continente Americano, los impactos de la Declaración de Quito del IV Foro Social Mundial de Migraciones, además de la Carta Mundial de Migrantes y la importancia del 18 de diciembre como día mundial de lucha e incidencia en la construcción puentes en vez de muros para las personas.

Web del Foro Social Mundial de Dakar 2011 http://fsm2011.org/es


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Audios

Declaración

FSM Dakar (Senegal) – 10 de febrero de 2011
FSM: Declaración de la Asamblea de los Movimientos Sociales

Nosotras y nosotros, reunidos en la Asamblea de Movimientos Sociales, realizada en Dakar durante el Foro Social Mundial 2011, afirmamos el aporte fundamental de África y de sus pueblos en la construcción de la civilización humana. Juntos, los pueblos de todos los continentes, libramos luchas donde nos oponemos con gran energía a la dominación del capital, que se oculta detrás de la promesa de progreso económico del capitalismo y de la aparente estabilidad política. La descolonización de los pueblos oprimidos es un gran reto para los movimientos sociales del mundo entero.

Afirmamos nuestro apoyo y solidaridad activa a los pueblos de Túnez y Egipto y del mundo árabe que se levantan hoy para reivindicar una real democracia y construir poder popular. Con sus luchas, muestran el camino a otro mundo, libre de la opresión y de la explotación.

Reafirmamos con fuerza nuestro apoyo a los pueblos de Costa de Marfil, de África y de todo el mundo en su lucha por una democracia soberana y participativa. Defendemos el derecho a la autodeterminación y el derecho colectivo de todos los pueblos del mundo.

En el proceso del FSM, la Asamblea de Movimientos Sociales es el espacio donde nos reunimos desde nuestra diversidad para juntos construir agendas y luchas comunes contra el capitalismo, el patriarcado, el racismo y todo tipo de discriminación.

En Dakar celebramos los 10 años del primer FSM, realizado en 2001 en Porto Alegre, Brasil. En este periodo hemos construido una historia y un trabajo común que permitió algunos avances, particularmente en América Latina donde logramos frenar alianzas neoliberales y concretar alternativas para un desarrollo socialmente justo y respetuoso de la Madre Tierra.

En estos 10 años vimos también la eclosión de una crisis sistémica, expresada en la crisis alimentaria, ambiental, financiera y económica, que resultó en el aumento de las migraciones y desplazamientos forzados, de la explotación, del endeudamiento, y de las desigualdades sociales.

Denunciamos el rol de los agentes del sistema (bancos, transnacionales, conglomerados mediáticos, instituciones internacionales etc.), que, en búsqueda del máximo lucro, mantienen con diversos rostros su política intervencionista a través de guerras, ocupaciones militares, supuestas misiones de ayuda humanitaria, creación de bases militares, saqueos de los recursos naturales, la explotación de los pueblos, y manipulación ideológica. Denunciamos también la cooptación que estos agentes ejercen a través de financiamentos de sectores sociales de su interés y sus prácticas asistencialistas que generan dependencia.

El capitalismo destruye la vida cotidiana de la gente. Pero a cada día nacen múltiples luchas por la justicia social, para eliminar los efectos que dejó el colonialismo y para que todos y todas tengamos una digna calidad de vida. Afirmamos que los pueblos no debemos seguir pagando por esta crisis sistémica y que no hay salida a la crisis dentro del sistema capitalista!

Reafirmando la necesidad de construir una estrategia común de lucha contra el capitalismo, nosotros, movimientos sociales:

Luchamos contra las trasnacionales porque sostienen el sistema capitalista, privatizan la vida, los servicios públicos, y los bienes comunes, como el agua, el aire, la tierra, las semillas, y los recursos minerales. Las transnacionales promueven las guerras a través de la contratación de empresas militares privadas y mercenarios, y de la producción de armamentos, reproducen prácticas extractivistas insostenibles para la vida, acaparan nuestras tierras y desarrollan alimentos transgénicos que nos quitan a los pueblos el derecho a la alimentación y eliminan la biodiversidad.

Exigimos la soberanía de los pueblos en la definición de nuestro modo de vida. Exigimos políticas que protejan las producciones locales que dignifiquen las prácticas en el campo y conserven los valores ancestrales de la vida. Denunciamos los tratados neoliberales de libre comercio y exigimos la libre circulación de seres humanos.

Seguimos movilizándonos por la cancelación incondicional de la deuda pública de todos los países del Sur. Denunciamos igualmente, en los países del Norte, la utilización de la deuda pública para imponer a los pueblos políticas injustas y antisociales.

Movilicémonos masivamente durante las reuniones del G8 y G20 para decir no a las políticas que nos tratan como mercancías!

Luchamos por la justicia climática y la soberanía alimentaria. El calentamiento global es resultado del sistema capitalista de producción, distribución y consumo. Las transnacionales, las instituciones financieras internacionales y gobiernos a su servicio no quieren reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Denunciamos el “capitalismo verde” y rechazamos las falsas soluciones a la crisis climática como los agrocombustibles, los transgénicos y los mecanismos de mercado de carbono, como REDD, que ilusionan a poblaciones empobrecidas con el progreso, mientras privatizan y mercantilizan los bosques y territorios donde han vivido miles de años.

Defendemos la soberanía alimentaria y el acuerdo alcanzado en la Cumbre de los Pueblos Contra el Cambio Climático y por los Derechos de la Madre Tierra, realizada en Cochabamba, donde verdaderas alternativas a la crisis climática han sido construidas con movimientos y organizaciones sociales y populares de todo el mundo.

Movilicémonos todas y todos, especialmente el continente africano, durante la COP-17 en Durban, Sudáfrica, y la Río +20, en 2012, para reafirmar los derechos de los pueblos y de la Madre Tierra y frenar el ilegítimo acuerdo de Cancún.

Defendemos la agricultura campesina que es una solución real a la crisis alimentaria y climática y significa también acceso a la tierra para la gente que la vive y la trabaja. Por eso llamamos a una gran movilización para frenar el acaparamiento de tierras y apoyar las luchas campesinas locales.

Luchamos contra la violencia hacia la mujer que es ejercida con regularidad en los territorios ocupados militarmente, pero también contra la violencia que sufren las mujeres cuando son criminalizadas por participar activamente en las luchas sociales. Luchamos contra la violencia doméstica y sexual que es ejercida sobre ellas cuando son consideradas como objetos o mercancías, cuando la soberanía sobre sus cuerpos y su espiritualidad no es reconocida. Luchamos contra el tráfico de mujeres, niñas y niños.

Defendemos la diversidad sexual, el derecho a autodeterminación de género, y luchamos contra la homofobia y la violencia sexista.

Movilicémonos todos y todas, unidos, en todas las partes del mundo contra la violencia hacia la mujer.

Luchamos por la paz y contra la guerra, el colonialismo, las ocupaciones y la militarización de nuestros territorios. Las potencias imperialistas utilizan las bases militares para fomentar conflictos, controlar y saquear los recursos naturales, y promover iniciativas antidemocráticas como hicieron con el golpe de Estado en Honduras y con la ocupación militar en Haiti. Promueven guerras y conflictos como hacen en Afganistán, Iraq, la República Democrática del Congo y en varios otros paises.

Intensifiquemos la lucha contra la represión de los pueblos y la criminalización de la protesta y fortalezcamos herramientas de solidaridad entre los pueblos como el movimiento global de boicot, desinversiones y sanciones hacia Israel. Nuestra lucha se dirige también contra la OTAN y por la eliminación de todas las armas nucleares.

Cada una de estas luchas implica una batalla de ideas, en la que no podremos avanzar sin democratizar la comunicación. Afirmamos que es posible construir una integración de otro tipo, a partir del pueblo y para los pueblos y con la participación fundamental de los jóvenes, las mujeres, campesinos y pueblos originarios.

La asamblea de movimientos sociales convoca a fuerzas y actores populares de todos los países a desarrollar dos acciones de movilización, coordinadas a nivel mundial, para contribuir a la emancipación y autodeterminación de nuestros pueblos y para reforzar la lucha contra el capitalismo.

Inspirados en las luchas del pueblo de Túnez y Egipto, llamamos a que el 20 de marzo sea un día mundial de solidaridad con el levantamiento del pueblo árabe y africano que en sus conquistas contribuyen a las luchas de todos los pueblos: la resistencia del pueblo palestino y saharaoui, las movilizaciones europeas, asiáticas y africanas contra la deuda y el ajuste estructural y todos los procesos de cambio que se construyen en América Latina.

Convocamos igualmente a un día de acción global contra el capitalismo el 12 de octubre donde, de todas las maneras posibles, rechazaremos ese sistema que destruye todo a su paso.

Movimientos sociales de todo el mundo, avancemos hacia la unidad a nivel mundial para derrotar al sistema capitalista!!

Nosotras y nosotros venceremos!!!

Fuente: Movimientos.org


Debate

Espacio abierto o movimiento con identidad propia. Debate implícito sobre el futuro del Foro Social Mundial

Un texto de Sergio Ferrari en Rebelión

Desde su propio nacimiento el Foro Social Mundial (FSM) protagoniza un debate interno sobre su identidad. Según los distintos momentos de su desarrollo el mismo ha aparecido más o menos abiertamente. Sin embargo, desde el 2001, está presente, anima a pensadores y líderes sociales y exige posicionamientos.

¿Qué es el FSM y cuál es su rol esencial en la búsqueda de alternativas al sistema? Las respuestas, tan vastas como fundamentadas, renuevan esa discusión toral. Y aparecen, nuevamente, en esta edición de Dakar.

La visión de los fundadores

El FSM debe seguir siendo un espacio abierto, sin documentos ni declaraciones finales. Un lugar donde el movimiento altermundialista y los propios actores sociales –movimientos sociales, redes, sindicatos, ONG- puedan intercambiar experiencias y definir/precisar agendas comunes.

Tal es la posición predominante entre los fundadores. Y se refleja en la Carta de Principios de 14 puntos que desde 2001 sirve de marco conceptual a este proceso en marcha.

“Un documento final implicaría horas y horas de discusiones interminables, un desgate. Atizaría también la lucha por el poder dentro del FSM. Con el agravante que es inimaginable, por no decir imposible, llegar a consensos entre miles de personas” enfatiza Chico Whitaker, uno de los ideólogos más convencidos de que el FSM debe continuar siendo un espacio abierto.

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Hacia un FSM de “ruptura”

El FSM llega en esta etapa a un Senegal con muchos y graves problemas. Hoy, África del Norte protagoniza una movilización popular intensa y se constata un contexto político muy favorable para los movimientos sociales.

Por eso “pensamos que éste debe ser un FSM de ruptura” subraya Mamadou Diop Castro, responsable del la Unión Democrática de Educadores (UDEN) de Senegal y uno de los dirigentes gremiales nacionales más combativos.

“Debemos terminar con el FSM como espacio de reflexión y de intercambio sin conclusiones (…) De continuar con esta línea no tenemos perspectivas”, insiste el experimentado sindicalista.

Y su reflexión integra una visión geopolítica del altermundialismo. “América Latina ha aprovechado mucho, con movimientos sociales activos que han producido cambios significativos a nivel de muchos gobiernos. Pero fuera de ese continente hemos aprovechado mucho menos”.

Es el momento, entonces, de “fortalecer las bases de una solidaridad activa”. Implica reflexionar también qué hacer entre foro y foro, es decir, inmediatamente después que concluya Dakar.

Para Diop, es esencial incorporar una tarea complementaria: la faceta formativa del proceso altermundialista en marcha. “Necesitamos mucha más organización y estabilidad como proceso. Y para ello es fundamental un salto cualitativo en la formación política del campo altermundialista para facilitar propuestas concretas en cuanto a la gestión del movimiento popular. En lo que respecta a los sindicatos, concluye Diop, va a ser esencial clarificar el rol de los actores sindicales y los movimientos sociales y precisar la articulación de ambos al interior del Foro”.

Un FSM con varias olas

La formación aparece también como un condimento prioritario en la reflexión de Boaventura de Sousa Santos, prestigioso sociólogo portugués que desde el inicio ha aportado a dinamizar la reflexión del actual proceso “forístico” en marcha.

“Pienso que en el futuro es necesario invertir más fuerzas en esa formación. Debe convertirse en una prioridad del FSM. Hasta ahora ha funcionado a nivel local, pero mucho menos en el plano internacional e incluso, intercontinental”, subraya en diálogo con este corresponsal.

Propuesta que se desprende del análisis del escenario actual de dichos movimientos, con contradicciones y diferencias entre unos y otros. “Países donde los indígenas están contra los campesinos; y éstos contra las mujeres; y la mujeres se distancian de otros actores importantes…Es el momento de terminar con esto, apostar a construir una sólida sinergia, una confluencia real”.

En cuanto a la polémica sobre la naturaleza del FSM, Boaventura de Sousa Santos apuesta a una opción de confluencia.

“Debemos mantener esta ola del FSM como encuentro, como fiesta, intercambio. Es muy importante por lo que produce y por lo que se construye en torno”, enfatiza.

Pero como en el mar, a unas olas le siguen otras, analiza. Y son esas olas más profundas, “menos festivas” las que debemos desarrollar con más persistencia estratégica. Encontrar cauces para profundizar el esfuerzo de diagnósticos y de proposiciones.

No es que pretenda - explica el sociólogo portugués- que hay que repetir las conclusiones y documentos del tipo de los que producen las instituciones de las Naciones Unidas e incluso del Foro Económico de Davos. Pero es vital no pasar de lado de temas esenciales como las crisis civilizatoria, financiera, ambiental, de migración, de los medios de comunicación etc.

Pienso, concluye, que se podría llegar a los foros más preparados, con propuestas de contenidos que luego salgan no como declaraciones del FSM pero sí de actores importantes del mismo. Y que puedan ir orientando la acción mundial.

“Por ejemplo en el tema de los medios de comunicación. Podríamos posicionarnos claramente contra las privatizaciones de los medios públicos; a favor la defensa de los espacios para las radios comunitarias y asociativas; a la promoción de nuevas plataformas tecnológicas de apoyo a los movimientos sociales y que ayuden a reducir la brecha informativa actual…Todo eso, sistematizado, sería ya un avance considerable”, concluye.

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